El Precursor
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El «Lacunzismo» un sistema judeo-protestante-jansenista

Toda la obra de Lacunza se reduce a tres tesis fundamentales:
Caída de la Iglesia Romana, Restauración de la Sinagoga, y Reinado milenario del Mesías en Jerusalén

-Caída de la iglesia romana

Segun Lacunza «el Estado Eclesiástico corrompido, olvidado de la moral evangélica, predicará y doctrinará y se hará cómplice del Anticristo, es decir, de un «cuerpo moral», o conjunto de deístas, ateos y apóstatas que procurarán anular la obra del Mesías. Roma cristiana caerá entonces en relajamiento, y realizará en sí el profético símbolo de la «Gran Ramera, con quien han cometido fornicación los reyes de la tierra...
los judíos viendo cumplidas las profecías que anuncian la caída de Roma, estudiarán más de cerca sus escrituras, conocerán el yerro que cometieron al desconocer al Mesías en los dias de su humildad y se convertirán.


la caída y destruccion de la iglesia romana figura desde los tiempos de Lutero y Calvino, entre los dogmas del protestantismo
Según ellos (y Lacunza) la iglesia cristiana romana era la «gran ramera» y el Romano Pontífice «el Anticristo»

-Restauración de la sinagoga

Segun Lacunza la Iglesia, es decir, la autoridad eclesiástica, pasará del poder de los Gentiles, al de los Judíos, y la capital de la iglesia universal será, Jerusalén.
Allí será restaurado en el nuevo templo, más hermoso que el antiguo, el culto mosaico, de tal modo que a la vez se ofrecerán los sacrificios de la ley antigua


En la restauración de la sinagoga creyeron de un modo especial los jansenistas Du Guet y el abate d'Etemare.
El primero (cuya autoridad en la secta janseniana era apenas inferior a la del famoso Antonio Arnauld) expuso su opinión sobre esta materia en su ExPlication de l'Epître de Saint Paul aux Romains. (París, 1756):
Ambos (Bossuet y Du Guet) recorrieron esa larga cadena de iniquidades que viene formándose desde tantos siglos; echaron una mirada sobre el estado de la Religión en las diversas partes del mundo y recordaron los varios castigos con que Dios había visitado a su pueblo: --—¿Qué remedio, pues, preguntaba Bossuet, qué salida, qué recurso hay?—Entonces el señor Du Guet, dijo: «Ilustrísimo señor, nos hace falta un nuevo pueblo».
Bossuet, valiéndose de las explicaciones de Du Guet creyó que los judios están destinados a ser reintegrados algún día como cetro místico que pasa de pueblo en pueblo, para mantener todos los pueblos en el temor de perderla»
Las ideas de Du Guet hicieron en la mente de los jansenistas una impresión imborrable.
Para muchos de esos jansenistas, (así como para los protestantes), Roma cristiana era la Babilonia, la Gran Ramera del Apocalipsis, y el Romano Pontífice es el Anticristo.

-Reinado milenario

Para Lacunza luego, cumplidos los tiempos, aparecerá en gloria y majestad el Mesías, el cual, a la cabeza de los santos resucitados por Él, del pueblo de Israel y de los gentiles que no habrán apostatado, derrotará a sus enemigos y vendrá a reinar por mil años, (es decir, por un tiempo muy largo) en Jerusalén

El reino milenario es heredado de los judíos que esperaban promesas carnales a merced de una interpretación literal y servil de las antiguas profecías. Engañados en sus esperanzas de independencia, prosperidad y dominación nacionales, los más de los judíos palestinianos se han consolado buscando en las profecías la seguridad de un porvenir mejor y más conforme con sus aspiraciones

La duración de aquel reinado temporal del Mesías seria de 1,000 años (de ahí los nombres de Milenio, Milenarismo y Kiliasmo, etc.) entendiéndose que «mil» equivalía, en estilo oriental, a «muy muchos»,
Este «milenarismo» (así como la caída de la iglesia romana y de la restauración de la sinagoga) resucitó en el siglo XVI entre los primeros secuaces del protestantismo.
Fueron milenaristas los anabaptistas y los mennonitas que pretendieron establecer el reino de Dios sobre la tierra.

Werner (en GOSCHLER, Dict. Encyclop. de Théol. Cath. Paris, 1869. t. IV, p. 284) dice: «La Reforma hizo florecer nuevamente el Milenarismo. El encarnizamiento con que, para los fines de su polémica, los Reformadores identificaron al Papa con el Anticristo del Apocalipsis, y la Iglesia Romana con la Prostituta de Babilonia, diseminó las ideas milenarias en la masa del pueblo y contribuyó a fijar la peligrosa dirección que las ideas tomaron entre los anabaptistas. A pesar de los graves excesos que fueron consecuencia del ensueño milenario de los protestantes, el Quiliasmo no se apagó en la Iglesia protestante; despertóge, al contrario, con nueva fuerza entre los teólogos luteranos durante la guerra de los Treinta Años. Todos a una repitieron, como artículo fundamental de la nueva fe, que el Papa era el Anticristo predicho por el Apocalipsis. Después de la paz de Westfalia el Quiliasmo desapareció poco a poco en la Iglesia Luterana Ortodoja, pero se conservó en ciertas sectas protestantes. Las que más se pronunciaron en este sentido fueron la secta de los Weigelianos y los adherentes de Petersen.
A Spener, porque «esperaba mejores tiempos», sospechósele de creer en un quiliasmo más sutil.
Swedenborg enseñó formalmente el milenarismo; según él, la iglesia de la nueva Jerusalén comenzaba con la aparición del mismo Swedenborg.
Bengel y sus discípulos agotaron la sutileza de su ingenio, calculaudo tiempos y fijaban el año de 1836 como fecha inicial del reinado de Cristo en la tierra.
La nueva secta de los Mormones de la América del Norte o «Santos de los Ultimos Días», esperan la próxima iniciación del Reino de Mil Años.
A los pietistas que de Wurtemberg han emigrado al Cáucaso, costó mucho impedirles que fueran a residir en Jerusalén para recibir allí una parte ventajosa del reino de Cristo».

Petersen (Johann Wilhem), teólogo alemán luterano. 1688-1727.
"Creía Petersen, que Dios lo favorecía con visiones, en lag cuales se fundaba para enseñar que, una vez anunciado el Cristianismo en el mundo entero, el reino milenario se establecería en la tierra y enel cielo. La nueva Jerusalén terrestre sería destinada para el pueblo Judío que se convertiría en su totalidad y volvería a Judea, donde sería restablecido su antiguo reino. El reino milena. rio terrestre sería destinado para los mártires y todos aquellos que habrían
aceptado con Cristo la muerte en la cruz. Se haría, en fin, una renovación total o Apocatástasis."

Spener (Ph. Jac.), teólogo alemán luterano. 1635-1705.
"El «quiliasmo» de Spener consistía en esperar un reinado brillante de la Iglesia de Cristo en la tierra después de la caída de Babilonia (o sea, de Roma) y la conversión de los Judíos. Ese reino sería de larga duración y o se prolongaría hasta el día del juicio
final. El reinado del Anticristo habría de ser pasajero. Según él, con la conversión de los Judíos había de inaugurarse el reinado glorioso de Cristo."

en el siglo XVIII la palabra «milenarista» equivalia a «judeófilo» y que la judeofilía milenarista va hasta atribuir a la sinagoga la supremacía en el futuro reino de Dios, es decir, en la segunda Venida del Mesías.

las tres tesis expuestas hasta aquí van rara vez separadas protestante la primera (caída de la iglesia romana), jansenista la segunda (restauración de la sinagoga) y judía la tercera y última (reinado milenario)
Las tres tesis fueron la base del sionismo judaico y el sionismo protestante

Fragmentos de El Lacunzismo de omer emeth
Loris Bari
Los protestantes plagiaron el brillante sacerdote y teólogo jesuita chileno Manuel de Lacunza y Díaz S.J. (* Santiago de Chile, 19 de julio de 1731 - † Imola, Italia, 18 de junio de 1801), el cual realizó una hermosa interpretación milenarista de las profecías de la Sagrada Biblia católica y escribió el libro “La venida del Mesías en gloria y majestad” bajo el pseudónimo judío de Juan …Más
Los protestantes plagiaron el brillante sacerdote y teólogo jesuita chileno Manuel de Lacunza y Díaz S.J. (* Santiago de Chile, 19 de julio de 1731 - † Imola, Italia, 18 de junio de 1801), el cual realizó una hermosa interpretación milenarista de las profecías de la Sagrada Biblia católica y escribió el libro “La venida del Mesías en gloria y majestad” bajo el pseudónimo judío de Juan Josafat Ben-Ezra; del cual surge la teoría del Rapto secreto o “Arrebatamiento”. (1 Tesalonicenses 4, 16-17) “El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego los que estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados junto con ellos en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Y así estaremos con el Señor para siempre.
Ya llega nuestra liberación - EL REINO DE CRISTO EN LA TIERRA (AMPLIADO) => Ya llega nuestra liberación - EL REINO DE CRISTO EN LA TIERRA (AMPLIAD…