El azar y la causalidad: “La certeza de la muerte”
“La certeza de la muerte”: El coronavirus nos ha puesto en suerte enfrentarnos a la muerte como una posibilidad real. Algunos hemos tenido la suerte de verla de cerca en otras ocasiones y no nos coge de sorpresa, aunque ni por esas solemos pensar en ella con frecuencia. La muerte es una certeza para quien vive, sabemos desde que tomamos conciencia de ello, en nuestra más tierna infancia, que vamos a morir.
Y sin embargo el coronavirus nos ha cogido por sorpresa a una inmensa mayoría. Yo practico el consejo que doy a mis pacientes con trastorno obsesivo-compulsivo y no me preocupo de las cosas hasta que llegan. Pues bien, el coronavirus ha llegado y nos enfrenta a todos con la posibilidad real de morir, que según los expertos roza entre un 0,5% y un 5%. Vamos, que uno de cada 20 a 200 habitantes va a morir como consecuencia de un virus que algunos decían que era un poco más que una gripe. Los que contamos más años y algunas patologías como diabetes, hipertensión, etcétera, tenemos aún más posibilidades (un 15% aproximadamente).
“El riesgo de muerte”: Para ponderar cuánto supone el riesgo me ha venido a la memoria la excelente película “El cazador”, de 1978, y protagonizada por Robert De Niro, Meryl Streep y Christopher Walken. Pues bien, en la misma se escenifica una secuencia en la cual este último actor juega a la ruleta rusa delante de sus captores norvietnamitas o del Viet-Cong, ya no recuerdo bien. En este absurdo juego un sujeto apunta a su sien y aprieta el gatillo de un revólver, cuyo tambor contiene solo una bala. La probabilidad de que uno se mate en este juego, con un tambor con siete recámaras es del 14%. Como se ve, la probabilidad es algo mayor que la media de mortalidad por el coronavirus (pero similar en los mayores de 80 años). La única ventaja es que no solemos jugar en este tipo de competiciones (en la película los vietnamitas forzaban a sus prisioneros a hacerlo).
Sin embargo, en cuanto a la pandemia se refiere, resulta evidente que una gran parte de la población acabará pasando la viriasis (salvo que se encuentre antes una vacuna eficaz). Se calcula que, aunque consigamos doblegar la curva epidemiológica, se contagiará hasta un 70% de la población. LA NUEVA ESPAÑA se hacía eco el pasado 11 de marzo del pronóstico de la canciller germana, que se alcanzaría este nivel de contagio en Alemania. Si somos algo más conservadores en el cálculo, y solo el 50% de la población pasara la enfermedad, ello supondría que participaremos al menos uno de cada dos españoles en una ruleta rusa con una bala en un revolver de veinte recámaras. ¿Aterrador? Pues es real.
“El significado de la vida”: Y esto me lleva a una conclusión a la que debemos llegar todos: que realmente podemos morirnos y que la vida es preciosa, que merece la pena vivirla, que nos necesitamos unos a otros y que solo hay dos posibilidades ante esta certeza: 1) Pensar que todo es fruto del azar y la casualidad, y que “Carpe diem”, hay que aprovechar cada día y cada hora. 2) Que existe una causalidad y que nuestra vida tiene sentido por y para los demás, que igualmente debemos aprovecharla al máximo, para cumplir con nuestro destino y darle un significado. No vamos a poder decidir si participamos o no en la ruleta del coronavirus, pero al menos podemos meditar sobre el sentido que tiene la vida que vivimos día a día, mientras dure (que esperemos sea mucho). Si reflexionamos sobre ello, al menos esta pandemia nos habrá hecho más sabios.
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