Soy catedrático en una conocida Facultad de Derecho de Madrid. No soy demasiado practicante, pero sí creyente. Hace poco tiempo a mi esposa le detectaron un melanoma maligno y decidieron operarla cuanto antes. Pero, por lo que os voy a contar, no hizo falta pasar por la sala de operaciones.
FAVORES POR SU INTERCESIÓN29/08/2019
Capilla dedicada a San Josemaría en la Catedral de La Almudena (Madrid)
Al día siguiente era la operación. Sin embargo, por la mañana miré la zona donde estaba el melanoma y me quedé lívido: no quedaba ni rastro de él. Examiné otra vez el sitio -esta vez con una lupa- y la piel estaba completamente limpia.
AL DÍA SIGUIENTE ERA LA OPERACIÓN. SIN EMBARGO, POR LA MAÑANA MIRÉ LA ZONA DONDE ESTABA EL MELANOMA Y ME QUEDÉ LÍVIDO
Naturalmente, fuimos a la consulta del médico que debía operarla esa misma mañana y quedó confuso, al no ver ni sombra del melanoma que él mismo había diagnosticado. Volvió a examinar varias veces a mi esposa y al final dijo que, efectivamente, había desaparecido y que ya no era necesaria la operación.
La curación instantánea la atribuyo firmemente a la intercesión de San Josemaría. Me ha parecido de justicia escribir este relato y transmitirlo a la Postulación del Opus Dei.