TENER HAMBRE DE JESÚS DESDE NIÑO Espiritualmente crecemos de a poco para iniciar el proceso de conversión. Desde niño debemos alimentarnos con leche pura no adulterada para crecer sanos. Somos piedras …Más
TENER HAMBRE DE JESÚS DESDE NIÑO
Espiritualmente crecemos de a poco para iniciar el proceso de conversión.
Desde niño debemos alimentarnos con leche pura no adulterada para crecer sanos.
Somos piedras vivas del agrado del Señor y debemos apartarnos de las cosas mundanas y de los deseos carnales que bloquean el crecimiento espiritual.
Somos su pueblo y ovejas de su rebaño, su amor dura para siempre.
Somos Hijo del poderoso de Dios y, sin embargo, vivimos ciegos, sumergido en la oscuridad, faltos de Fe, sin esperanzas y sin clamar a Jesús su amor, compasión y misericordia para ser salvados y sanados.
El ciego mendigo Bartimeo nos enseñó con Fe a recobrar la vista. Nosotros debemos hacer lo mismo, recuperemos la vista del corazón, la luz de los ojos espirituales pidiendo a Jesús que lo haga.
Espiritualmente crecemos de a poco para iniciar el proceso de conversión.
Desde niño debemos alimentarnos con leche pura no adulterada para crecer sanos.
Somos piedras vivas del agrado del Señor y debemos apartarnos de las cosas mundanas y de los deseos carnales que bloquean el crecimiento espiritual.
Somos su pueblo y ovejas de su rebaño, su amor dura para siempre.
Somos Hijo del poderoso de Dios y, sin embargo, vivimos ciegos, sumergido en la oscuridad, faltos de Fe, sin esperanzas y sin clamar a Jesús su amor, compasión y misericordia para ser salvados y sanados.
El ciego mendigo Bartimeo nos enseñó con Fe a recobrar la vista. Nosotros debemos hacer lo mismo, recuperemos la vista del corazón, la luz de los ojos espirituales pidiendo a Jesús que lo haga.