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Irapuato
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Evangelio del 24 de febrero de 2021 florycanto Evangelio según San Lucas 11,29-32. Al ver Jesús que la multitud se apretujaba, comenzó a decir: "Esta es una generación malvada. Pide un signo y no le …Más
Evangelio del 24 de febrero de 2021 florycanto

Evangelio según San Lucas 11,29-32.
Al ver Jesús que la multitud se apretujaba, comenzó a decir: "Esta es una generación malvada. Pide un signo y no le será dado otro que el de Jonás.
Así como Jonás fue un signo para los ninivitas, también el Hijo del hombre lo será para esta generación.
El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra los hombres de esta generación y los condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón y aquí hay alguien que es más que Salomón.
El día del Juicio, los hombres de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás y aquí hay alguien que es más que Jonás.

Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.

San Ireneo de Lyon (c. 130-c. 208)

obispo, teólogo y mártir
Contra los herejes III, 20,1 (Contre les hérésies. Dénonciation et réfutation de la gnose au nom menteur; Éd. du Cerf 1984) Trad. ©Evangelizo.org

El signo de Jonás
Dios ha mostrado su paciencia ante la debilidad del hombre porque veía de antemano la victoria que le concedería un día, gracias al Verbo. Porque, cuando “el poder se manifiesta en la debilidad” (cf 2Cor 12,9) el Verbo manifiesta la bondad de Dios y su magnífico poder. En efecto, al hombre le pasó lo que al profeta Jonás. Dios permitió que éste fuera tragado por un monstruo marino, no para desaparecer y perecer del todo, sino para que, después de haber sido devuelto por el monstruo, fuera más dócil a Dios y glorificara a aquel que le dio inesperadamente la salvación. También lo hizo para conducir a los ninivitas a un arrepentimiento sincero y convertirlos a Aquel que los libraría de la muerte, gracias al prodigio que vieron cumplirse en Jonás. (...) De la misma manera, desde el principio, Dios permitió que el hombre fuera tragado por el gran monstruo, autor de la desobediencia, no para hacerlo desaparecer y perecer del todo, sino porque Dios había preparado de antemano la salvación realizado por su Verbo por medio del signo de Jonás. Esta salvación fue preparada para aquellos que tenían para con Dios los mismos sentimientos que Jonás y que los confesarían en los mismos términos: “Soy hebreo y adoro al Señor del cielo el que ha hecho el mar y la tierra” (Jon 1,9). Dios quiso que el hombre, recibiendo de él la salvación inesperadamente, resucite de entre los muertos y glorifique a Dios diciendo con Jonás: “Grité al Señor en mi angustia, y él me respondió; desde el vientre del abismo pedí auxilio, y escuchaste mi voz” (Jon 2,2).Dios ha querido que el hombre siga siempre fiel en su alabanza y acción de gracias por la salvación obtenida.
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Libro de Jonás 3,1-10.
La palabra del Señor fue dirigida por segunda vez a Jonás, en estos términos:
"Parte ahora mismo para Nínive, la gran ciudad, y anúnciale el mensaje que yo te indicaré".
Jonás partió para Nínive, conforme a la palabra del Señor. Nínive era una ciudad enormemente grande: se necesitaban tres días para recorrerla.
Jonás comenzó a internarse en la ciudad y caminó durante …Más
Libro de Jonás 3,1-10.
La palabra del Señor fue dirigida por segunda vez a Jonás, en estos términos:
"Parte ahora mismo para Nínive, la gran ciudad, y anúnciale el mensaje que yo te indicaré".
Jonás partió para Nínive, conforme a la palabra del Señor. Nínive era una ciudad enormemente grande: se necesitaban tres días para recorrerla.
Jonás comenzó a internarse en la ciudad y caminó durante todo un día, proclamando: "Dentro de cuarenta días, Nínive será destruida".
Los ninivitas creyeron en Dios, decretaron un ayuno y se vistieron con ropa de penitencia, desde el más grande hasta el más pequeño.
Cuando la noticia llegó al rey de Nínive, este se levantó de su trono, se quitó su vestidura real, se vistió con ropa de penitencia y se sentó sobre ceniza.
Además, mandó proclamar en Nínive el siguiente anuncio: "Por decreto del rey y de sus funcionarios, ningún hombre ni animal, ni el ganado mayor ni el menor, deberán probar bocado: no pasten ni beban agua;
vístanse con ropa de penitencia hombres y animales; clamen a Dios con todas sus fuerzas y conviértase cada uno de su mala conducta y de la violencia que hay en sus manos.
Tal vez Dios se vuelva atrás y se arrepienta, y aplaque el ardor de su ira, de manera que no perezcamos".
Al ver todo lo que los ninivitas hacían para convertirse de su mala conducta, Dios se arrepintió de las amenazas que les había hecho y no las cumplió.

Salmo 51(50),3-4.12-13.18-19.
¡Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad,
por tu gran compasión, borra mis faltas!
¡Lávame totalmente de mi culpa
y purifícame de mi pecado!

Crea en mí, Dios mío, un corazón puro,
y renueva la firmeza de mi espíritu.
No me arrojes lejos de tu presencia
ni retires de mí tu santo espíritu.

Los sacrificios no te satisfacen;
si ofrezco un holocausto, no lo aceptas:
mi sacrificio es un espíritu contrito,
tú no desprecias el corazón contrito y humillado.