10:23
ORACION DE CONSAGRACION AL ESPIRITU SANTO Oh Espíritu Santo ¡Alma de mi alma!, Alma de nuestras almas, yo te adoro, ilumíname, guíame, fortifícame, consuélame, úngeme, enséñame lo que debo hacer, …Más
ORACION DE CONSAGRACION AL ESPIRITU SANTO
Oh Espíritu Santo ¡Alma de mi alma!, Alma de nuestras almas, yo te adoro, ilumíname, guíame, fortifícame, consuélame, úngeme, enséñame lo que debo hacer, dame tus órdenes; ilumínanos, guíanos, fortalécenos, consuélanos, úngenos, enséñanos lo que debemos de hacer, danos tus órdenes.
Te prometo someterme a todo lo que permitas que me suceda, solamente hazme conocer tu voluntad. Te prometemos someternos a todo lo que permitas que nos suceda, solamente haznos conocer tu voluntad.
Te entrego Señor mi cuerpo para que en perfecto estado de salud te pueda servir. Sana, cura, libera mi cuerpo, de este cuerpo que es el instrumento con el que tú quieres que viva este día, realizando acciones virtuosas. Te entregamos Señor nuestros cuerpos para que en perfecto estado de salud te podamos servir. Sana, cura, libera nuestros cuerpos, de estos cuerpos que son los instrumentos con los que tú quieres que vivamos este día, realizando acciones virtuosas.
Te entrego mis circunstancias, mis Sacerdocio, mi celibato, mi matrimonio, mis estudios, mi ministerio, mi servicio, mis planes, mis proyectos, mis sueños, mis ilusiones, mis trabajos. Te entregamos nuestras circunstancias, toda nuestra vida.
Te entregamos Señor a todas aquellas personas que dependen de nosotros, social, profesional, o ministerialmente; a todas las personas que entrarán en contacto con nosotros y aquellas con quienes hayamos estado vinculados., a todos nuestros parientes, amigos y hasta nuestros enemigos, aún aquellos que nos insultan, nos hacen el mal y nos maldicen.
Te entrego mi casa, la casa parroquial, te entrego Señor la casa de mis padres, de mis hermanos, de mis hijos, de mis nietos, de mis abuelos, de mis tíos, de mis primos, de mis amigos. Te entrego los vehículos en los que vamos de un lugar a otro para servirte. Te entrego también Señor los lugares de trabajo, las escuelas, este Templo, esta Iglesia, esta casa, este dormitorio, este salón, este lugar de retiro, esta casa de Oración, estas calles y avenidas, los vehículos en los que vamos de un lugar a otro para servirte, los sitios donde transitamos.
Señor antes que nada quiero ser consciente de que soy pecador, y necesito de tu Espíritu Santo para que me descubra esta realidad en mi vida, y me conceda un verdadero arrepentimiento, un dolor profundo por haberte ofendido, y un propósito firme de no volver a pecar. Queremos ser conscientes de que somos pecadores y necesitamos de tu Espíritu Santo para que nos descubra esta realidad en nuestra vida, y nos conceda un verdadero arrepentimiento, un dolor profundo por haberte ofendido, y un propósito firme de no volver a pecar.
¡Ven Espíritu Santo, ven!, has todo eso por mí, por nosotros para no fingir lo que no es y ser veraz, ser veraces en nuestra vida, en mi vida, en mi ministerio, en nuestro ministerio ¡ven, te lo suplico, te lo suplicamos! (en este momento guardamos un momento de silencio para reconocer nuestros pecados, faltas, errores, infidelidades, para pedir perdón:_____________).
Señor Jesús, reconozco, reconocemos ante ti todos estos pecados, todas estas faltas, todos estos errores y todas estas infidelidades.
En tu Nombre y por el Poder de tu Preciosa Sangre derramada por nosotros, te pedimos, te pido perdón de todo ello.
RENUNCIO y rechazo a todos y cada uno de estos pecados, pasados y presentes, junto con todos sus efectos y consecuencias para que me vea libre de todo mal, de toda perturbación.
En tu Nombre y por el Poder de tu Preciosísima Sangre derramada, te pedimos perdón de todo ello.
RENUNCIAMOS y rechazamos a todos y cada uno de estos pecados, pasados y presentes, junto con todos sus efectos y consecuencias para que nos veamos libres de todo mal, de toda perturbación.
Especialmente de cualquier maldición o condenación que me pueda venir por cualquiera de estas cosas e infidelidades. Especialmente de cualquier maldición o condenación que nos pueda venir por cualquiera de estas cosas e infidelidades.
Te pedimos con toda humildad y con el Poder del Espíritu Santo, que tu Sangre derramada nos lave, nos perdone, nos purifique, nos sane, nos libere para que podamos experimentar tu inmenso amor, tu ternura y tu fuerza, para que nos levante de nuestras miserias, pobrezas y debilidades, para poder estar fuertes, sanos, libres y firmes en la batalla espiritual. Amén.