Benedicto XVI: ambiente, problema internacional. Benedicto XVI hizo un nuevo llamamiento para la salvaguardia del ambiente y la investigación de energías alternativas durante el discurso a los embajadores …Más
Benedicto XVI: ambiente, problema internacional.
Benedicto XVI hizo un nuevo llamamiento para la salvaguardia del ambiente y la investigación de energías alternativas durante el discurso a los embajadores de Dinamarca, Uganda, Sudán, Kenia, Kazajstán, Bangladesh, Finlandia y Letonia, recibidos para la presentación de las cartas credenciales. El problema del ambiente, observó el Papa, debe ser enfrentado a nivel internacional y deben ponerse límites a la explotación de los recursos buscando nuevos modelos de desarrollo. Por otro lado, Benedicto XVI reafirmó el papel que cada religión puede llevar a cabo para promover la paz porque reconocer a Dios como creador del mundo, de todos los hombres sin distinción, es la base del respeto recíproco. El diálogo interreligioso contribuye al desarrollo de un mundo más humano y equilibrado y al mundo político y económico se les debe pedir poner al hombre en primer lugar. La religión, por tanto, debe tener el papel adecuado en la vida de cada país.
Benedicto XVI hizo un nuevo llamamiento para la salvaguardia del ambiente y la investigación de energías alternativas durante el discurso a los embajadores de Dinamarca, Uganda, Sudán, Kenia, Kazajstán, Bangladesh, Finlandia y Letonia, recibidos para la presentación de las cartas credenciales. El problema del ambiente, observó el Papa, debe ser enfrentado a nivel internacional y deben ponerse límites a la explotación de los recursos buscando nuevos modelos de desarrollo. Por otro lado, Benedicto XVI reafirmó el papel que cada religión puede llevar a cabo para promover la paz porque reconocer a Dios como creador del mundo, de todos los hombres sin distinción, es la base del respeto recíproco. El diálogo interreligioso contribuye al desarrollo de un mundo más humano y equilibrado y al mundo político y económico se les debe pedir poner al hombre en primer lugar. La religión, por tanto, debe tener el papel adecuado en la vida de cada país.