El Vaticano NO bloquea el proyecto de ley que suprime la libertad de expresión
La ley Gaystapo Zan, que lleva el nombre del diputado italiano neocomunista Alessandro Zan, pretende blindar la propaganda homosexual, para que no sea desacreditada.
Parolin se justificó diciendo que la nota del Vaticano enviada al embajador italiano ante la Santa Sede era “un documento interno” que supuestamente se filtró. “Estamos en contra de cualquier actitud o gesto de intolerancia u odio hacia las personas por su orientación sexual”, protestó.
El cobarde prelado se limitó a señalar que el concepto de discriminación del proyecto de ley es “demasiado vago” y corre el riesgo de “hacer punible cualquier posible distinción entre hombre y mujer, con consecuencias que pueden resultar paradójicas y que, en nuestra opinión, deberían evitarse mientras hay tiempo”.
Parolin dice que en el ámbito de la relevancia penal debe estar bien determinado lo que está permitido y lo que está prohibido, pero ese es el sentido de las leyes de la Gaystapo: intimidar a la gente creando zonas grises e inseguridad jurídica.
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