Si no pueden salir las procesiones por la lluvia, ¿es porque a Dios no le gusta la Semana Santa? Cuestión: Si no pueden salir las procesiones por la lluvia, ¿es porque a Dios no le gusta la Semana …Más
Si no pueden salir las procesiones por la lluvia, ¿es porque a Dios no le gusta la Semana Santa?

Cuestión: Si no pueden salir las procesiones por la lluvia, ¿es porque a Dios no le gusta la Semana Santa?

Respuesta:

¿O, con esas mismas, no será que la lluvia es una metáfora de las lágrimas de la Virgen Dolorosa? ¿O no será que es una dificultad que pone Dios para que sea un poco más mortificada la procesión, por hacernos soportar la lluvia o padecer el disgusto de que no salga? ¿O no será que en el caso de no salir la procesión y nos desesperemos, nos esté haciendo ver que algunos estamos demasiado apegados a la procesión, que es solo una forma de oración, pero que no es Dios, para que reflexionemos de a quién adoramos realmente, si a Él o a un rito popular?...

Pues ni unas cosas ni otras. Si llueve es porque le tocaba llover, punto. No hay que ver en el clima premios o castigos de Dios, eso es de tontos y de paranoicos maniáticos, no de buenos cristianos medianamente formados en la fe. Pues aunque es cierto que Dios puede enviarnos señales desde el cielo en pequeñas cosas como es que llueva, salga el sol o escuchemos el canto de un pájaro en un momento determinado, eso es en todo caso a almas particulares con quienes se comunique así en contadísimas ocasiones, y no es seguro interpretar nada a partir de esas observaciones. Es como el que dice: "tengo que tomar esta decisión, porque al preguntarle a Dios para mis adentros qué tenía que hacer, en ese momento se ha apartado una nube y ha salido el Sol"... Quien deduce cosas así es tonto. En teoría podría ocurrir, porque Dios puede hacer esas cosas, pero no es de estar en sano juicio sacar conclusiones de hechos naturales, porque no se tiene ninguna seguridad. Dios es Señor del clima, pero no va a parar las lluvias en las procesiones, porque la meteorología tiene sus leyes diseñadas por Dios, y no las va a alterar porque para eso están, para que se cumplan. Algunas veces sí las altera, y es lo que llamamos milagro, pero son casos muy excepcionales. Sacar esa conclusión de que a Dios no le gusta la Semana Santa porque muchas veces llueve (cosa que no es muy rara: en abril, aguas mil), denota poca cultura religiosa y científica.

Eso sí, si llueve y teníamos ilusión de salir, nos viene bien para ofrecérselo y decir: "Señor, me uno a tus padecimientos de esta noche de dolorosa Pasión con esta pequeña desilusión mía, hágase tu Voluntad", y en vez de salir a la calle nos quedamos ante el Sagrario haciéndole compañía, que ahí es donde está realmente; las imágenes de los pasos son representaciones que nos ayudan a orar, pero donde está hoy Jesús es sufriendo en la cárcel de Pilatos, a la cual accedemos a través de esa ventana espaciotemporal que es la Sagrada Eucaristía reservada en los Sagrarios. Y todo por Amor a nosotros, para perdonarnos a los que le crucificamos cada año con nuestros pecados.