LA CONSTRUCCION DEL PANICO para la Gobernanza Mundial

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BREVES PALABRAS “Lo que hace que el hombre sea hombre no es la libertad, la moralidad, la religión, la sociabilidad o la palabra, sino la razón; porque de la razón todas las otras notas se deducen” Réginald GARRIGOU-LAGRANGE: “Sens Commun”

En su libro “Homo Videns. La Sociedad teledirigida”, Giovanni Sartori desarrolla, como bien lo da a entender el título de su obra, la cuestión de la manipulación del hombre moderno. En la primera parte de su libro, el autor trata sobre la primacía de la imagen y el empobrecimiento de la capacidad de entender. Sartori afirma (el libro fue escrito hace unos 22 años) que “la llamada realidad virtual es una irrealidad que se ha creado con la imagen y que es realidad sólo en la pantalla. Lo virtual, las simulaciones amplían desmesuradamente las posibilidades de lo real; pero no son realidades”. En el homo videns, “el lenguaje conceptual (abstracto) es sustituido por el lenguaje perceptivo (concreto) que es infinitamente más pobre: más pobre no sólo en cuanto a palabras (al número de palabras), sino sobre todo en cuanto a la riqueza de significado, es decir, de capacidad cognitiva”. El autor utiliza un ejemplo claro y todavía de actualidad, la imagen de un hombre sin trabajo. La misma, por más clara que sea, por más dolorosa que sea, no permitirá jamás comprender las causas del desempleo y cómo resolverlo.

En la segunda parte de su libro, Sartori afirma, rotundamente, “que el pueblo “soberano” (las comillas son nuestras) “opina”sobre todo en función de cómo la televisión le induce a opinar. Y en el hecho de conducir la opinión, el poder de la imagen se coloca en el centro de todos los procesos de la política contemporánea”. Se trata entonces de la “autoridad de la imagen. [...] Lo esencial es que el ojo cree en lo que ve; y, por tanto, la autoridad cognitiva en la que más cree es lo que se ve. Lo que se ve parece “real”, lo que implica que parece verdadero”.

La información no es conocimiento, se ha de sostener con Sartori. “Por sí misma, la información no lleva a comprender las cosas”. “La televisión da menos informaciones que cualquier otro instrumento de información. Además, con la televisión cambia radicalmente el criterio de selección de las informaciones o entre las informaciones. La información que cuenta es la que se puede filmar mejor; y si no hay filmación no hay ni siquiera noticia, y, así pues, la noticia no se ofrece, pues no es “video-digna””; no cuenta para el mercadeo mediático.

Los tiempos que corren permiten ver cómo la distorsión, la falta de sentido común, y el mal intencionado, siguen generando innumerables debates sin solución, y el colapso total de la sociedad, de la economía real, es decir, la destrucción del trabajo del hombre de a pie. Perdón, seamos más claros, la destrucción misma del hombre.

Enseña Alexis de Tocqueville, “que en tanto que la mayoría es dudosa, se habla; pero, desde que se ha pronunciado irrevocablemente, cada uno se calla, y amigos y enemigos parecen entonces unirse de acuerdo al mismo carro. La razón es sencilla: no hay monarca tan absoluto que pueda reunir en su mano todas las fuerzas de la sociedad, y vencer las resistencias, como puede hacerlo una mayoría revestida del derecho de hacer las leyes y ejecutarlas. [...] La mayoría traza un círculo formidable en torno al pensamiento. Dentro de esos límites el escritor es libre, pero ¡ay si se atreve a salir de él! [...] Antes de publicar sus opiniones, creía tener partidarios; le parece que no los tiene ya, ahora se ha descubierto a todos; porque quienes lo censuran se expresan en voz alta, y quienes piensan como él, sin tener su valor, se callan y se alejan”.

El despotismo, “para llegar al alma, hería groseramente el cuerpo; y el alma, escapando de sus golpes, se elevaba gloriosa por encima de él; pero, en las repúblicas democráticas, no procede de este modo la tiranía; deja el cuerpo y va derecho al alma. El señor no dice más: “Pensaréis como yo, o moriréis-sino que dice-: [...] Permaneceréis entre los hombres, pero perderéis vuestros derechos a la Humanidad. Cuando os acerquéis a vuestros semejantes, huirán de vosotros como de un ser impuro; y quienes creen en vuestra inocencia, ésos mismos os abandonarán, porque huirán de ellos a su vez. Idos en paz, os dejo la vida, pero os la dejo peor que la muerte”.

Hoy muchos pretendemos salir del círculo, confrontar la palabra totalitaria que encarcela y que destruye. La Verdad es hoy silenciada desde la jungla amazónica por los mismos que deberían anunciarla desde los campanarios, rompiendo lanzas con quienes atropellan al rebaño. Pero no, prefieren tejer PACTOS EDUCATIVOS GLOBALES financiados y pistoneados por quienes trabajan para la abominación15 . El riesgo es alto, pero quien quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por Él, la salvará.
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Mi FE está frustrada
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