Alma del purgatorio: La condesa María Schoenborn/ revelación a Eugenia Von der Leyen

FÜR DIE SPANISCHSPRÄCHLER UNTER UNS:

Del diario de Eugenia Von der Leyen


La Condesa María Schoenborn *

*Como hemos dicho en el Preámbulo,
la Princesa dejó escrito todos los nombres de las apariciones.

4 de Febrero (1922). A las 9 de la mañana me encontré una señora con un
vestido oscuro, cuello de encaje y un sombrero bastante grande, delgada,
desconocida, de la época de los 50.

17 de Febrero. De nuevo en la escalera. Hasta el 20 de mayo estuve ausente;
el día de mi regreso la vi entrar en la biblioteca, en el segundo piso; al regresar
de la comunión sentí el valor de seguirla.

Cuando abrí la puerta la vi allí de pie frente a mí, como si estuviera
esperándome.
Le pregunté: "¿Quién eres?", ella respondió: "María Schoenborn".
Una tía abuela mía que yo no conocí.
Yo: "¿Qué quieres de mí?, ¿Por qué no tienes paz?".

Ella: "Aquí he pecado".

Luego desapareció. Hemos rezado
mucho por ella. No la he vuelto a ver. Como ya dije, en marzo y abril no
estuve aquí. En O..., me quedé en la habitación de una pariente mía que murió
allí, sin embargo nunca la vi. Una vez que salí a caminar la vi venir hacia mí
sobre el prado. Llevaba un rastrillo sobre sus hombros, se veía muy acalorada
y me sonrió. No podía creer lo que veía, estaba como siempre; habría gritado
de alegría si no hubiese sido porque no estaba sola.

Lástima que desapareció tan rápido. Permanecí en silencio. Cuando volví
a casa y les conté dónde
había estado, me dijeron: "Oh, Ortencia siempre ayudaba a una pobre mujer a
recoger el heno". Me pareció que no necesitaba de mi oración, más bien vi esta
aparición como una señal. Tenía mucha confianza con ella y le había escrito la
historia de la monja, dejándole libertad para creer o no. Ella respondió que no #podía creerlo sin antes discutirlo conmigo. Pero no pudimos hablar más
porque murió.