¿Dignidad?

En mi etapa de sin contemplar a Dios, que duró casi 60 años buscaba sin embargo la dignidad de persona, grave herrror.

Con la ayuda de Dios descubro que no hay mayor dignidad que adorar y amar a Dios, ya que de Él depende mi vida.

Nuestras vidas dependen de Dios, sin Dios no somos nada y nada podemos hacer bien, tan sólo ser soberbios si de caso y engreirnos sin motivo.

Engreirse con motivo es aceptar la realidad que Dios lo es todo y que sin Él nada somos y nada podemos.

Por eso lo de rezar, rezar, y, orar, orar, pedir en la oración, en el rezo insistir einsistir. Rezar para que llegue con mayor fuerza y devoción aquello que pedimos.