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Santo Evangelio y Lecturas // FIESTA, LOS SANTOS INOCENTES

28 de diciembre del 2023
jueves
Rojo

FIESTA, LOS SANTOS INOCENTES
MR p. 856 [894] / Lecc. I p. 985

Por lo menos desde el siglo VI, la Iglesia venera en los días de Navidad a los santos Inocentes. Constituyen las primicias de los que mueren por Cristo. Su muerte violenta por el Señor ha plantado la cruz junto al pesebre.

ANTÍFONA DE ENTRADA

Los niños inocentes murieron por Cristo; ahora siguen al Cordero sin mancha, cantando: Gloria a ti, Señor.
Se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que concediste a los mártires Inocentes proclamar en este día tu gloria, no de palabra, sino con su muerte, ayúdanos a dar testimonio de nuestra fe, no sólo con nuestros labios, sino, también, con nuestra conducta diaria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

PRIMERA LECTURA

[La sangre de Cristo nos purifica de todo pecado.]
De la primera carta del apóstol san Juan 1, 5–2, 2
Queridos hermanos: Este es el mensaje que hemos escuchado de labios de Jesucristo y que ahora les anunciamos: Dios es luz y en él no hay nada de oscuridad. Si decimos que estamos con Dios, pero vivimos en la oscuridad, mentimos y no vivimos conforme a la verdad. Pero, si vivimos en la luz, como él vive en la luz, entonces estamos unidos unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado.
Si decimos que no tenemos ningún pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. Si, por el contrario, confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos purificará de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, hacemos pasar a Dios por mentiroso y no hemos aceptado verdaderamente su palabra.
Hijitos míos, les escribo esto para que no pequen. Pero, si alguien peca, tenemos como intercesor ante el Padre, a Jesucristo, el justo. Porque él se ofreció como víctima de expiación por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino por los del mundo entero. Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL del salmo 123, 2-3, 4-5, 6a. 7cd-8

R. Nuestra vida se escapó como un pájaro de la trampa de los cazadores.
Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte cuando los hombres nos asaltaron, nos habría devorado vivos el fuego de su cólera. R.
Las aguas nos hubieran sepultado, un torrente nos hubiera llegado al cuello, un torrente de aguas encrespadas. Bendito sea el Señor, que no nos hizo presa de sus dientes. R.
Nuestra vida se escapó como un pájaro de la trampa de los cazadores. La trampa se rompió y nosotros escapamos. Nuestra ayuda nos viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra. R.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO

R. Aleluya, aleluya.
Señor, Dios eterno, alegres te cantamos, a ti nuestra alabanza. A ti, Señor, el ejército glorioso de los mártires te aclama. R.
Aleluya.

EVANGELIO

[Herodes mandó matar a todos los niños menores de dos años en la comarca de Belén.]
Del santo Evangelio según san Mateo 2, 13-18
Después de que los magos partieron de Belén, el ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: "Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allá hasta que yo te avise porque Herodes va a buscar al niño para matarlo". José se levantó y esa misma noche tomó al niño y a su madre y partió para Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo.
Cuando Herodes se dio cuenta de que los magos lo habían engañado, se puso furioso y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años, conforme a la fecha que los magos le habían indicado. Así se cumplieron las palabras del profeta Jeremías: En Rama se ha escuchado un grito, se oyen llantos y lamentos: es Raquel que llora por sus hijos y no quiere que la consuelen, porque ya están muertos. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN: Esta fiesta viene ya mencionada en los diferentes calendarios litúrgicos de Oriente y de Occidente hacia el siglo VI. A este relato de la «Matanza de los Inocentes» el Año litúrgico le ha encontrado una oportuna ubicación asociándolo al misterio de la Navidad. Lo que más interesa aquí a san Mateo no es la masacre en sí misma, sino en cuanto pone de realce la vocación de Jesús como «Nuevo Moisés». Evocar este sangriento martirio no habrá de aparecer ya como un simple e incomprensible absurdo (Cfr. Ex 1, 8-10). Este dramático acontecimiento sólo se le podrá interpretar justamente, asociándolo al «Cordero», vencedor de todo mal (Ap 14, 1-4).

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Señor, la devota ofrenda de tus siervos, y purifícalos con la celebración piadosa de tus misterios, que también justifican a los que no te conocen. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-III de Navidad, pp. 488-490 [489-491].

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Ap 14, 4

Ellos son los rescatados como primicias de la humanidad para Dios y para el Cordero; ellos son el cortejo del Cordero donde quiera que vaya.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Concede, Señor, la abundancia de tu salvación a los fieles que reciben tus sacramentos en la festividad de los santos Inocentes, quienes, por el nacimiento de tu Hijo, fueron coronados con la gracia celestial, aun antes de haberlo podido confesar con palabras. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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