Los eruditos protestantes acogen con satisfacción el documento de Tucho contra el título de «Corredentora».
David Luy, profesor de teología en el Seminario Luterano Norteamericano, dijo que el documento fue escrito «con atención» a las preocupaciones que suelen plantear los protestantes. Las objeciones protestantes «surgen del deseo de defender la singularidad de Cristo como único mediador». Según Luy, el documento demuestra «una sensibilidad hacia esa preocupación central de los protestantes».
«¿Alivia la posible tensión entre protestantes y católicos? La respuesta corta sería sí», dijo Luy.
Sin embargo, añadió que el concepto de mediación en general «es probablemente donde habría necesidad de un diálogo continuo».
Cynthia Rigby, profesora de teología en el Seminario Teológico Presbiteriano de Austin, afirmó que el documento podría marcar «un punto de inflexión» en las relaciones entre católicos y protestantes.
Rigby hizo hincapié en que María debe entenderse como una mujer de «gran fe», señalando que, bajo este marco, «los cristianos la identificarán menos como una salvadora secundaria y más como una cristiana ejemplar».
Añadió: «El peso pasará de intentar explicar cómo es que María media en la salvación sin rivalizar con Cristo... a lo que podemos aprender sobre la alegría de la salvación a través de su ejemplo».
Tom Krattenmaker, pastor luterano y profesor de teología en la Yale Divinity School, calificó el documento de «muy bienvenido» y señaló que la mariología ha sido «uno de los principales puntos que distinguen las tradiciones cristianas desde la Reforma».
Dijo que las orientaciones sobre los títulos marianos y las explicaciones proporcionadas son «extraordinariamente útiles para el diálogo ecuménico», ya que afirman a Cristo como único Redentor y Mediador.
El papa León XIV, señaló Krattenmaker, «deja muy claro que podemos decirlo en la comunidad ecuménica». Es «una razón para que los protestantes acojan con satisfacción el claro paso adelante que está dando hacia la unidad cristiana».
Traducción IA