A modo de reparación de la satánica blasfemia contra Dios Nuestro Señor publicada en el diario Clarín

A los efectos de reparar y limpiar la pútrida y diabólica blasfemia contra Dios Nuestro Señor, perpetrada por el diario Clarín de la Argentina, transcribo este bello pasaje de las Confesiones de San Agustín.

San Miguel Arcángel, ruega por nosotros porque la guerra abierta y total parece haber comenzado.

¡Quién como Dios!

San Agustín Confesiones
LIBRO I

CAPITULO IV
1. ¿Quién eres pues tú, Dios mío, y a quién dirijo mis ruegos sino a mi Dios y Señor? ¡Y qué otro Dios fuera del Señor nuestro Dios!
Tú eres Sumo y Óptimo y tu poder no tiene límites. Infinitamente misericordioso y justo, al mismo tiempo. Inaccesiblemente secreto y vivamente presente, de inmensa fuerza y hermosura, estable e incomprensible, un inmutable que todo lo mueve.
Nunca nuevo, nunca viejo; todo lo renuevas, pero haces envejecer a los soberbios sin que ellos se den cuenta. Siempre activo, pero siempre quieto; todo lo recoges, pero nada te hace falta. Todo lo creas, lo sustentas y lo llevas a perfección. Eres un Dios que busca, pero nada necesita.
2. Ardes de amor, pero no te quemas; eres celoso, pero también seguro; cuando de algo te arrepientes, no te duele, te enojas, pero siempre estás tranquilo; cambias lo que haces fuera de ti, pero no cambias consejo. Nunca eres pobre, pero te alegra lo que de nosotros ganas.
No eres avaro, pero buscas ganancias; nos haces darte más de lo que nos mandas para convertirte en deudor nuestro. Pero, ¿quién tiene algo que no sea tuyo? Y nos pagas tus deudas cuando nada nos debes; y nos perdonas lo que te debemos sin perder lo que nos perdonas.