9 de Julio de 2024
El 19 de noviembre de 2023 la opción para la República Argentina era entre:
a) a) Continuar una ya larguísima agonía, añadiendo en todo caso un respirador artificial, para prolongar indefinidamente la internación en terapia intensiva.
b) b) Aplicar la eutanasia.
La mayoría de los argentinos eligió la segunda opción. Al menos yo, siento que ese día la Argentina ha muerto.
Estos últimos meses fueron como un largo velatorio. En una de esas, mi país resucitaba y volvía a la vida. Eso ha ocurrido alguna vez. ¿Por qué no podía volver a ocurrir?
En el día de mañana, exactamente a las 0 horas, se firmará un Pacto, precisamente un decálogo, que hará las veces de trámite burocrático para posibilitar el entierro. Justo un 9 de Julio. Día de la Independencia.
El engendro, alguna vez autoidentificado con Moisés, se dará el gusto de regalarnos su nueva Ley. Mi Ley. Su Ley. Probablemente exaltado como de costumbre, o tal vez tranquilo y sereno al verse ya plenamente consolidado y seguro de sí mismo, brindará algunas palabras alusivas.
Mañana comienza otra cosa distinta. Otra Nación. Otro país. En una de esas estaría bueno pensar en un nombre para denominar lo nuevo que vendrá.
Por mi parte, procuraré encontrar algún pequeño lienzo negro, como señal de luto.
a) a) Continuar una ya larguísima agonía, añadiendo en todo caso un respirador artificial, para prolongar indefinidamente la internación en terapia intensiva.
b) b) Aplicar la eutanasia.
La mayoría de los argentinos eligió la segunda opción. Al menos yo, siento que ese día la Argentina ha muerto.
Estos últimos meses fueron como un largo velatorio. En una de esas, mi país resucitaba y volvía a la vida. Eso ha ocurrido alguna vez. ¿Por qué no podía volver a ocurrir?
En el día de mañana, exactamente a las 0 horas, se firmará un Pacto, precisamente un decálogo, que hará las veces de trámite burocrático para posibilitar el entierro. Justo un 9 de Julio. Día de la Independencia.
El engendro, alguna vez autoidentificado con Moisés, se dará el gusto de regalarnos su nueva Ley. Mi Ley. Su Ley. Probablemente exaltado como de costumbre, o tal vez tranquilo y sereno al verse ya plenamente consolidado y seguro de sí mismo, brindará algunas palabras alusivas.
Mañana comienza otra cosa distinta. Otra Nación. Otro país. En una de esas estaría bueno pensar en un nombre para denominar lo nuevo que vendrá.
Por mi parte, procuraré encontrar algún pequeño lienzo negro, como señal de luto.