Clarissa
1,2 mil
"Mi refugio y mi baluarte, mi Dios, en quien confío". Tú que vives al amparo del Altísimo 1 y resides a la sombra del Todopoderoso, di al Señor: “Mi refugio y mi baluarte, 2 mi Dios, en quien confío”. …Más
"Mi refugio y mi baluarte, mi Dios, en quien confío".

Tú que vives al amparo del Altísimo
1 y resides a la sombra del Todopoderoso,

di al Señor: “Mi refugio y mi baluarte,

2 mi Dios, en quien confío”.

Él te librará de la red del cazador

3 y de la peste perniciosa;

te cubrirá con sus plumas,

4 y hallarás un refugio bajo sus alas.

No temerás los terrores de la noche,

5 ni la flecha que vuela de día,

ni la peste que acecha en las tinieblas,

6 ni la plaga que devasta a pleno sol.

Aunque caigan mil a tu izquierda

7 y diez mil a tu derecha,

7 tú no serás alcanzado:

7 su brazo es escudo y coraza.

Con sólo dirigir una mirada,

8 verás el castigo de los malos,

porque hiciste del Señor tu refugio

9 y pusiste como defensa al Altísimo.

No te alcanzará ningún mal,

10 ninguna plaga se acercará a tu carpa,

porque Él te encomendó a sus ángeles

11 para que te cuiden en todos tus caminos.

Ellos te llevarán en sus manos

12 para que no tropieces contra ninguna piedra;

caminarás sobre leones y víboras,

13 pisotearás cachorros de león y serpientes.

“Él se entregó a mí,

14 por eso, yo lo libraré;

14 lo protegeré, porque conoce mi Nombre;

me invocará, y yo le responderé.

15 Estaré con él en el peligro,

15 lo defenderé y lo glorificaré;

le haré gozar de una larga vida

16 y le haré ver mi salvación”.

Salmo 91 (90)