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Santo Evangelio y Lecturas // SANTA CATALINA DE ALEJANDRÍA, Virgen y Mártir

25 de noviembre del 2023
sábado
Verde / Rojo

Feria o SANTA CATALINA DE ALEJANDRÍA, Virgen y Mártir
MR pp. 841 y 891 [876 y 931] / Lecc. II p. 1030

Según la tradición, Catalina fue una virgen de Alejandría, en Egipto. Se trata de una de las santas más conocidas y veneradas en toda Europa desde la tardía Antigüedad hasta inicios del siglo XIX. Su vida está enmarcada en el siglo IV, y se considera que el cesar en Siria y Egipto, Maximino Daia, ordenó su decapitación hacia el año 305. Su cuerpo se venera en el célebre monasterio ortodoxo del monte Sinaí.

ANTÍFONA DE ENTRADA

Ya sigue al Cordero crucificado por nosotros, la virgen llena de valor, ofrenda de pudor y víctima de castidad.

ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso y eterno, que diste a tu pueblo el testimonio de santa Catalina de Alejandría, virgen y mártir victoriosa, concédenos, por su intercesión, que seamos fuertes y constantes en la fe y trabajemos incansablemente por la unidad de la Iglesia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

PRIMERA LECTURA

[Por el daño que hice en Jerusalén muero ahora lleno de tristeza.]
Del primer libro de los Macabeos 6, 1-13
Cuando recorría las regiones altas de Persia, el rey Antíoco se enteró de que había una ciudad llamada Elimaida, famosa por sus riquezas de oro y plata. En su riquísimo templo se guardaban los yelmos de oro, las corazas y las armas dejadas ahí por Alejandro, hijo de Filipo y rey de Macedonia, que fue el primero que reinó sobre los griegos.
Antíoco se dirigó a Elimaida, con intención de apoderarse de la ciudad y de saquearla. Pero no lo consiguió, porque al conocer sus propósitos, los habitantes le opusieron resistencia y tuvo que salir huyendo y marcharse de ahí con gran tristeza, para volverse a Babilonia.
Todavía se hallaba en Persia, cuando llegó un mensajero que le anunció la derrota de las tropas enviadas a la tierra de Judá. Lisias, que había ido al frente de un poderoso ejército, había sido derrotado por los judíos. Estos se habían fortalecido con las armas, las tropas y el botín capturado al enemigo. Además, habían destruido el altar pagano levantado por él sobre el altar de Jerusalén. Habían vuelto a construir una muralla alta en torno al santuario y a la ciudad de BetSur. Ante tales noticias, el rey se impresionó y se quedó consternado, a tal grado, que cayó en cama, enfermo de tristeza, por no haberle salido las cosas como él había querido. Permaneció ahí muchos días, cada vez más triste y pensando que se iba a morir. Entonces mandó llamar a todos sus amigos y les dijo: "El sueño ha huido de mis ojos y me siento abrumado de preocupación. Y me pregunto: '¿Por qué estoy tan afligido ahora y tan agobiado por la tristeza, si me sentía tan feliz y amado, cuando era poderoso? Pero ahora me doy cuenta del daño que hice en Jerusalén, cuando me llevé los objetos de oro y plata que en ella había, y mandé exterminar sin motivo a los habitantes de Judea. Reconozco que por esta causa me han sobrevenido estas desgracias y que muero en tierra extraña, lleno de tristeza' ". Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL del salmo 9, 2-3. 4 y 6. 16b y 19

R. Cantemos al Señor, nuestro salvador.
Te doy gracias, Señor, de todo corazón y proclamaré todas tus maravillas; me alegro y me regocijo contigo y toco en tu honor, Altísimo. R.
Porque mis enemigos retrocedieron, cayeron y perecieron ante ti. Reprendiste a los pueblos, destruiste al malvado y borraste para siempre su recuerdo. R.
Los pueblos se han hundido en la tumba que hicieron, su pie quedó atrapado en la red que escondieron. Tú, Señor, jamás olvidas al pobre y la esperanza del humilde jamás perecerá. R.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. 2 Tim 1, 10

R. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, nuestro salvador, ha vencido a la muerte y ha hecho resplandecer la vida por medio del Evangelio. R. Aleluya.

EVANGELIO

[Dios no es Dios de muertos, sino de vivos.]
Del santo Evangelio según san Lucas 20, 27-40
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús algunos saduceos. Como los saduceos niegan la resurrección de los muertos, le preguntaron: "Maestro, Moisés nos dejó escrito que si alguno tiene un hermano casado que muere sin haber tenido hijos, se case con la viuda para dar descendencia a su hermano. Hubo una vez siete hermanos, el mayor de los cuales se casó y murió sin dejar hijos. El segundo, el tercero y los demás, hasta el séptimo, tomaron por esposa a la viuda y todos murieron sin dejar sucesión. Por fin murió también la viuda. Ahora bien, cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será esposa la mujer, pues los siete estuvieron casados con ella?" Jesús les dijo: "En esta vida, hombres y mujeres se casan, pero en la vida futura, los que sean juzgados dignos de ella y de la resurrección de los muertos, no se casarán ni podrán ya morir, porque serán como los ángeles e hijos de Dios, pues él los habrá resucitado. Y que los muertos resucitan, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor, Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob. Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos viven".
Entonces, unos escribas le dijeron: "Maestro, has hablado bien". Y a partir de ese momento ya no se atrevieron a preguntarle nada. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN: Basado en un ejemplo , Jesús sostiene la resurrección de los muertos, enfrentándose con ello a los acomodaticios saduceos que la niegan tajantemente (Cfr. Mc 12, 18-27). Él afirma, además, que la «vida futura» no ha de entenderse como una simple continuación de la presente. El Dios de los cristianos es el Dios de la historia y –al transformarla en algo incomparablemente mejor– Él la quiere llevar a su verdadera plenitud. Para quien se ha esforzado por vivir recta y generosamente, el futuro más que un “muro” infranqueable es, en realidad, una “puerta”.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Te pedimos, Señor, que los dones que te presentamos en la celebración de santa Catalina de Alejandría, por tu gracia, te sean agradables, así como te fue grato el combate de su martirio. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Apoc 7, 17

El Cordero, que está en el trono, los conducirá a las fuentes del agua de la vida.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor Dios, que coronaste entre los santos a la bienaventurada Catalina de Alejandría por la doble victoria de su virginidad y de su martirio, concédenos, por la eficacia de este sacramento, que, venciendo valerosamente todo mal, consigamos la gloria del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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