NACIMOS PARA SER FELICES, PERO, TAMBIÉN, ACEPTANDO LAS CRUCES CON PAZ, TRANQUILIDAD Y QUIETUD No existe felicidad plena sin dolor y tenemos que aceptar sufrimientos, pero viviendo con esperanza, …Más
NACIMOS PARA SER FELICES, PERO, TAMBIÉN, ACEPTANDO LAS CRUCES CON PAZ, TRANQUILIDAD Y QUIETUD
No existe felicidad plena sin dolor y tenemos que aceptar sufrimientos, pero viviendo con esperanza, llevándolo con confianza a Dios, porque es amor y todo lo permite para bien del crecimiento espiritual.
Dios nos prepara a través del dolor y el sufrimiento, nos lleva a escalar día a día rumbo a la eternidad donde el dolor se acaba, no existe más.
Jesús nos promete que eres bienaventurada, alma que lloras, porque más tarde reirás. Dios cambia nuestro lamento en baile.
Invoquemos a nuestra Madre María quien sufrió y padeció cruces desde el inicio de su corredención.
No existe felicidad plena sin dolor y tenemos que aceptar sufrimientos, pero viviendo con esperanza, llevándolo con confianza a Dios, porque es amor y todo lo permite para bien del crecimiento espiritual.
Dios nos prepara a través del dolor y el sufrimiento, nos lleva a escalar día a día rumbo a la eternidad donde el dolor se acaba, no existe más.
Jesús nos promete que eres bienaventurada, alma que lloras, porque más tarde reirás. Dios cambia nuestro lamento en baile.
Invoquemos a nuestra Madre María quien sufrió y padeció cruces desde el inicio de su corredención.