El Sínodo y la perversión sodomítica - Cosme Beccar Varela

LA "RELATIO" DEL SÍNODO ABRE LA PUERTA PARA QUE LOS NIÑOS SEAN ENTREGADOS A PAREJAS DE HOMOSEXUALES
por Cosme María Beccar Varela

Me pareció espantoso cuando Horacio Rodríguez Larreta, segundo del Gobierno de Macri, se sacó una foto entregando los documentos del primer niño adoptado por una pareja homosexual.

Pero el item 52 de la "Relatio" del Sínodo demuestra que se puede caer más bajo:

52. Sin negar las problemáticas morales relacionadas con las uniones homosexuales, se toma en consideración que hay casos en que el apoyo mutuo, hasta el sacrificio, constituye un valioso soporte para la vida de las parejas. Además, la Iglesia tiene atención especial hacia los niños que viven con parejas del mismo sexo, reiterando que en primer lugar se deben poner siempre las exigencias y derechos de los pequeños." (www.clarin.com/mundo/texto-completo-…)

Bajo la tenue máscara de una "constatación" de que hay niños viviendo con homosexuales, lo que en realidad expresa son las condiciones bajo las cuales se les pueden entregar niños.

Dejo de lado la cuestión de la no discriminación y la misericordia con los homosexuales, porque es un tema lleno de matices y conformes. Puede haber confusiones entre la condena al pecado y la condena al pecador, con el resultado de que se absuelva al pecado bajo pretexto de absolver al pecador. Aunque es difícil, se puede entender que algunos católicos se equivoquen de buena fe al tratar esa cuestión.

Pero exponer niños inocentes a convivir con gente que adopta el pecado contra la naturaleza como forma de vida es de una crueldad tan extrema que excede la posibilidad de ser explicado como un error de buena fe o como un malentendido. El perjuicio en el alma y la mente vulnerable de un niño expuesto a esas condiciones de vida es tan grande que ni siquiera se compara con los maltratos, el hambre o cualquier otro daño físico. Solamente una persona que haya perdido completamente la noción de la gravedad de ese pecado no se da cuenta de la enormidad del daño. No se me ocurre una mayor crueldad practicada con un niño.

Y estoy deliberadamente dejando de lado la posibilidad de abusos físicos con el niño, para que no me digan que "pienso mal" de los homosexuales, aunque sean un secreto a voces las estadísticas en esa materia, así como las de violencia de género entre ellos, impublicables por ser políticamente incorrectas. La supuesta "verdad" oficial es que todos los homosexuales son amables, tranquilos, fieles a su pareja, discretos en su comportamiento y nunca dejan traslucir su vicio frente a los niños.

Pero aún si ocurriera como pretende la "verdad" oficial, el daño que se le inflije al niño que se entrega a dos "padres" que adoptaron la sodomía como forma de vida es espantoso. El Sínodo no dice una palabra de ese daño y sólo pide prestar atención a sus exigencias y derechos, que en ese mismo lenguaje oficial adoptado por el Sínodo, sólo significa que deben darles bien de comer, llevarlos al colegio y procurar que se diviertan.

El descarado cinismo de esta frase del Sínodo es mucho peor que la famosa respuesta de un ministro inglés, interpelado porque había niños trabajando en las minas de carbón: "Nos preocupamos por sus exigencias y derechos; por eso les damos tizas para que dibujen en las paredes de la mina". Del problema de fondo, ni una palabra, como si vivir en una mina de carbón fuera una situación que meramente "se constata". Y de hecho una mina de carbón es un lugar menos insalubre para un niño que el "hogar" de una pareja homosexual.

nacionalismo-catolico-juan-bautista.blogspot.com.ar/…/el-sinodo-y-la-…