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CHISPAS DE LUZ - DÍA 23 DE ENERO 2029 ESCLAVITUDES Nos consideramos, faltaría más, libres, autónomos, porque podemos hacer esto o aquello; pero ¡cuántas esclavitudes no tenemos en nuestra vida! Y lo …Más
CHISPAS DE LUZ - DÍA 23 DE ENERO 2029
ESCLAVITUDES
Nos consideramos, faltaría más, libres, autónomos, porque podemos hacer esto o aquello; pero ¡cuántas esclavitudes no tenemos en nuestra vida! Y lo peor no es el tenerlas; sino el no querer salir de ellas y perpetuar las cadenas.
Un famoso futbolista, en una oportunidad, ante la prensa dijo: “He sido, soy y seguiré siendo esclavo de la droga”. Nos parece imposible que una persona pueda decir así, fríamente, que tiene un amo que le esclaviza.
¿Puede haber mayor esclavitud que la del vicio?
Parece que las personas no escarmenamos en cabeza ajena. Día tras día, repetimos la terrible experiencia de Adán y Eva que, en el viejo paraíso, quieren ser como dioses. Seguir su camino, aunque esté equivocado. Alcanzar lo inalcanzable. Gustar lo prohibido…
Seguimos queriendo conocer el bien y el mal, pensando así conseguir toda la libertad; pero el mal nos atrapa antes que el bien y pronto nos pone a sus pies encadenados, amordazados, imposibilitados para ser libremente hijos de Dios…
Este futbolista confiesa su desgracia, y esto le honra, para evitar que otros jóvenes se metan en la trampa. En una sociedad y una cultura de modas y consumista, todos debemos tener moderación, incluso en las cosas buenas. Si no podemos comer todos los alimentos que nos apetezcan; ni beber todas las bebidas que nos gusten de forma ilimitada, tampoco podemos verlo todo, probarlo todo y todo acariciarlo…San Pablo decía: “Todo es bueno, pero no todo me conviene”.
Amigo: ¿Qué esclavitudes tienes? ¿De cuáles te parece imposible salir? Cristo nos ha liberado del pecado con su sangre; nos ha liberado de la esclavitud. Para ser libres, él se hizo esclavo muriendo en la cruz.
ESCLAVITUDES
Nos consideramos, faltaría más, libres, autónomos, porque podemos hacer esto o aquello; pero ¡cuántas esclavitudes no tenemos en nuestra vida! Y lo peor no es el tenerlas; sino el no querer salir de ellas y perpetuar las cadenas.
Un famoso futbolista, en una oportunidad, ante la prensa dijo: “He sido, soy y seguiré siendo esclavo de la droga”. Nos parece imposible que una persona pueda decir así, fríamente, que tiene un amo que le esclaviza.
¿Puede haber mayor esclavitud que la del vicio?
Parece que las personas no escarmenamos en cabeza ajena. Día tras día, repetimos la terrible experiencia de Adán y Eva que, en el viejo paraíso, quieren ser como dioses. Seguir su camino, aunque esté equivocado. Alcanzar lo inalcanzable. Gustar lo prohibido…
Seguimos queriendo conocer el bien y el mal, pensando así conseguir toda la libertad; pero el mal nos atrapa antes que el bien y pronto nos pone a sus pies encadenados, amordazados, imposibilitados para ser libremente hijos de Dios…
Este futbolista confiesa su desgracia, y esto le honra, para evitar que otros jóvenes se metan en la trampa. En una sociedad y una cultura de modas y consumista, todos debemos tener moderación, incluso en las cosas buenas. Si no podemos comer todos los alimentos que nos apetezcan; ni beber todas las bebidas que nos gusten de forma ilimitada, tampoco podemos verlo todo, probarlo todo y todo acariciarlo…San Pablo decía: “Todo es bueno, pero no todo me conviene”.
Amigo: ¿Qué esclavitudes tienes? ¿De cuáles te parece imposible salir? Cristo nos ha liberado del pecado con su sangre; nos ha liberado de la esclavitud. Para ser libres, él se hizo esclavo muriendo en la cruz.