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Las almas eucarísticas (Fr. Bernardino Izaguirre) «Piadoso lector que amas a Jesús; para ti es este pequeño libro. Los pensamientos coleccionados en él, unos propios y ajenos otros, son estimulo para …Más
Las almas eucarísticas (Fr. Bernardino Izaguirre)

«Piadoso lector que amas a Jesús; para ti es este pequeño libro. Los pensamientos coleccionados en él, unos propios y ajenos otros, son estimulo para que ames más y más al Salvador amabilísimo, y todos ellos, creo, te forzarán a usar de mayor delicadeza con El.

El libro está dedicado a las almas eucarísticas. Entiendo por almas eucarísticas aquellas que han informado su espíritu de sólida piedad con la frecuencia de la comunión y el trato asiduo con el Prisionero del tabernáculo.

Las almas eucarísticas se singularizan en tres virtudes que forman su carácter: DULZURA, PUREZA y ABNEGACIÓN.

DULZURA, diríase, celestial, mansedumbre inalterable, facilidad de acomodarse a todas las condiciones de la vida, sin condescender con lo prohibido, evitando los escollos del pecado y las imperfecciones.

PUREZA, candor visible y edificante, en palabras y acciones.

ABNEGACIÓN, abrazando de preferencia los sacrificios ocultos, costosos, que a veces rayan en heroísmo; abnegación que no se podría practicar, si Jesús, que está en el corazón de las almas eucarísticas, no fuese el origen y la fuente de donde dimana la fuerza extraordinaria y sobrenatural, necesaria para esa abnegación tan contraria a la naturaleza.

El amor de Jesús hace el día de hoy grandes progresos en sus creyentes: esto equivale a decir que la Eucaristía ensancha en nuestros días los términos del reino de Dios.

El presente libro no es sino un propagador de este amor de Jesús y de este reino de Cristo.

El día de hoy muchas almas dejan de amar al Salvador por pusilanimidad y tibieza, a pesar de que la gracia los llama poderosamente. Ellas, o no se creen llamadas por falsa humildad, o se niegan a oír la voz de Dios por desidia indigna y afrentosa.

Este libro quiere ser el despertador y el aliento de dichas almas pusilánimes y tibias.

Las presentes páginas se han escrito para ayudar a Jesús: a Jesús cuya acción se combate hoy rudamente por la impiedad desalmada; a Jesús que opone a la impiedad vocinglera, ruidosa, callejera y tumultuante de sus enemigos, una piedad secreta, entrañable, vigorosa y triunfante de sus amigos.

Pido a Jesús, amable lector, que los pensamientos y afectos consignados aquí, sean para tu corazón a manera de saetas que lo hieran con herida de amor, que no lo dejen sosegar en la tibieza, que lo compelan a las santas acciones que son fruto e incentivo juntamente del divino amor».