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Memoria de Sant Juan de la Cruz, 14 de diciembre de 2019

NO estoy de acuerdo con los vídeos que en Gloria.tv critican al Santo Padre Francisco
mossenjoan.com

// No estic d'acord amb els vídeos que en Gloria.tv critiquen al Sant Pare Francesc

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Memoria de Sant Juan de la Cruz, 14 de diciembre de 2019
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‘Monseñor, ¿usted me pide que rece por usted?
ESTOY AQUÍ DENTRO PARA MORIR POR USTED.’

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Fuente de la imagen:
imagenesreligiosas.blogspot.com

Misa bilingüe, catalán y castellano.

Sant Joan Baptista, Sant Joan Despí, Prov. Barcelona, Catalonia, Spain.

Homilía a partir del minuto 6'15''
Memoria de Sant Juan de la Cruz, 14 de diciembre de 2019

San Juan de la Cruz, como Elías y San Juan Bautista, es un profeta de Fuego.
El maestro de la Noche Oscura del alma.

"Tenemos la soberbia tan enraizada, que para destruir nuestra soberbia, Dios llega a aniquilar el alma, para que muera con ella la soberbia" (Cita no literal).

San Juan de la Cruz ve la Noche oscura del alma en muchos lugares de la Biblia:

En la zarza ardiendo, cuando le dice Dios a Moisés que se descalce pues está en tierra sagrada.

Debemos “descalzarnos de las consolaciones del alma, que no son Dios, y solo buscar al Dios de la Consolación” (Cita no literal).

En el salmo: “Desde el abismo clamo a ti, Señor”, desde el abismo de la Noche Oscura del alma.

Él fue el director espiritual de Santa Teresa de Ávila. Cuando estaban en dirección espiritual en el convento de la Encarnación, en Ávila, se cuenta que los dos levitaban (tan elevada y agradable a Dios era su contemplación de los misterios de la FE).

Nos cuenta Santa Teresa de Ávila, que “estando comulgando”, en el convento de la Encarnación, San Juan de la Cruz le da la comunión. Ella queda un poco contrariada interiormente porque San Juan de la Cruz le ha dado sólo media forma (para compartirla seguramente con otra monja).
En ese momento Santa Teresa tiene la impresionante visión del Esposo de su alma que le regala un clavo de su Cruz redentora.

Esto está en el convento de la Encarnación representado bellamente en un gran cuadro.

El mensaje es claro: cuando llegas a la unión esponsal con tu Dios, en lo más íntimo de tu ser, en la séptima morada de tu Castillo Interior, que es tu alma, Dios te hace partícipe de lo que Él más quiere: la Salvación del Mundo entero.

Te regala un clavo de su Cruz redentora para que participes de sus sufrimientos redentores, y le ayudes a salvar a este mundo tan perdido, pero que Él tanto ama.

Lo dice San Pablo en Col 1,24: “Estoy contento de sufrir por vosotros porque así yo completo en mi carne aquello que falta a los sufrimientos de Cristo, para el bien de su Cuerpo, que es la Iglesia.”

Hermanos y hermanas, yo hice hace un tiempo los ejercicios espirituales en Ávila. Al final de los ejercicios, pudimos ir al locutorio de las monjas del convento de la Encarnación.

Les pude hacer esta pregunta:

“Hermanas, he visto en el convento la representación del episodio impresionante de Jesús regalando un clavo de la Cruz redentora, a Santa Teresa de Ávila. ¿Esto, hermanas, esa algo importante para vosotras, os habla del misterio de la co-redención (colaborar con Dios en la obra admirable de la Salvación de las almas), o es solo algo extraño que le sucedió a Santa Teresa, vuestra fundadora.”

Esta fue su respuesta:

“Padre, ¿qué nos está preguntando?

¡Claro que es algo importante para nosotras!

Estamos aquí dentro precisamente para colaborar, con Cristo a la Salvación de las almas.

Un monseñor le pidió a una monja carmelita de clausura que rezara por él. Ella le contestó:

‘Monseñor, ¿usted me pide que rece por usted?

ESTOY AQUÍ DENTRO PARA MORIR POR USTED.’”

Fuente de la imagen: www.cipecar.org