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Rezando Juntos. Domingo 20ª semana TO. San Lucas 12. 49-53. Ciclo C. Hoy domingo 20ª de la semana del Tiempo ordinario, les saludo con especial alegría y gozo, recordamos y festejamos el dìa de la …Más
Rezando Juntos. Domingo 20ª semana TO. San Lucas 12. 49-53. Ciclo C.

Hoy domingo 20ª de la semana del Tiempo ordinario, les saludo con especial alegría y gozo, recordamos y festejamos el dìa de la Resurreciòn del Señor y eso nos llena de esperanza, por eso elevemos nuestra voz a Dios, diciendo.

Comienzo esta oración con dos actitudes: primero, la actitud de necesidad, te necesito Señor, sin ti nada soy, me siento débil y fràgil, arrodillo mi corazón suplicando tu presencia y auxilio en esta meditación y la segunda actitud la gratitud, te doy gracias, una acción de gracias, que renueve en mi corazón tu acción en mi propia vida. Hoy por tu bondad y providencia tengo un nuevo día para recibir tu amor, tu bendición y me das este momento exclusivo para estar Contigo.

Tu palabra me acompaña dia a dìa, especialmente hoy, por eso vamos a reflexionar en el Evangelio de san Lucas 12, 49-53.

Hoy Señor una vez màs diriges tus palabras hacia tus discípulos, y junto a ellos a nosotros. “Nos dices que has venido a traer fuego a la tierra, y cuànto deseas que estuviera ardiendo”, has venido al mundo, has tomado la condición de hombre, y has querido compartir con los hombres el fuego que arde en tu Corazòn, un fuego irresistible de amor, de entrega y de salvación. En el fuego hay luz y calor, dos características especìficas de tu Corazón. Quieres iluminar nuestro camino y tambièn quieres compartirnos un poco de ese calor necesario, para llevar compasión, ternura, generosidad y donaciòn.

Tu calor transforma todo lo que toca, tal vez ahora me toca preguntarme, si me he dejado transformar por tì, si en mi vida la llama del amor, es la que ilumina mi caminar diario y doy testimonio real y autèntico en mi vida cristiana.

Me dices Señor, que tienes que recibir un bautismo y que anhelas que llegue. Ya recibiste el bautismo por manos de Juan el Bautista, ahora falta el màs costoso y difícil, el Bautismo de Sangre, es decir morir en la Cruz, pero como siempre dijiste que venìas a cumplir la Voluntad de Tu Padre, sabìas que tu vida terrena tenía que culminar con este bautismo, que ha sido el ejemplo para tantos mártires que han dado su vida por tì, y còmo Tù la diste, en sacrificio por la salvación de todos. Por eso la Iglesia no ha dejado de proclamar, “la sangre de mártires es semilla de Cristianos”, comenzando por la Tuya.

Terminas tus palabras, diciendo que no has venido a traer paz a la tierra, y que tu palabra traerá división, y asì es, pues se contrapone tu amor al egoísmo del hombre, Tu paz a la violencia del mundo, Tu bondad a la indiferencia, Tu bien a la maldad, Tù verdad a la mentira propia del demonio, Tu ternura a la frialdad de los corazones, y los hombres y las familias y las sociedades se debaten entre estos dos polos, y como no todos poseen tu Amor, y tu generosidad y tu Sinceridad, claro, los corazones están divididos, y eso sucede entre padres e hijos, madres e hijas, suegras y nueras.

Que el fuego de tu amor, reine en los corazones de las familias cristianas, y que cada dìa, Señor hagamos de nuestra sociedad un lugar màs humano, màs comprensivo, nos respetemos y nos ayudemos los unos a los otros.

Mi propósito hoy Señor, será fortalecer en mi familia, la armonía y el equilibrio, buscarè que todos crezcamos a la par, en lo humano, espiritual y social, de forma que todos estemos en una misma sintonía de amor.

Mis queridos niños, el amor de Jesùs es una llama que llega a todos nosotros, cada dìa busquen que ese amor crezca y llegue a sus seres queridos, sean siempre educados, generosos, sepan escuchar y aceptar lo que sus papàs les digan, y pidan siempre a Jesùs para que en casa haya paz, armonía y comprensión.