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NOVENA AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. DÍA 9
Oremos junto a Mons Chirivella al Sagrado Corazón de Jesús para que reina la justicia, la concordia, la reconciliación y la paz en Venezuela y en los países hispanoamericanos amén
Oración al Sagrado Corazón de Jesús, por la conversión de los pecadores y por la paz y la concordia. Recemos para que Reine la Justicia y Paz de Cristo Jesús en nuestros pueblos amen,
Oración a San Miguel www.youtube.com/watch
Testimonios del Santo Rosario
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Consagración de los religiosos y los laicos
Virgen de Fátima, Madre de Misericordia, Reina del Cielo y de la Tierra, refugio de los pecadores, nosotros, adhiriéndonos al Movimiento Mariano, nos consagramos de modo especialísimo a tu Corazón Inmaculado.
Con este acto de consagración queremos vivir Contigo y por medio de Ti todos los compromisos asumidos con nuestra consagración bautismal. Nos comprometemos también, a realizar en nosotros aquella interior conversión tan requerida por el Evangelio, que nos libre de todo apego a nosotros mismos y a los fáciles compromisos con el mundo, para estar, como Tú, siempre dispuestos a cumplir sólo la Voluntad del Padre.
Y mientras queremos confiarte, Madre dulcísima y misericordiosa, nuestra existencia y vocación cristiana, para que Tú dispongas de ella para tus designios de salvación en esta hora decisiva que pesa sobre el mundo; nos comprometemos a vivirla según Tus deseos particularmente en cuanto se refiere a un renovado espíritu de oración y de penitencia, a la participación fervorosa en la celebración de la Eucaristía y al apostolado, al rezo diario del Santo Rosario y a un austero modo de vida, conforme al Evangelio, que sirva a todos de buen ejemplo en la observancia de la Ley de Dios y en el ejercicio de las virtudes cristianas, especialmente de la pureza.
Te prometemos también estar unidos al Santo Padre Francisco, a la Jerarquía y a nuestros Sacerdotes, para oponer así una barrera al proceso de oposición al Magisterio que amenaza los fundamentos mismos de la Iglesia.
Bajo tu protección queremos ser también los apóstoles de esta hoy tan necesaria unidad de oración y de amor al Papa, para quien Te suplicamos una especial protección.
Finalmente Te prometemos conducir a las almas con las que entremos en contacto, en cuanto nos sea posible a una renovada devoción hacia Ti.
Conscientes de que el ateísmo ha hecho naufragar en la fe a un gran número de fieles, que la desacralización ha entrado en el Templo Santo de Dios, que el mal y el pecado invaden cada vez más el mundo, nos atrevemos a levantar confiados los ojos a Ti, Madre de Jesús y Madre nuestra misericordiosa y poderosa, e invocar también hoy y esperar de Ti la salvación para todos tus hijos, ch clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María.
(Con aprobación eclesiástica)