la verdad prevalece
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Santa Hildegarda de Bingen: “Dios juzgará a todos los perpetradores de fornicación, sodomía y bestialidad”.

Dios bendice el don de la sexualidad dentro del Sacramento del Matrimonio pero odia a los que abusan de él. Específicamente, odia los actos de homosexualidad y bestialidad (Levítico 18:22-23), el adulterio, así como el travestismo (Deuteronomio 22:5).

Scivias es una obra ilustrada de la monja benedictina Santa Hildegarda von Bingen, completada en 1151 o 1152, que describe 26 visiones religiosas que experimentó.
78. Dios juzgará a todos los perpetradores de fornicación, sodomía y bestialidad:
“Que aquellos que se acerquen a Mi altar se presenten ante Mi vista en castidad, como también aquellos que deseen recibir el sacramento del cuerpo y la sangre de Mi Hijo, para que no caigan en la ruina...Porque muchos se encuentran entre personas tanto espirituales como seculares que no solo se contaminan en la fornicación con mujeres, sino que también asumen una pesada carga de condenación al contaminarse en formas pervertidas. ¿Cómo? El hombre que peca con otro hombre como si pecara con una mujer, peca amargamente contra Dios y contra la unión con la que Dios unió al varón y a la mujer. Así que ambos están contaminados a los ojos de Dios, funestos y lascivos, repugnantes e injuriosos para Dios y la humanidad, y culpables de muerte; porque van en contra de su Creador y de su criatura, que está en ellos. ¿Como?
Dios unió al hombre y a la mujer, uniendo así la fuerza con la debilidad, para que uno sostuviera al otro. Pero estos perversos adúlteros cambian su fuerza viril en perversa debilidad, rechazando sus propios papeles de hombre y mujer, y en su maldad siguen vergonzosamente a Satanás, quien en su soberbia busca dividir y dividir al que es indivisible. Ellos mismos crean por sus malas obras un adulterio extraño y pervertido, y así aparecen contaminados; y vergonzoso a mis ojos”


El pasado herético de Bergoglio es el presente de Francisco.




Deuteronomio 22:5 »La mujer no debe usar ropa de hombre, ni el hombre debe usar ropa de mujer, porque al Señor le repugna todo aquel que hace estas cosas.




En la Escritura Dios aborrece el travestismo así como también que las mujeres asuman oficios eclesiásticos que son exclusivamente para los hombres. En la sexta visión del libro Segundo (Scivias) de Santa Hildegarda Dios advierte:
77. Pero como una mujer no debe usar ropa de un hombre, tampoco debe acercarse al oficio de mi altar, porque no debe asumir un rol masculino, tampoco en su pelo o ni en su atuendo.

"No cometerás adulterio." (Éxodo 20:14)



Hebreos 13:4
Que todos respeten el matrimonio y mantengan la pureza de sus relaciones matrimoniales; porque Dios juzgará a los que cometen inmoralidades sexuales y a los que cometen adulterio.