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Miércoles de la XV Semana del Tiempo Ordinario Isaias 10:5-16 ¡Ay de Asiria, vara de mi cólera, bastón en manos de mi furor! 6 Yo lo envío contra una nación impía, contra el pueblo de mi furia lo …Más
Miércoles de la XV Semana del Tiempo Ordinario

Isaias 10:5-16
¡Ay de Asiria, vara de mi cólera, bastón en manos de mi furor! 6 Yo lo envío contra una nación impía, contra el pueblo de mi furia lo voy a mandar, para que saquee despojos y expolie presas, y dejar que lo pisoteen como el barro de las calles. 7 Pero él no se lo imagina así, su corazón no lo juzga de ese modo, sino que su corazón piensa en destruir, en exterminar no pocas naciones. 8 Pues dice: «¿Acaso mis príncipes no son todos reyes? 9 ¿No es Calnó como Carquemís? ¿Y no es Jamat como Arpad, o Samaría como Damasco? 10 Así como mi mano alcanzó los reinos de los ídolos, donde había muchas más estatuas que en Jerusalén y Samaría, 11 lo que hice con Samaría y sus ídolos, ¿no lo voy a hacer con Jerusalén y sus simulacros?». 12Y cuando el Señor acabe todas sus obras en el monte Sión y en Jerusalén, pediré cuentas por su fruto soberbio al corazón del rey de Asiria y por el orgullo altivo de sus ojos, 13pues ha dicho: «Lo he hecho con la fuerza de mi mano y con mi sabiduría, pues soy inteligente: he suprimido las fronteras de los pueblos, he saqueado sus riquezas, como un héroe, he derribado a los que se sentaban en sus tronos. 14 Mi mano ha llegado a la riqueza de los pueblos como a un nido; como se recogen huevos abandonados, he recogido yo toda la tierra, sin que nadie moviese las alas, abriera el pico ni graznara». 15 ¿Es que se jacta el hacha ante quien corta con ella, o se enorgullece la sierra frente a quien la maneja? ¡Como si la vara moviera a quien la alza, como si el bastón levantase a quien no es madera! 16 Por eso el Señor, Dios de los ejércitos, enviará delgadez a sus hombres robustos, y debajo de su gloria encenderá una hoguera como incendio de fuego.

Salmo 93
R. (14a) Escucha, Señor, a tu pueblo.
Señor, los malvados humillan a tu pueblo
y oprimen a tu heredad;
asesinan a las viudas y a los forasteros
y degüellan a los huérfanos.
R. Escucha, Señor, a tu pueblo.
Y comentan: "El Señor no lo ve,
el Dios de Jacob no se entera".
Entérense, insensatos;
necios, ¿cuándo van ustedes a entender?
R. Escucha, Señor, a tu pueblo.
El que plantó el oído ¿no va a oír?
El formó el ojo ¿no va a ver?
El que educa a los pueblos ¿no va a castigar?
El que instruye al hombre ¿no va a saber?
R. Escucha, Señor, a tu pueblo.
Jamás rechazará Dios a su pueblo
ni dejará a los suyos sin amparo.
Hará justicia al justo
y dará un porvenir al hombre honrado.
R. Escucha, Señor, a tu pueblo.

San Mateo 11:25-27

25En aquella ocasión Jesús declaró: —Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes y las has revelado a los pequeños. 26Sí, Padre, porque así te ha parecido bien. 27Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, ni nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo.