Miércoles de Ceniza: el inicio de la Cuaresma.

1 de marzo

La imposición de las cenizas nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra vida definitiva se encuentra en el Cielo.

La Cuaresma comienza con el Miércoles de Ceniza y es un tiempo de oración, penitencia y ayuno. Cuarenta días que la Iglesia marca para la conversión del corazón.

Las palabras que se usan para la imposición de cenizas, son:
- "Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás"
- "Conviértete y cree en el Evangelio".


Origen de la costumbre

Antiguamente, los judíos acostumbraban a cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio y los ninivitas también usaban la ceniza como signo de su deseo de conversión de su mala vida a una vida con Dios.

En los primeros siglos de la Iglesia, las personas que querían recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad vestidos con un "hábito penitencial". Esto representaba su voluntad de convertirse.
En el año 384 d.C., la Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos y desde el siglo XI, la Iglesia de Roma acostumbra poner las cenizas al iniciar los 40 días de penitencia y conversión.

Las cenizas que se utilizan se obtienen quemando las palmas usadas el Domingo de Ramos del año anterior. Esto nos recuerda que lo que fue signo de gloria pronto se reduce a nada.

También fue usado el período de Cuaresma para preparar a los que iban a recibir el Bautismo la noche de Pascua, imitando a Cristo con sus 40 días de ayuno.

La imposición de ceniza es una costumbre que nos recuerda que algún día vamos a morir y que nuestro cuerpo se va a convertir en polvo. Nos enseña que todo lo material que tengamos aquí se acaba. En cambio, todo el bien que tengamos en nuestra alma nos lo vamos a llevar a la eternidad. Al final de nuestra vida, sólo nos llevaremos aquello que hayamos hecho por Dios y por nuestros hermanos los hombres.

Cuando el sacerdote nos pone la ceniza, debemos tener una actitud de querer mejorar, de querer tener amistad con Dios. La ceniza se le impone a los niños y a los adultos.


Significado del carnaval al inicio de la Cuaresma

La palabra carnaval significa adiós a la carne y su origen se remonta a los tiempos antiguos en los que por falta de métodos de refrigeración adecuados, los cristianos tenían la necesidad de acabar, antes de que empezara la Cuaresma, con todos los productos que no se podían consumir durante ese período (no sólo carne, sino también leche, huevo, etc.)

Con este pretexto, en muchas localidades se organizaban el martes anterior al miércoles de ceniza, fiestas populares llamadas carnavales en los que se consumían todos los productos que se podrían echar a perder durante la cuaresma.

Muy pronto empezó a degenerar el sentido del carnaval, convirtiéndose en un pretexto para organizar grandes comilonas y para realizar también todos los actos de los cuales se "arrepentirían" durante la cuaresma, enmarcados por una serie de festejos y desfiles en los que se exaltan los placeres de la carne de forma exagerada, tal como sigue sucediendo en la actualidad en los carnavales de algunas ciudades, como en Río de Janeiro, Brasil o Nueva Orleans, Estados Unidos.


El ayuno y la abstinencia

El miércoles de ceniza y el viernes santo son días de ayuno y abstinencia. La abstinencia obliga a partir de los 14 años y el ayuno de los 18 hasta los 59 años. El ayuno consiste en hacer una sola comida fuerte al día y la abstinencia es no comer carne. Este es un modo de pedirle perdón a Dios por haberlo ofendido y decirle que queremos cambiar de vida para agradarlo siempre.

La oración

La oración en este tiempo es importante, ya que nos ayuda a estar más cerca de Dios para poder cambiar lo que necesitemos cambiar de nuestro interior. Necesitamos convertirnos, abandonando el pecado que nos aleja de Dios. Cambiar nuestra forma de vivir para que sea Dios el centro de nuestra vida. Sólo en la oración encontraremos el amor de Dios y la dulce y amorosa exigencia de su voluntad.

Para que nuestra oración tenga frutos, debemos evitar lo siguiente:

La hipocresía: Jesús no quiere que oremos para que los demás nos vean llamando la atención con nuestra actitud exterior. Lo que importa es nuestra actitud interior.
La disipación: Esto quiere decir que hay que evitar las distracciones lo más posible. Preparar nuestra oración, el tiempo y el lugar donde se va a llevar a cabo para podernos poner en presencia de Dios.

La multitud de palabras: Esto quiere decir que no se trata de hablar mucho o repetir oraciones de memoria sino de escuchar a Dios. La oración es conformarnos con Él, nuestros deseos, nuestras intenciones y nuestras necesidades. Por eso no necesitamos decirle muchas cosas. La sinceridad que usemos debe salir de lo profundo de nuestro corazón porque a Dios no se le puede engañar.


El sacrificio

Al hacer sacrificios, debemos hacerlos con alegría, ya que es por amor a Dios. Si no lo hacemos así, causaremos lástima y compasión y perderemos la recompensa de la felicidad eterna. Dios es el que ve nuestro sacrificio desde el cielo y es el que nos va a recompensar. Cuando ayunéis no aparezcáis tristes, como los hipócritas que desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan, en verdad os digo, ya recibieron su recompensa. Tú cuando ayunes, úngete la cabeza y lava tu cara para que no vean los hombres que ayunas, sino tu Padre que está en lo secreto: y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará. " (Mt 6,6)"
El sacrificio, es preciso dulcificarlo con un amor grande a Dios. El dolor nos engrandece cuando sabemos sobrellevarlo. La Virgen María en su vida tuvo que llevar a cabo muchos sacrificios y lo hizo con mucha alegría y amor a Dios.


Palabras de Juan Pablo II sobre el miércoles de ceniza (pronunciadas el 16-2-1983)

El miércoles de ceniza se abre una estación espiritual particularmente relevante para todo cristiano que quiera prepararse dignamente para la preparación del misterio pascual, o sea, el recuerdo de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor.

Este tiempo vigoroso del Año Litúrgico se caracteriza por el mensaje bíblico que puede ser resumido en una sola palabra: "matanoeiete", es decir "Convertíos". Este imperativo es propuesto a la mente de los fieles mediante el rito austero de la imposición de ceniza, el cual, con las palabras "Convertíos y creed en el Evangelio" y con la expresión "Acuérdate que eres polvo y al polvo volverás", invita a todos a reflexionar acerca del deber de la conversión, recordando la inexorable caducidad y efímera fragilidad de la vida humana, sujeta a la muerte.

La sugestiva ceremonia de la Ceniza eleva nuestras mentes a la realidad eterna que no pasa jamás, a Dios; principio y fin, alfa y omega de nuestra existencia. La conversión no es, en efecto, sino un volver a Dios, valorando las realidades terrenales bajo la luz indefectible de su verdad.

Una valoración que implica una conciencia cada vez más diáfana del hecho de que estamos de paso en este fatigoso itinerario sobre la tierra, y que nos impulsa y estimula a trabajar hasta el final, a fin de que el Reino de Dios se instaure dentro de nosotros y triunfe su justicia.
Sinónimo de "conversión" es así mismo la palabra "penitencia"... Penitencia como cambio de mentalidad. Penitencia como expresión de libre y positivo esfuerzo en el seguimiento de Cristo.


webcatolicodejavier.org/ceniza.html
Marcelino Champagnat
El ayuno de Cuaresma
En el Hermitage había un extraordinario ambiente de vida religiosa y vida de familia. Los más jóvenes se animaban con los mayores, y éstos se sentían muy felices con el entusiasmo de los primeros.
Un año, cuando la Cuaresma estaba a punto de empezar, todos pensaban en ayunar y hacer penitencia. También los Hermanos más jóvenes.
Estos nombraron seis delegados para ir al cuarto …
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El ayuno de Cuaresma

En el Hermitage había un extraordinario ambiente de vida religiosa y vida de familia. Los más jóvenes se animaban con los mayores, y éstos se sentían muy felices con el entusiasmo de los primeros.

Un año, cuando la Cuaresma estaba a punto de empezar, todos pensaban en ayunar y hacer penitencia. También los Hermanos más jóvenes.

Estos nombraron seis delegados para ir al cuarto de Marcelino y pedirle permiso para hacer duras penitencias cuaresmales. Eso le dijo el mayor de los delegados que no tenía todavía dieciséis años. Marcelino los mandó cenar bien aquella noche y les prometió una contestación en la charla del día siguiente. Efectivamente, en la «enseñanza» de la mañana siguiente, les explicó
"el ayuno que le gusta a Dios":

Hay que hacer ayunar a los ojos. Hay que mirar hacia adentro. Hay que ser profundos y no perderse en superficialidades.

Hay que hacer ayunar a la lengua. Hay que hablar más con Dios y buscar las palabras auténticas que nos ponen en contacto con los demás, dejando sin alimento a las palabras vacías y sobre todo a las palabras ofensivas.

Hay que hacer ayunar a los defectos, al egoísmo, a los caprichos. Hay que dejar que se vaya quedando sin fuerzas nuestra pereza, nuestra tristeza, nuestro orgullo.

– Y, finalmente
, hay que tomar mucho alimento en nuestro corazón y en nuestro espíritu. Hay que rezar con fe y con fervor. Hay que participar en la eucaristía. Hay que abrir el corazón a los pobres. Hay que ayudar mucho a la gente que lo necesita.
Después de explicar así el ayuno de la Cuaresma, Marcelino animó a los jóvenes a hacerlo con todo su entusiasmo y también les permitió ayunar corporalmente los viernes a pesar de que por su edad no tenían obligación de hacerlo.


www.maristasjaen.es/Mch/docs/ensenanzas/txt.htm
OFM
Nos dio un grande ejemplo. Nos ha enseñado la entrada que lo condujo a hacer la experiencia del infinito amor de Dios, gracia y don especial que el Poverello tuvo dos años antes de su muerte, de participar en el sufrimiento y en el amor de Jesús Crucificado por nuestra salvación. Así nos enseña (cfr Test 4): el Señor me dio una fe tal en las iglesias, que oraba y decía así sencillamente:
Te …Más
Nos dio un grande ejemplo. Nos ha enseñado la entrada que lo condujo a hacer la experiencia del infinito amor de Dios, gracia y don especial que el Poverello tuvo dos años antes de su muerte, de participar en el sufrimiento y en el amor de Jesús Crucificado por nuestra salvación. Así nos enseña (cfr Test 4): el Señor me dio una fe tal en las iglesias, que oraba y decía así sencillamente:
Te adoramos, Señor Jesucristo, también en todas tus iglesias que hay en el mundo entero y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo.
OFM
Los tempos litúrgicos de la Iglesia, como el Adviento, las fiestas de Navidad, la Cuaresma, las fiestas Pascuales, son momentos privilegiados del retorno a Dios, cuando reconocemos que todo es vano fuera del contexto religioso y que solo Cristo da un sentido, y un significado a nuestra vida personal.
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OFM
Tenemos así las cinco las cuaresmas de San Francisco durante el año: esto quiere decir que cerca de doscientos días él pasaba cada año en soledad, orando y mortificándose; apartado de las personas, solo con Dios. Empleando así dos tercios de su tiempo a la contemplación y a la oración, y solo un tercio en la acción, Con una vivencia así, por cerca de veinte años ha cambiado la faz al mundo.
OFM
Otra devoción cuaresmal era a los santos Pedro y Pablo; “exprimía” la comunión con la sagrada jerarquía, sobre todo, con el papa, signo de la unidad de la Iglesia. Iniciaba el día de la fiesta de los apóstolos Pedro y Pablo (29 de Junio) hasta la fiesta de Asunción (15 de Agosto), demostrando la particular devoción por María, madre y figura de la Iglesia (LM IX, 3).
OFM
Su gran devoción por los santos y servidores celestiales hacen en él una cuaresma especial, toda propia del Poverello, que no la ha impuesto y ni menos la aconseja a sus frailes; la busca solo para sí mismo. La Cuaresma en honor a San Miguel, ayunaba devotísimamente e iniciaba el día de la Asunción (15 de Agosto), y la terminaba en el día de la fiesta de San Miguel Arcángel (29 de Septiembre).…Más
Su gran devoción por los santos y servidores celestiales hacen en él una cuaresma especial, toda propia del Poverello, que no la ha impuesto y ni menos la aconseja a sus frailes; la busca solo para sí mismo. La Cuaresma en honor a San Miguel, ayunaba devotísimamente e iniciaba el día de la Asunción (15 de Agosto), y la terminaba en el día de la fiesta de San Miguel Arcángel (29 de Septiembre). Solía decir que: “cada uno debería ofrecer alguna alabanza u ofrenda especial a Dios en honor a tan gran príncipe” (2Cel 197; LM VIII, 10, IX 3, XIII, 1.5.)
OFM
Personalmente hace otras tres, y todas ellas pasaba en ayunas y oraciones, apartado del mundo, para estar solo y solamente con Dios, en continuo proceso de conversión. Viviendo más profundamente el misterio de la Encarnación de Jesucristo, la Cuaresma de la Epifanía o “Benedetta” (RegNB III, 11; LM IX, 2); con esta cuaresma, San Francisco entendía hacer una relación entre el tiempo de Navidad …Más
Personalmente hace otras tres, y todas ellas pasaba en ayunas y oraciones, apartado del mundo, para estar solo y solamente con Dios, en continuo proceso de conversión. Viviendo más profundamente el misterio de la Encarnación de Jesucristo, la Cuaresma de la Epifanía o “Benedetta” (RegNB III, 11; LM IX, 2); con esta cuaresma, San Francisco entendía hacer una relación entre el tiempo de Navidad y de Pascua. Como ya vimos, él no hace separación entre la Navidad y la Pascua, pues representan los dos polos del único misterio de salvación.
OFM
San Francisco no se contenta con vivir la Cuaresma así dicha “Grande” o de la Redención, convocada por la Iglesia, que inicia el Miércoles de Cenizas hasta la Semana Santa en preparación a la Pascua (RegB III, 6). Creó la Cuaresma de Adviento o de la Encarnación, en preparación a la Navidad, que san Francisco hacia, y que va de la fiesta de todos los Santos a la vigilia de la Natividad del …Más
San Francisco no se contenta con vivir la Cuaresma así dicha “Grande” o de la Redención, convocada por la Iglesia, que inicia el Miércoles de Cenizas hasta la Semana Santa en preparación a la Pascua (RegB III, 6). Creó la Cuaresma de Adviento o de la Encarnación, en preparación a la Navidad, que san Francisco hacia, y que va de la fiesta de todos los Santos a la vigilia de la Natividad del Señor. Solo estas dos eran obligatorias para todos sus frailes, escribe en la Regla (RegB III, 6): Y ayunen desde la fiesta de Todos los Santos hasta la Navidad del Señor. Sin embargo, la santa cuaresma que comienza en la Epifanía y se prolonga cuarenta días continuos, la que el Señor consagró con su santo ayuno (cf. Mt 4,2).
OFM
Para San Francisco la oración y el ayuno tiene especial lugar en su ascesis. Él nos dice en su Regla No Bulada (III,1): “Dice el Señor: 'esta clase de demonios no puede salir más que a fuerza de ayuno y oración' (cf. Mc 8,28)”. El monte Alvernia es una demostración clara de que San Francisco, al final de sus días, sentía la necesidad de lo que llamamos “ratos fuertes de oración y de una …Más
Para San Francisco la oración y el ayuno tiene especial lugar en su ascesis. Él nos dice en su Regla No Bulada (III,1): “Dice el Señor: 'esta clase de demonios no puede salir más que a fuerza de ayuno y oración' (cf. Mc 8,28)”. El monte Alvernia es una demostración clara de que San Francisco, al final de sus días, sentía la necesidad de lo que llamamos “ratos fuertes de oración y de una experiencia del desierto” (Charles de Foucault). Su inserción en Dios era tan fuerte y profunda, que era un hombre hecho oración.
Victoria María
Las palabras que se usan para la imposición de cenizas, son:
- "Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás"
- "Conviértete y cree en el Evangelio".
Victoria María
La imposición de las cenizas nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra vida definitiva se encuentra en el Cielo.
8 más comentarios de Victoria María
Victoria María
La oración es conformarnos con Él, nuestros deseos, nuestras intenciones y nuestras necesidades. Por eso no necesitamos decirle muchas cosas. La sinceridad que usemos debe salir de lo profundo de nuestro corazón porque a Dios no se le puede engañar.
Victoria María
Jesús no quiere que oremos para que los demás nos vean llamando la atención con nuestra actitud exterior. Lo que importa es nuestra actitud interior.
La disipación: Esto quiere decir que hay que evitar las distracciones lo más posible. Preparar nuestra oración, el tiempo y el lugar donde se va a llevar a cabo para podernos poner en presencia de Dios.
Victoria María
La oración en este tiempo es importante, ya que nos ayuda a estar más cerca de Dios para poder cambiar lo que necesitemos cambiar de nuestro interior. Necesitamos convertirnos, abandonando el pecado que nos aleja de Dios. Cambiar nuestra forma de vivir para que sea Dios el centro de nuestra vida. Sólo en la oración encontraremos el amor de Dios y la dulce y amorosa exigencia de su voluntad.
Victoria María
El miércoles de ceniza y el viernes santo son días de ayuno y abstinencia. La abstinencia obliga a partir de los 14 años y el ayuno de los 18 hasta los 59 años. El ayuno consiste en hacer una sola comida fuerte al día y la abstinencia es no comer carne. Este es un modo de pedirle perdón a Dios por haberlo ofendido y decirle que queremos cambiar de vida para agradarlo siempre.
Victoria María
Sinónimo de "conversión" es así mismo la palabra "penitencia"... Penitencia como cambio de mentalidad. Penitencia como expresión de libre y positivo esfuerzo en el seguimiento de Cristo.
Victoria María
La sugestiva ceremonia de la Ceniza eleva nuestras mentes a la realidad eterna que no pasa jamás, a Dios; principio y fin, alfa y omega de nuestra existencia. La conversión no es, en efecto, sino un volver a Dios, valorando las realidades terrenales bajo la luz indefectible de su verdad.
Victoria María
"Convertíos y creed en el Evangelio.
Victoria María
El miércoles de ceniza se abre una estación espiritual particularmente relevante para todo cristiano que quiera prepararse dignamente para la preparación del misterio pascual, o sea, el recuerdo de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor.
Marcelino Champagnat
Sinónimo de "conversión" es así mismo la palabra "penitencia"