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Conoce España, y...reza por ella: Olivenza (Badajoz) Viaje a Olivenza, que encierra una gran belleza oculta y que se precia de ser la Embajadora de Portugal en España . Olivenza (en portugués, Olivença …Más
Conoce España, y...reza por ella: Olivenza (Badajoz)

Viaje a Olivenza, que encierra una gran belleza oculta y que se precia de ser la Embajadora de Portugal en España .

Olivenza (en portugués, Olivença) es una localidad y municipio español situado en la parte occidental de la provincia de Badajoz, en la comunidad autónoma de Extremadura. Perteneciente a la comarca de los Llanos de Olivenza —de la cual es capital, y cabecera de su partido judicial—, limita con los municipios españoles de Badajoz, Valverde de Leganés, Barcarrota, Higuera de Vargas, Alconchel y Táliga, y con los municipios portugueses de Alandroal y Elvas.

El municipio oliventino comprende los núcleos de población de Olivenza, San Benito de la Contienda, San Francisco de Olivenza,San Jorge de Alor, San Rafael de Olivenza, Villarreal y Santo Domingo.

Olivenza en el Reino de León

El origen de Olivenza está ligado a la definitiva reconquista de Badajoz por el último rey de León, Alfonso IX, en la primavera del año 1230. Para recompensar la participación que los templarios a su servicio tuvieron en esa campaña, Alfonso IX les concedió los enclaves de Burguillos y Alconchel. Desde estos puntos, hacia el año 1256, la Orden creó la encomienda de Olivenza, por entonces apenas un conjunto de huertos, chozas y algunas casas surgidas alrededor de un generoso manantial. Sin embargo, ya durante el reinado de Alfonso X el Sabio, el Temple se ve obligado a desalojar Olivenza y a entregar sus tierras al Concejo y Obispado de Badajoz.

Cesión a Portugal

El equilibrio de poderes entre Portugal y la Corona de Castilla se alteró profundamente durante el reinado de Don Dinís de Portugal. Este intervino en las disputas internas castellanas, apoyando al infante Juan de Castilla el de Tarifa en contra de su sobrino Fernando IV durante la regencia de la reina Maria de Molina, su madre. Ante la debilidad de la corona y la dificultad para hacer frente tanto al conflicto interno como a la agresión externa, Castilla firma con Portugal el Tratado de Alcañices en 1297, que fija la frontera entre ambos. Mediante este tratado, Castilla cede a Portugal, entre otros territorios, la entonces aldea de Olivenza.

Cesión a España

En 1801, y en el contexto de la alianza militar francoespañola surgida del primer Tratado de San Ildefonso, Olivenza fue conquistada por el ejército francoespañol durante la Guerra de las Naranjas y formalmente anexionada el 6 de junio de 1801 mediante el correspondiente Tratado de Badajoz.

El gobernador portugués de entonces, Julio César Augusto Chermont, prohibió que se disparara contra las tropas de Manuel Godoy. Olivenza queda en poder de España en virtud de los tratados de Badajoz de 6 de junio y de Madrid de 29 de septiembre de 1801. De acuerdo con estos tratados, Portugal se vio obligada a reconocer la posesión por España (Su Majestad Católica conservará en calidad de conquista, para unirla perpetuamente a sus dominios y vasallos, la plaza de Olivenza, su territorio y pueblos desde el Guadiana; de suerte que este río sea el límite de sus respectivos Reinos).

En los decenios siguientes, Portugal reclamó la restitución de Olivenza a su soberanía al amparo de lo estipulado en el Congreso de Viena de 1815, progresivamente renunció a toda reclamación por vía oficial, si bien desde diversos sectores de la opinión pública lusitana agrupados en torno a grupos del denominado "movimiento irredentista", se fomentó la pervivencia de la controversia con frecuencia, mediante una visión propagandística de los hechos amparada en el tradicional distanciamiento entre ambos países, intentando aunque sin éxito obligar a la diplomacia portuguesa a retomar la cuestión de la retrocesión.

Portugal y España han firmado mientras tanto diversos Tratados y expresamente, en el artículo 2º del Tratado de Amistad y Cooperación de 1977, las partes contratantes "reafirman la inviolabilidad de sus fronteras comunes y la integridad de sus territorios". Desde 1986, el proceso de integración en la Unión Europea a la que pertenecen ambos países ha relegado esta antigua disputa territorial a un ámbito menor en las relaciones bilaterales.

A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional en la región de Extremadura. Desde 1834 es cabecera y sede del Partido judicial de Olivenza. En el censo de 1842 contaba con 1686 hogares y 6291 vecinos.

A mediados del siglo XIX, disminuye el término del municipio porque independiza a Táliga y también a San Jorge de Alor. A finales del siglo XIX crece el término del municipio porque incorpora de nuevo a San Jorge de Alor.

La Guerra de las Naranjas fue un breve conflicto militar que enfrentó a Portugal contra Francia y España en 1801.

En 1801, Napoleón conminó a Portugal para que rompiera su alianza tradicional con Inglaterra y cerrara sus puertos a los barcos ingleses. En esta pretensión inmiscuyó a España, gobernada entonces por el ministro Manuel Godoy, mediante la firma del tratado de Madrid de 1801. Según este tratado, España se comprometía a declarar la guerra a Portugal si la nación vecina mantenía su apoyo a los ingleses. Ante la negativa portuguesa a someterse a las pretensiones franco-españolas, se desencadenó la llamada Guerra de las Naranjas.

La campaña militar apenas duró dieciocho días entre mayo y junio de 1801. En ella, un ejército español al mando de Godoy ocupó sucesivamente una docena y media de poblaciones portuguesas, entre ellas Arronches, Castelo de Vide, Campo Maior, Portalegre, Olivenza y Juromenha). La resistencia portuguesa fue mínima, en la creencia de que España no tenía pretensiones territoriales. La paz se firmó en Badajoz el 6 de junio (Tratado de Badajoz), devolviéndose todas las plazas conquistadas a Portugal con la excepción de Olivenza y su territorio, que ya era un viejo contencioso fronterizo entre los dos países. Aprovechando la ocasión y la geografía, tampoco se devolvió Vila Real (Villarreal), que no pertenecía a Olivenza, sino a Juromenha. La línea divisoria entre España y Portugal se fijó en aquella zona utilizando el curso del río Guadiana, de facto sino de iure ya que subsisten cuestiones sobre la posesión del territorio (véase Cuestión de Olivenza).

Aunque el acuerdo entre Francia y España preveía que Portugal cediera a España una o varias provincias portuguesas que representasen el veinticinco por ciento de la población metropolitana para poder usarlas como moneda de cambio y conseguir la devolución o cesión de Mahón, la isla Trinidad y Malta, esta cláusula fue obviada por Carlos IV de España, con grave disgusto de Napoleón.

La Guerra de las Naranjas recibió este nombre debido al ramo de naranjas que Godoy hizo llegar a la reina María Luisa cuando sitiaba la ciudad de Elvas.