3
4
1
2
jamacor
77
San Josemaría Escrivá: UN DÍA PARA RECOMENZAR, cap. 4º de En diálogo con el Señor. Se publica «En diálogo con el Señor», textos inéditos de la predicación oral de san Josemaría Ediciones Rialp: …Más
San Josemaría Escrivá: UN DÍA PARA RECOMENZAR, cap. 4º de En diálogo con el Señor.

Se publica «En diálogo con el Señor», textos inéditos de la predicación oral de san Josemaría
Ediciones Rialp: En diálogo con el Señor. Textos de la predicación oral. Edición crítico-histórica preparada por Luis Cano y Francesc Castells.
Descarga una muestra (capítulo 4) de «En diálogo con el Señor» (PDF)

[UN DÍA PARA RECOMENZAR] 1a Después de esta oración preparatoria, que es un acto de fe, que es un acto de amor de Dios, un acto de arrepentimiento, un acto de esperanza –“creo firmemente que estás aquí, que me ves, que me oyes; te adoro con profunda reverencia, te pido perdón de mis pecados”–, que es una acción de gracias, que es un acto de devoción a la Madre de Dios... Después de esta oración preparatoria, que ya es oración mental, nos vamos a meter, como todas las mañanas, como todas las tardes, en una consideración para ser mejores. 1b Hijos míos: hoy, que empieza el nuevo año litúrgico con un tiempo lleno de afecto hacia el Redentor, es buen día para que nosotros recomencemos. ¿Recomenzar? Sí, recomenzar. Yo –me imagino que tú también– recomienzo cada día, cada hora, cada vez que hago un acto de contrición recomienzo. 1a Después de esta oración ... para ser mejores. Med1964,I,7-8. Originariamente, este párrafo se publicó en una página que presentaba el conjunto de la colección de Meditaciones. Lo volvemos a colocar en su sitio original, según atestiguan las transcripciones m611203-1 y 147. «oración preparatoria»: se refiere a la que siempre utilizaba antes de comenzar un rato de oración mental: «Señor mío y Dios mío; creo firmemente que estás aquí, que me ves, que me oyes. Te adoro con profunda reverencia, te pido perdón de mis pecados y gracia para hacer con fruto este rato de oración. Madre mía Inmaculada, san José, mi Padre y Señor, Ángel de mi guarda, interceded por mí». 1b En la transcripción aparece una mención a los ejercicios espirituales en la Curia Romana: «Yo –me imagino que tú también–, recomienzo cada día, cada hora; cada vez que hago un acto de contrición recomienzo. Ayer terminaron en la Curia Romana los ejercicios. El Papa no ha podido asistir. Y un buen fraile capuchino les ha hablado dos veces por la tarde, para renovar sus almas, para recomenzar», m611203-1.144 (.........)