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SAN JOSE DE CUPERTINO : ORA PRO NOBIS. SAN JOSE DE CUPERTINO HERMANO MENOR CONVENTUAL (1603-1663) Nadie se hace santo por tener dones sino por entregarlos amorosamente al servicio de Dios. Veamos pues …Más
SAN JOSE DE CUPERTINO : ORA PRO NOBIS.

SAN JOSE DE CUPERTINO HERMANO MENOR CONVENTUAL (1603-1663) Nadie se hace santo por tener dones sino por entregarlos amorosamente al servicio de Dios. Veamos pues la virtud de San José de Copertino La humildad del Padre José era constantemente probada. Un día un hombre arrogante le dijo: "Impío, hipócrita, no por ti, pero por el hábito de religioso que llevas tengo que respetarte. Yo creería en todo lo que haces si con la señal de la cruz sobre mi yaga me sanas". El contestó: "Todo lo que has dicho de mi es completamente cierto y haciendo la señal de la Cruz sobre las llagas quedaron sanadas totalmente. Ejercitó totalmente el abandono y la obediencia, veía en la voz del superior, la voz del Señor y gozosamente obedecía. Por medio de su obediencia le entregaba a Dios no solamente su hábitos sino también su carne y deseos. Decía: "La obediencia es como un cuchillo por el cual se mata la voluntad del hombre y se le ofrece a Dios. Hace que el hombre se valla confortando con el cielo. Los últimos años de su vida, José fue enviado por sus superiores a conventos muy alejados donde nadie pudiera hablar con él. Estuvo en Nápoles, Asís, donde vive en el Sacro Convento por 14 años, en Petrarubbia y Fossombrone. Finalmente llega al convento de San Francisco en Osimo. La gente descubría dónde estaba y allá corrían. El sufrió meses de aridez y sequedad espiritual (como Jesús en Getsemaní) pero después a base de mucha oración y de continua meditación, retornaba otra vez a la paz de su alma. A los que le consultaban problemas espirituales les daba siempre un remedio:"Rezar, no cansarse nunca de rezar. Que Dios no es sordo ni el cielo es de bronce. Todo el que le pide recibe". José de Copertino murió el 18 de septiembre de 1663 a la edad de 60 años. Fue beatificado en 1753 por Benedicto XIV, y canonizado en el 1767 por Clemente XIII. Su cuerpo está expuesto para la veneración en su santuario en Osimo !Que Dios nos enseñe con estos hechos tan maravillosos, que El siempre enaltece a los que son humildes y los llena de gracias y de bendiciones.!