MAYO CON MARÍA: Día 12: ¡Mi vida no es mía! Pertenece a Dios

Si nos ponemos en la piel de María, algo que sorprende es la rapidez con que dice sí a lo que Dios le pide, la generosidad ante su vocación. ¿Sabes por qué actúa así? Porque es consciente de algo muy importante que muchos no sabemos, o si lo sabemos enseguida lo olvidamos: su vida no es suya.

García Morente, filósofo no creyente, se convirtió al darse cuenta de esto. Él lo explica con estas palabras que, aunque no son fáciles, si las lees con atención, verás qué interesantes son:

"Mi vida, los hechos de mi vida, se habían realizado sin mí, sin mi intervención (se refiere al trabajo que tenía, las amenazas que recibió, tuvo que emigrar dejando a su familia .... ). Yo los había presenciado pero en ningún momento provocado. Me pregunto entonces: ¿Quién, pues, o qué era la causa de esa vida, que siendo mía, no era mía? Lo curioso era que todos esos acontecimientos pertenecían a mi vida, pero no habían sido provocados por mí; es decir, no eran míos.

Entonces, por un lado, mi vida me pertenece, pero, por otro lado, no me pertenece, no es mía, puesto que su contenido viene en cada caso producido y causado por algo ajeno a mi voluntad. Solo encontraba una solución para entender la vida: algo o alguien distinto de mí hace mi vida y me la entrega”.


Madre mía, enséñame esta lección: Mi vida es mía y no es mía. Alguien distinto de mí hace mi vida y me la entrega. Yo, con libertad, la vivo como quiero, pero es Dios quien me la entrega con un para qué, con un fin, con una misión. Por eso, mi vida es mía y es de Dios: somos copropietarios. Mi vida es para Dios, y, por Él, para los demás, porque libremente quiero hacer el bien.

Ahora puedes seguir hablando a María con tus palabras, comentándole algo de lo que has leído.


Después termina con la oración final.

ORACIÓN FINAL

¡OH SEÑORA MÍA, Oh Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti; y en prueba de mi amor de hijo te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo, Madre buena, guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya. Amén
Cecilia Argentina
Ave María, Madre de Dios
Cecilia Argentina
Ave María, Madre de Dios
Un comentario más de Cecilia Argentina
Cecilia Argentina
Ave María, Madre de Dios
santa clara
¡Bendita eres, Virgen María!
santa clara
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santa clara
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Victoria María
¡OH SEÑORA MÍA, Oh Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti; y en prueba de mi amor de hijo te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo, Madre buena, guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya. Amén
Victoria María
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea.
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Victoria María
4. De sus gracias tesorera
la nombró su Redentor:
con tal Madre y Medianera
ya no teme el pecador.
Victoria María
1. Con el ángel de María
las grandezas celebrad.
Transportados de alegría
sus finezas publicad.
Victoria María
Oh María, Madre mía
oh consuelo del mortal:
amparadme y guiadme
a la patria celestial.
1. Con el ángel de María
las grandezas celebrad.
Transportados de alegría
sus finezas publicad.
2. Salve, júbilo del cielo,
del Excelso dulce imán;
Salve hechizo de este suelo,
triunfadora de Satán.
3. Quien a ti ferviente clama
halla gloria en el pesar,
pues tu nombre luz derrama,
gozo y bálsamo sin par.
4…Más
Oh María, Madre mía
oh consuelo del mortal:
amparadme y guiadme
a la patria celestial.

1. Con el ángel de María
las grandezas celebrad.
Transportados de alegría
sus finezas publicad.

2. Salve, júbilo del cielo,
del Excelso dulce imán;
Salve hechizo de este suelo,
triunfadora de Satán.

3. Quien a ti ferviente clama
halla gloria en el pesar,
pues tu nombre luz derrama,
gozo y bálsamo sin par.

4. De sus gracias tesorera
la nombró su Redentor:
con tal Madre y Medianera
ya no teme el pecador.

5. Pues te llamo confe viva
muestra, ¡oh Madre!, tu bondad,
a mí vuelve, compasiva,
esos ojos de piedad.
Marcelino Champagnat
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza.
A Ti, celestial princesa, Virgen Sagrada María,
te ofrezco en este día, alma vida y corazón.
Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía. Amén.
Marcelino Champagnat
El ángel le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su Padre, y él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin."
María le dujo entonces al ángel:"¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo …
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El ángel le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su Padre, y él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin."

María le dujo entonces al ángel:"¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen? El ángel le contestó: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para Dios". María contestó: "Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho". Y el ángel se retiró de su presencia.
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Marcelino Champagnat
¡Hágase en mí según tu voluntad!
Marcelino Champagnat
¡Ave María, llena de gracia!
Marcelino Champagnat
¡Ave María, llena de gracia!
Marcelino Champagnat
¡Ave María, llena de gracia!
Marcelino Champagnat
¡Ave María, llena de gracia!
Marcelino Champagnat
¡OH SEÑORA MÍA, Oh Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti; y en prueba de mi amor de hijo te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo, Madre buena, guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya. Amén