49:37

Ayuno, Penitencia, Mortificación y Sacrificio - E.S. Marino Restrepo.
20 Y se lo llevaron. Apenas el espíritu vio a Jesús, retorció violentamente al muchacho, el cual se cayó al suelo revolcándose y echando espumarajos.
21 Jesús preguntó al padre: "¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto?". Él respondió: "Desde la infancia; 22 y muchas veces lo tira al fuego y al agua para matarlo. Si puedes hacer algo, apiádate de nosotros y ayúdanos".
23 Jesús le dijo: "¡Si puedes...! Todo es posible para el que cree".
24 Entonces el padre del muchacho exclamó: "Yo creo. Ayúdame a creer más".
25 Jesús, al ver que acudía más gente, increpó al espíritu inmundo diciendo: "Espíritu mudo y sordo, yo te lo ordeno: Sal del muchacho y nunca más vuelvas a entrar en él". 26 Y el espíritu, dando gritos y haciendo que el muchacho se retorciera violentamente, salió de él, dejándolo como muerto, tanto que muchos decían que estaba muerto. 27 Pero Jesús lo agarró de la mano, lo levantó, y el muchacho se mantuvo en pie.
28 Cuando Jesús entró en casa, sus discípulos, a solas con él, le preguntaron: "¿Por qué nosotros no pudimos echarlo?".
29 Y él les dijo: "A esa raza sólo se la puede expulsar con la oración y el ayuno". Marcos 9, 20-29
25 Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, justo y piadoso, que esperaba la liberación de Israel: El Espíritu Santo estaba en él, 26 y le había anunciado que no moriría sin ver al mesías del Señor. 27 Movido por el Espíritu fue al templo, y, al entrar los padres con el niño Jesús para cumplir lo establecido por la ley acerca de él, 28 lo recibió en sus brazos y bendijo a Dios diciendo:
29 "Ahora, Señor, puedes dejar morir en paz a tu siervo, porque tu promesa se ha cumplido:
30 Mis propios ojos han visto al Salvador
31 que has preparado ante todos los pueblos,
32 luz para iluminar a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel".
33 Su padre y su madre estaban admirados de las cosas que decían de él. 34 Simeón los bendijo, y dijo a María, su madre: "Este niño está destinado en Israel para que unos caigan y otros se levanten; será signo de contradicción 35 para que sean descubiertos los pensamientos de todos; y a ti una espada te atravesará el corazón".
36 Estaba también la profetisa Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada. Se había casado muy joven, y a los siete años de matrimonio había enviudado. 37 Tenía ochenta y cuatro años. Estaba siempre en el templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos y oraciones. 38 Se presentó en aquel mismo momento, y daba gloria a Dios hablando del niño a todos los que esperaban la liberación de Israel. Lucas 2, 25-38

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