adeste fideles
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Santo Evangelio y Lecturas // SAN ALBERTO MAGNO, Obispo y Doctor de la Iglesia.

15 de noviembre del 2023
miércoles
Verde / Blanco

Feria o SAN ALBERTO MAGNO, Obispo y Doctor de la Iglesia
MR pp. 833 y 896 [868 y 935] / Lecc. II p. 992

Este sacerdote dominico, nacido en Baviera, da clases en París, en donde lo escucha, como discípulo, Tomás de Aquino (1245-1248). Su obispado en Ratisbona constituye un paréntesis de sólo dos años en su vida de profesor e investigador, siempre consagrado a descubrir las leyes físicas para encontrar en el fondo al creador de ellas. Muere en Colonia en 1280.

ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Ez 34, 11. 23-24

Buscaré a mis ovejas, dice el Señor, y les daré un pastor que las apaciente, y yo, el Señor, seré su Dios.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que hiciste grande al obispo san Alberto para conciliar el saber humano con la verdad revelada, concédenos seguir sus enseñanzas para que, a través del progreso de las ciencias, podamos profundizar en tu conocimiento y en tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

PRIMERA LECTURA

[Escuchen, reyes, para que obtengan la sabiduría.]
Del libro de la Sabiduría 6, 1-11
Escuchen, reyes, y entiendan; aprendan, soberanos de todas las naciones de la tierra; estén atentos, los que gobiernan a los pueblos y están orgullosos del gran número de sus súbditos: El Señor les ha dado a ustedes el poder; el Altísimo, la soberanía; él va a examinar las obras de ustedes y a escudriñar sus intenciones.
Ustedes son ministros de su reino y no han gobernado rectamente, ni han cumplido la ley, ni han vivido de acuerdo con la voluntad Dios. Él caerá sobre ustedes en forma terrible y repentina, porque un juicio implacable espera a los que mandan. Al pequeño, por compasión se le perdona, pero a los poderosos se les castigará severamente. El Señor de todos ante nadie retrocede y no hay grandeza que lo asuste; él hizo al grande y al pequeño y cuida de todos con igual solicitud; pero un examen muy severo les espera a los poderosos.
A ustedes, pues, soberanos, se dirigen mis palabras, para que aprendan a ser sabios y no pequen; porque los que cumplen fielmente la voluntad del Señor serán reconocidos como justos, y los que aprenden a cumplir su voluntad encontrarán defensa. Pongan, pues, atención a mis palabras, búsquenlas con interés y ellas los instruirán.
Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL del salmo 81, 3-4. 6-7

R. Ven, Señor, y haz justicia.
Protejan al pobre y al huérfano, hagan justicia al humilde y al necesitado, defiendan al desvalido y al pobre y líbrenlos de las manos del malvado. R.
Yo declaro: “Aunque todos ustedes sean dioses e hijos del Altísimo, morirán como cualquier hombre, caerán como cualquier príncipe”. R.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 1 Tes 5, 18

R. Aleluya, aleluya.
Den gracias siempre, unidos a Cristo Jesús, pues esto es lo que Dios quiere que ustedes hagan. R. Aleluya.

EVANGELIO

[¿No ha habido nadie, fuera de este extranjero, que volviera para dar gloria a Dios?]
Del santo Evangelio según san Lucas 17, 11-19
En aquel tiempo, cuando Jesús iba de camino a Jerusalén, pasó entre Samaria y Galilea. Estaba cerca de un pueblo, cuando le salieron al encuentro diez leprosos, los cuales se detuvieron a lo lejos y a gritos le decían: “¡Jesús, maestro, ten compasión de nosotros!” Al verlos, Jesús les dijo: “Vayan a presentarse a los sacerdotes”. Mientras iban de camino, quedaron limpios de la lepra.
Uno de ellos, al ver que estaba curado, regresó, alabando a Dios en voz alta, se postró a los pies de Jesús y le dio las gracias. Ese era un samaritano. Entonces dijo Jesús: “¿No eran diez los que quedaron limpios? ¿Dónde están los otros nueve? ¿No ha habido nadie, fuera de este extranjero, que volviera para dar gloria a Dios?” Después le dijo al samaritano: “Levántate y vete. Tu fe te ha salvado”. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN: La curación de los diez leprosos confirma lo raro que suele ser, en las habituales relaciones humanas, la «gratitud». Y lo mismo podríamos decir respecto al agradecimiento que deberíamos manifestar ante los muchos beneficios divinos. Los nueve judíos sanados olvidan este deber del debido reconocimiento. En el Samaritano que regresó a agradecer a Jesús, podemos descubrir, en cambio, el tipo de hombre que –espontáneo y gozoso al haber valorado el don recibido– está más disponible a la «salvación realizada por la fe» (Cfr. Gal 2, 19-20).

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Mira favorablemente, Señor, las ofrendas que presentamos en tu altar en esta festividad de san Alberto Magno, para que nos alcancen tu perdón y den gloria a tu nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 15, 16

No son ustedes los que me han elegido, dice el Señor, soy yo quien los ha elegido y los ha destinado para que vayan y den fruto y su fruto permanezca.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Alimentados por estos sagrados misterios, Señor, te suplicamos humildemente que, a ejemplo de san Alberto Magno, nos esforcemos en profesar lo que él creyó y en poner en práctica lo que enseñó. Por Jesucristo, nuestro Señor.