Martin Mosebach: La Iglesia despojó a la misa de la visualización sagrada
- La Iglesia se empeña actualmente en despojar al sacrificio de la misa de toda visualización. ¿No basta una simple mesa como altar? ¿No pueden simplificarse radicalmente los paramentos o incluso omitirse?
- El esplendor de la liturgia, que destacaba de la gris ordinariez de la vida cotidiana, pretendía elevar los corazones al cielo.
- Durante 300 años, en la Francia medieval, un tercio de los ingresos del Estado se destinó a la construcción de catedrales. Se dice que se movieron más piedras para este fin que en los 3000 años del Egipto faraónico. Esto ocurrió cuando la mayoría de la gente vivía en la pobreza según los estándares actuales.
- Lo sagrado, el espacio sustraído al comercio, creado en torno al Santísimo Sacramento, es un valor en sí mismo y no necesita más justificación. Si, por el contrario, una iglesia no se llena hoy en día, el primer impulso de las diócesis es venderla o demolerla.
- En los conciertos de rock y en el mundo del espectáculo se hace un esfuerzo sensual sin igual. Las Olimpiadas se inauguran con un esplendor excesivo.
- La belleza no apela ni a la razón ni a la moral, sino a los sentidos. En ella, la verdad se revela en el reino de la materia, el cuerpo. Pero para el hombre moderno la belleza pertenece al reino de la arbitrariedad individual y subjetiva.
- Los creyentes sencillos, que no se dejan alcanzar por las corrientes teológicas actuales y siguen simplemente sus instintos, se han refugiado en el kitsch ante la supresión de la belleza de la liturgia. Sus figuras de yeso coronadas deberían ser percibidas como un ardiente reproche por los responsables de la capitulación estética de la iglesia.
- La iglesia tiene un amplio conjunto de normas para todo su aspecto exterior que no deja lugar a opciones de diseño individuales y, por tanto, a la guerra civil estética.
- El aspecto que debe tener una iglesia no se deja a la discreción de un arquitecto estrella al que la jerarquía da humildemente las gracias. Una iglesia debe estar orientada hacia el este, tener un santuario separado de la nave por pantallas de coro modeladas según el Templo de Jerusalén, un altar con escalones que represente el Calvario y no la mesa. El baptisterio debe estar situado fuera de la nave.
- Si sigue todas las leyes tradicionales a la hora de diseñar una iglesia, verá que el espacio sagrado se crea incluso en la más completa falta de arte.
- Por último, debemos reconocer la incapacidad del arte contemporáneo para servir a la liturgia cuando se trata de imágenes sagradas.
- En Alemania, la representación de la cruz se ha dejado en manos de artistas comerciales, que en muchos lugares, por ejemplo en el himnario, la han convertido en una "T" aplastada y desintegrada en la que no se podría clavar ningún cuerpo.
- A pesar de todo, la cruz sigue ahí, en una sencillez insuperable, alejada de cualquier discusión estética. Ningún genio artístico es capaz de añadirle nada.
- El trabajo litúrgico de visualizar a Dios es una sobrecarga tremenda. La observancia exacta de las reglas tradicionales produce un gran alivio.
- En nuestra actual incapacidad para la belleza, tenemos una nueva oportunidad de experimentar la belleza como algo que no es de nuestra propia creación e intención, sino como revelación y gracia.
Traducción IA