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A los feligreses que por causa del Usurpador se alejaron de la Confesión y de la Eucaristía se les invita a reflexionar y pedir discernimiento a Dios acerca de A dónde acudir para acceder a dichos Sacramentos antes de que se instale por Completo la Abominación de la desolación y no puedan más recibir el Sacratísimo Cuerpo y Sangre de Nuestro Señor Jesucristo Realmente Presente en el Santísimo Sacramento del Altar. El tiempo apremia.