MONTONEROS Y ETA , beato Angelelli?, el guiño al marxismo de armas tomar
Angelelli y Setién Luis Fernando, el 1.08.18 a las 10:51 AM Pocos pueden negar a estas alturas de la historia que una de las particularidades más nefastas de la Iglesia en tiempos del concilio y el post-concilio, fue que amplios sectores de la misma apoyaron todo tipo de movimientos revolucionarios marxistas, especialmente en Hispanoamérica. Una cosa es denunciar las situaciones de desigualdad patente, las políticas económicas que dejan a un lado la dignidad de las personas, la corrupción, etc, y otra muy distinta ir del brazo de los que por medio de la violencia y el terrorismo, buscan implantar un régimen perverso como es el comunismo. En Argentina, tierra natal de uno de los mayores asesinos sanguinarios de esa época, Ernesto “Che” Guevara, correspondió a los montoneros tomar el testigo de ese espíritu revolucionario. Cualquiera puede buscar en la red la lista de sus atentados terroristas, sus crímenes.
Pues bien, si hubo un obispo argentino cercano a esos terroristas, ese fue Enrique Angelelli. Hay imágenes que vale más que mil palabras. Y la imagen de dicho obispo celebrando una Misa con el emblema de los montoneros a la espalda, debería servir para que a nadie con dos dedos de frente en la cabeza se le ocurriera abrirle un proceso de beatificación. Y mucho menos declararle mártir, por mucho que el accidente de tráfico en el que murió fuera realmente un atentado. En caso de que, a pesar de todas las evidencias en contra -el diario La Nación las explica bastante bien-, efectivamente su muerte fuera fruto de una acción intencionada, no se puede declarar mártir a quien apoyaba a criminales de extrema izquierda. Precisamente hace poco ha muerto en España Mons. Setién, obispo que fue de la diócesis de San Sebastián. Su comportamiento, y el de un gran sector de la Iglesia en el País Vasco, con las víctimas de ETA fue lamentable. ETA, recordemos, fue una banda terrorista de la que se conoce bien su intención de luchar por la anexión de Navarra a las Vascongadas y la secesión del resto de España, pero se suele olvidar que era también comunista. Pues bien, ni en el más denigrante de los escenarios cabe imaginar a Mons. Setién celebrando una Misa con el símbolo de ETA a sus espaldas. Imaginemos por un momento que a Setién le hubieran asesinado los GAL. ¿A alguien se le habría ocurrido abrirle un proceso de beatificación como mártir de la fe católica? Obviamente no. Y si lo hubieran hecho, la contestación en España habría sido tan contundente, que jamás de los jamases se habría procedido a declararle mártir y beato. La declaración de mártir y posible beatificación de Mons. Angelelli es un insulto a los verdaderos mártires, beatos y santos de la Iglesia. Da la sensación de que han perdido todo sentido de la dignidad, de la santidad, de la vergüenza. Parece que están convirtiendo la Iglesia en su coto privado, al servicio de procesos revolucionarios perversos. Es hora ya de que los fieles se planten y digan que no están dispuestos a tolerarlo. Luis Fernando Pérez Bustamante
