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Una misa cantada en sólo 11 minutos. La Missa brevis para voces juveniles y órgano, compuesta en 1959 por Benjamin Britten (1913-1976), es, según el compositor Colin Mawby, «una de las más grandiosas …Más
Una misa cantada en sólo 11 minutos.

La Missa brevis para voces juveniles y órgano, compuesta en 1959 por Benjamin Britten (1913-1976), es, según el compositor Colin Mawby, «una de las más grandiosas piezas de música litúrgica compuestas en el siglo XX». La escribió por encargo de George Malcolm, a la sazón maestro de coro de la catedral de Westminster, para que sirviese para la misa diaria, de ahí su economía de tiempo.

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