SINODO : El cambio de la Doctrina está en la agenda
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Todos dicen que existe, nadie sabe dónde está. Es el "camino penitencial" para la comunión de los divorciados que se han vuelto a casar. El teólogo dominico Michelet pone al descubierto las contradicciones
por Sandro Magister
ROMA, 14 de julio del 2015 – Desde la facultad teológica de Friburgo, en Suiza, el teólogo dominico francés Thomas Michelet llama la atención sobre un oscuro pasaje del "instrumento de trabajo" del sínodo sobre la familia, preparatorio de la sesión que se celebrará el próximo mes de octubre.
El oscuro pasaje está en el parágrafo 123 del documento de trabajo, el cual comienza dando por descontado que "existe un común acuerdo sobre la hipótesis de un itinerario de reconciliación o camino penitencial, bajo la autoridad del Obispo, para los fieles divorciados vueltos a casar civilmente".
En primer lugar, Michelet hace notar que no se entiende cómo y cuándo se ha verificado este "acuerdo común".
Luego, sobre todo, observa que el contenido de ese presunto "acuerdo" está lejos de ser claro, tal como está redactado en el "Instrumentum laboris". Al igual que el ave fénix en "Così fan tutte" de Wolfgang Amadeus Mozart: "Todos dicen que existe, nadie sabe dónde está".
Esta falta de claridad – advierte Michelet – terminaría por hacer ambiguas también las propuestas conclusivas del sínodo, allanando el camino a praxis pastorales tan diferentes como para socavar la unidad de la doctrina respecto a la indisolubilidad del matrimonio, aunque de palabra se reafirme que está intacta.
De aquí la exigencia de aclarar lo más rápidamente posible qué se entiende por "camino penitencial", al término del cual se reabriría ese acceso a la Eucaristía que sigue estando vedado para los divorciados que se han vuelto a casar.
En la prestigiosa revista "Nova & Vetera", publicada por la facultad teológica de Friburgo, el padre Michelet ya ha adelantado en la primavera pasada la propuesta de restablecer en formas actualizadas lo que en la Iglesia antigua era el "ordo paenitentium", para todos los que se encuentran en una situación constante de deformación de la ley de Dios, pero emprendiendo un camino de real conversión que puede durar muchos años o también toda la vida:
> Sínodo. La propuesta de una "tercera vía" (1.5.2015)
Pero ahora Michelet retorna al argumento llegando al corazón de la discusión sinodal. A su juicio, la propuesta del cardenal Walter Kasper y de los que como él quieren conceder el acceso a la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar, aunque permaneciendo en esa situación irregular de vida, no es compatible con la auténtica misericordia de Dios, sino opuesta a ella.
No sólo eso. Una concesión de este tipo haría de las segundas nupcias civiles "el único pecado por el cual sería posible obtener el perdón sin una previa renuncia al pecado mismo", además de socavar hasta la raíz el sentido auténtico de los sacramentos del matrimonio, de la Eucaristía y de la penitencia.
Totalmente distinto, por el contrario, a un camino penitencial que permanezca fiel a los mandatos de Jesús y a la tradición de la Iglesia Católica, como el ya ilustrado por Michelet y ahora vuelto a proponer aquí.
A continuación – en exclusiva para www.chiesa – el texto íntegro de la nueva intervención del teólogo dominico.
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