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Grupo de Sacerdotes de EE.UU: "La masturbación es una forma de oración"

En junio, la anticatólica Asociación de Sacerdotes Católicos Estadounidenses (AUSCP) celebró su asamblea anual en San Antonio, Texas, con el tema "Sexualidad y espiritualidad: Enfoques pastorales".

El 24 de agosto, LepantoIn.org publicó grabaciones de audio de las reuniones. Michael Hichborn, presidente del Instituto Lepanto, resume las grabaciones: "Oímos a sacerdotes admitir que eran homosexuales y que se masturbaban. En un caso, un sacerdote dijo que agradecía a Dios el don de poder darse placer sexualmente".

El arzobispo John Wester de Santa Fe, Nuevo México -consejero episcopal de la AUSCP- y el obispo John Stowe de Lexington, Kentucky -miembro de la AUSCP- estuvieron presentes.

Nota: El reverendo David Buersmeyer, partidario de la AUSCP desde hace mucho tiempo, fue ascendido a defensor del pueblo de la archidiócesis de Detroit en agosto por el arzobispo Edward Weisenburger, opositor al rito romano.

Extractos del audio:

Un sacerdote dijo: "Cuando me masturbo, rezo y digo: 'Gracias, Dios'. Creo que también es un momento para rezar. No creo que lo vean como algo negativo. Durante muchos años, he pensado que deberíamos dar gracias a Dios por la belleza de nuestra sexualidad y nuestra (ininteligible). Pero todos estos años he pensado que no se trata sólo de eso. Si no me masturbo, no tendré un alto nivel de actitud. Creo que también puede ser una expresión de un alto nivel de oración y una forma de decirle a Dios: 'Gracias por esta hermosa expresión que tenemos en nuestra sexualidad [...]'. Así que no se trata sólo de masturbarse. Es parte del proceso. ¿Sabe? Tal vez cuando alguien se casa, no necesita eso porque tiene una esposa u otras formas. Pero en nuestro caso, creo que es una forma de decir: 'Gracias, Dios, por esto'. Aunque no lo veo de forma negativa".

El reverendo Ron Rolheiser, profesor de teología y filosofía en la Escuela Oblata de Teología, no estuvo de acuerdo en que ese comportamiento sea "bueno". Sin embargo, sugirió que esos actos no son más que imperfecciones, obstáculos para el "ideal" de la sexualidad humana: "Los antropólogos dicen que la masturbación no es el ideal. El sexo no debería ser eso en absoluto".

Otro sacerdote admitió que es homosexual: "Ignorar el deseo sexual a veces puede conducir a un comportamiento negativo. Hemos hablado de ello. Como homosexual que no creció sabiendo que lo era, pero como católico de raza negra, si la Iglesia lo decía, yo lo hacía. Me lo creía. Intenté no masturbarme. Aunque no entendía muy bien lo que era. Creía que me llevaba al suicidio. Creo que eso podría ser lo que está llevando a algunos de los varones de nuestra sociedad a los tiroteos masivos y a otras expresiones de violencia. Es otra forma de liberarse. Así que quizá sea una salida útil".

Traducción IA
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Parece un argumento del "club de la comedia " para comenzar a soltar gags y risas del público.

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La noticia se extiende y llega a todos los rincones del mundo, pero Prevost guarda silencio. Prevost ni siquiera tiene la excusa de la ignorancia, ya que la bomba explotó en su propio país, donde ni siquiera puede alegar que no entendía su propio idioma.

Los activistas homosexuales apóstatas Cupich, Wilton Gregory, Robert McElroy y varios obispos apóstatas han quedado al descubiertos apoyando a la Asociación Estadounidense de Sacerdotes que tienen y promueven Perversiones Sexuales (AUSCP).
¿Por qué Prevost aún no ha prohibido a los sacerdotes pertenecer a la secta disidente y apóstata "Asociación de Sacerdotes Católicos Americanos (AUSCP)", ni ha condenado a los miembros de esta secta anticatólica, a la que pertenecen los activistas homosexuales apóstatas Cupich, Wilton Gregory, Robert McElroy y varios obispos apóstatas? ¡Por desgracia, todos sabemos la respuesta!

Sancte Michael Archangele, defénde nos in praelio; contra nequitiam et insídias diáboli esto praesidium.
Imperet illi Deus, súpplices deprecámur;
tuque, prínceps milítiae caeléstis, Sátanam aliósque spíritus malígnos,
qui ad perditiónem animárum pervagántur in mundo,
divina virtúte in inférnum detrúde. Amen