30:37
Acortar Nuestro probable Purgatorio - Madre Arely MJM. ¡Oh, qué peligroso es el pecado hecho con malicia! El hombre difícilmente se arrepiente de él, y no arrepintiéndose de él, permanece en la culpa …Más
Acortar Nuestro probable Purgatorio - Madre Arely MJM.

¡Oh, qué peligroso es el pecado hecho con malicia! El hombre difícilmente se
arrepiente de él, y no arrepintiéndose de él, permanece en la culpa. Y persevera el
hombre en la culpa en tanto persiste en la voluntad del pecado cometido o de
cometerlo.

11. Imaginemos que en todo el mundo no hubiera sino un solo pan; supongamos
que con él hubiese de quitarse el hambre a todos los hombres, y que éstos,
solamente con verlo, quedaran saciados. Pues bien, habiendo el hombre por
naturaleza, cuando está sano, instinto de comer, si no comiese, y no pudiese
enfermar ni morir, tendría cada vez más hambre; pues el instinto de comer nunca
se le quita. Y si el hombre supiera entonces que sólo aquel pan puede saciarle, al
no tenerlo, no podría quitársele el hambre.
Y esto es el infierno que sienten los que tienen hambre, ya que cuanto más se
acercan a este pan sin poder verlo, tanto más se les enciende el deseo natural;
pues éste, por instinto, se dirige a este pan en el que consiste todo su
contentamiento. Y si estuviese cierto de no ver más ese pan, en eso consistiría el
infierno que tienen todas las almas condenadas, privadas de toda esperanza de
nunca jamás ver ese pan, que es el verdadero Dios Salvador.
Las almas del purgatorio, en cambio, padecen esa hambre, porque no ven el pan
que podría saciarles, pero tienen la esperanza de verlo y de saciarse de él
completamente; y así padecen tanta pena cuando de ese pan no pueden saciarse.

TRATADO DEL PURGATORIO – Catalina de Genova