La castidad conyugal (San Alfonso Mª de Ligorio)

San Alfonso María de Ligorio sobre la castidad conyugal.

Introducción.

San Alfonso María de Ligorio fue un obispo católico, vivió de 1696 a 1787. Falleció a la edad de 90 años.

Fue canonizado por el papa Gregorio XVI y proclamado Doctor de la Iglesia por el papa Pío IX. Es el santo patrón de los confesores y de los teólogos moralistas.

La obra de San Alfonso Mª de Ligorio titulada "Teología moral" contiene algunos breves pasajes sobre la castidad matrimonial, es decir, sobre qué tipos de actos sexuales están permitidos en el matrimonio. Por supuesto, todos los actos sexuales fuera del matrimonio están prohibidos.

La obra en cuestión consta de diez grandes volúmenes escritos enteramente en latín. La obra es un análisis crítico de las opiniones de teólogos sobre diversas cuestiones morales. Se plantea una pregunta y luego se explican las respuestas de los diferentes autores. Sin embargo, la mayoría de estos autores y las obras citadas se pierden en la oscuridad. El propósito principal de la obra es el de evaluar las opiniones de autores y teólogos católicos acerca de diversos temas de teología moral. El hecho de que una posición sea declarada en "Teología moral" no implica la solidez de la misma. Aun así, en ciertos puntos de la obra, San Alfonso Mª de Ligorio expresa su propio dictamen, rechazando una respuesta y afirmando otra.

1: Sobre el matrimonio, libro VI, n. 491-492.

San Alfonso considera una pregunta sobre los actos sexuales conyugales:

Latín: An autem sit semper mortale, si vir immittat pudenda in os uxoris?
Traducción: "¿Es siempre pecado mortal que el marido introduzca el pene en la boca de su mujer?".

El Santo da una respuesta propuesta por algunos teólogos de su tiempo.

Latín: Negant ... modo absit periculum pollutionis.
Traducción: "Negativo [dicen varios autores] ... pero sólo cuando no existe peligro de polución".

Algunos teólogos de esa época (1700) afirmaron que sería moralmente aceptable, sólo cuando no hubiera peligro de que el marido llegara al orgasmo ("peligro de polución"). El Santo rechaza dicha respuesta y ofrece otra que defiende como verdadera:

Latín: Sed verius affirmant ... tum quia in hoc actu ob calorem oris adest proxiumum periculum pollutionis, tum quia haec per se videtur nova species luxuriae contra naturam (dicta ab aliquibus irrumatio).
Traducción: "Pero la verdad es afirmativa [cita varios autores] ... no sólo porque en este acto, debido al calor de la boca, existe peligro próximo de polución, sino también porque tal acto es considerado, en sí mismo, una nueva especie de lujuria contra la naturaleza (como se ha dicho de cualquier tipo de sexo oral)".

San Alfonso afirma que este tipo de acto dentro del matrimonio, es pecado mortal por dos razones. En primer lugar, porque siempre existe el peligro de polución, es decir, el riesgo de que el marido alcance el orgasmo y acabe eyaculando fuera de la vagina de su mujer (acto sexual contra natura). Segundo, porque este tipo de acto, aun sin llegar al orgasmo, es "en sí mismo ... contra la naturaleza", lo que significa que es un pecado sexual intrínsecamente malo y gravemente inmoral. Y afirma que lo mismo aplica para "cualquier tipo de sexo oral", es decir, cualquier tipo de acto sexual contra natura.

El Derecho Canónico define el acto sexual natural al explicar la consumación de un matrimonio. Un matrimonio que es ratificado con el consentimiento de los cónyuges (en la ceremonia de la boda) sólo se consuma después "si los cónyuges han realizado de modo humano el acto conyugal apto de por sí para engendrar la prole, al que el matrimonio se ordena por su misma naturaleza y mediante el cual los cónyuges se hacen una sola carne. ". [Canon 1061, n. 1]. Incluso cuando uno o ambos cónyuges son infértiles por alguna razón, el acto sigue siendo natural, si es el mismo acto que sería capaz de procreación en caso de que fueran fértiles.

El objeto moral de cualquier acto es el fin hacia el cual el acto elegido voluntariamente está inherentemente ordenado, independientemente de si el objeto moral es alcanzado. Para ser honesto, cada acto sexual debe ser marital, unitivo y procreativo. La relacion sexual abierta a la vida se ordena intrínsecamente hacia el significado procreativo, por lo que se denomina acto natural.

Un acto sexual contra natura es cualquier tipo de acto sexual, con o sin orgasmo, que no está ordenado por la naturaleza del acto a la procreación. Los actos sexuales contra natura no son procreativos. Tampoco son verdaderamente unitivos (aun cuando exista algún tipo de unión física en el acto), ya que estos actos no ofrecen el tipo de unión ordenada por Dios para marido y mujer.

El Santo añade un comentario después de su respuesta:

Latín: Semper enim ac quaeritur a viro aliud vas, praeter vas naturale, ad copulam institutum, videtur nova species luxuriae.
Traducción: "Además, siempre que el esposo busca otro orificio [otro vaso] distinto del orificio natural, el cual está ordenado para la cópula, se considera una nueva especie de lujuria".

El término vaso [vas] en los textos latinos de teología moral se refiere a cualquier orificio o receptáculo utilizado en un acto sexual. El vaso natural es la vagina de la esposa. Los vasos contra natura son cualquier otro orificio o parte del cuerpo usado para realizar un acto sexual (aunque no sea estrictamente un orificio).

2: Sobre el Matrimonio, Libro VI, Cuestión 919.

Latín: An autem, si vir se retrahat post seminationem, sed ante seminationem mulieris, possit ipsa statim tactibus se excitare, ut seminet?
Traducción: "Además, si el marido se retira después de depositar el semen, pero antes del orgasmo de la esposa, ¿puede ella excitarse inmediatamente después con la mano para alcanzar el orgasmo?".

Latin: Ratio, quia semen mulieris non est necessarium ad generationem; item quia effusio illa mulieris, utpote separata, non fit una caro cum viro.
Traducción: "La razón: porque la eyaculación de la esposa no es necesaria para la procreación, también, porque esta efusión en la mujer, en cuanto separada, no se produce como una sola carne con el marido".

San Alfonso cita a varios autores que responden "No" a dicha cuestión. Él está de acuerdo con esta respuesta, y explica la razón. En primer lugar, la eyaculación de la esposa no es esencial para la procreación, como lo es para el marido. Así, el acto de excitarse con la mano después de su retirada (después de que la relación matrimonial natural haya terminado) carece del significado procreativo del sexo. En segundo lugar, la efusión de la esposa, cuando se obtiene mientras está separada, carece también del sentido unitivo del sexo.

En términos modernos, para que cualquier acto sexual sea honesto, el acto debe estar ordenado inherentemente hacia tres bienes: los significados marital, unitivo y procreativo. Pero en el acto considerado aquí, la esposa realiza un acto sexual que carece de los bienes unitivo y procreativo. De hecho, por no ser unitivo ni procreativo, su acto no es otra cosa que una masturbación (aunque sea su marido quien la toque). Y tal acto tampoco es verdaderamente marital. No es el tipo de acto
sexual que Dios quiere para los cónyuges.

Latín: sed haec ratio non suadet, nam si hoc permitteretur uxiborus deberet permitti etiam viris.
Traducción: "Pero esta razón no es convincente, ya que si esto se permitiera a las esposas, debería también permitirse a los maridos".

Santo Alfonso cita a algunos autores que responden a la pregunta "Sí", pero rechaza su respuesta, explicando que su razón no es convincente. Si fuera moralmente aceptable para la esposa, lo sería igualmente para el marido. No hay dos versiones separadas de la ley moral eterna en el lecho matrimonial, una para la esposa y otra para el marido. Por ello San Alfonso está de acuerdo con los autores que contestan con un "No". Claramente, el Santo rechazó la idea de una esposa usando cualquier técnica, ya sea con la mano o cualquier otro medio, para alcanzar el orgasmo, después de que el marido se retire. Pues entonces los dos no son una sola carne, por lo que el significado unitivo queda ausente del acto sexual. Además, este acto sexual aparte de no ser unitivo tampoco es procreativo. La ausencia de los significados unitivo y procreativo es lo que convierte en gravemente inmoral este acto sexual.

San Alfonso no acepta la idea de que la esposa tenga derecho a obtener el placer sexual, independientemente de los medios empleados, como defienden algunos autores modernos. Tampoco el Santo trata el acto posterior de la esposa y el acto previo de las relación matrimonial natural como si estos juntos constituyeran "un acto", como han afirmado otros autores modernos.

Por otra parte, las razones dadas por la respuesta "No", que es la respuesta del Santo, están totalmente conformes con las enseñanzas recientes del Magisterio según el cual "cada acto individual", es decir, "cada acto matrimonial debe quedar abierto a la transmisión de la vida" y hay una "inseparable conexión que Dios ha querido y que el hombre no puede romper por propia iniciativa, entre los dos significados del acto conyugal: el significado unitivo y el significado procreador". [Papa Pablo VI, Humanae Vitae, 11, 12].

3: Sobre el Matrimonio, Libro VI, Cuestión 916.

En esta cuestión, San Alfonso rechaza la proposición, tan frecuentemente afirmada hoy, de que la pareja casada puede realizar actos sexuales contra natura, siempre y cuando el marido complete el acto (es decir, el orgasmo) en un acto posterior de relación conyugal natural.

Latin: An peccet mortaliter vir inchoando copulam in vase praepostero, ut postea in vase debito eam consummet?
Traducción: "¿Es pecado mortal que el marido comience a copular en un orificio antinatural [o perverso], para después consumar el acto en el orificio apropiado?".

Esta es exactamente la idea que proponen hoy los insensatos autores. Afirman que cualquier clase de acto sexual contra natura (estimulación oral, anal o manual) están justificados siempre y cuando el marido "complete" el acto en un subsiguiente acto de relación matrimonial natural. ¿Y qué responde San Alfonso a la pregunta?

Primero, observe que la cuestión pregunta si esta propuesta es pecado mortal. Como de costumbre, el Santo cita las opiniones de ambos lados, citando primero a los que dicen "No", no es un pecado mortal, siempre y cuando no exista "peligro de polución" (p. ej.: peligro de que el marido acabe en orgasmo durante un acto sexual contra natura), y otros que dicen que no hay pecado mortal en ningún acto sexual entre los cónyuges. Pero el Santo rechaza estas opiniones.

San Alfonso dice: "Pero ellos [otros autores citados] afirman, comúnmente y correctamente," que es un pecado mortal. Así pues, el Santo afirma que la opinión correcta, que también era la opinión común de los teólogos de su época, es que tales actos son gravemente inmorales. La razón que da es muy convincente.

Latín: Ratio, quia ipse hujusmodo coitus (etsi absque seminatione) est vera sodomia, quamvis non consummata, sicut ipsa copula in vase naturali mulieris alienae est vera fornication , licet non adsit seminatio.
Traducción: "La razón: porque esta manera de copular (aun sin eyaculación) es verdadera sodomía, aunque no sea consumada, al igual que la cópula en el orificio natural de otra mujer es verdadera fornicación, aunque no acabe con eyaculación".

Por lo tanto, San Alfonso Mª de Ligorio rechazó la idea de que los actos sexuales contra natura son honestos en el preludio amoroso, siempre y cuando el marido lo consuma en un acto natural posterior. Y sin embargo esta idea rechazada sigue siendo promovida hoy en día, en su mayoría por católicos que se esconden detrás del anonimato de internet.

Exhortación.

Hoy en día se utilizan muchas excusas diferentes para aprobar el uso de actos sexuales contra natura dentro del sacramento del matrimonio. Y sé que aun presentando las enseñanzas de San Agustín y Santo Tomás de Aquino, o de teólogos de hoy en día, o las respuestas dadas por San Alfonso, algunos lectores seguirán usando las excusas más endebles para denegar cualquier cosa que se diga, sin importar lo convincente que sea. Pero si alguien les ofrece una manera de justificar este tipo de pecado, no importa cuán ridículos sean los argumentos, lo adoptarán como si fuera un dogma.

El primer principio de la ética es una conciencia sincera, que busca la verdad moral con honestidad intelectual. En la mayoría de las discusiones sobre la ética sexual en general y la ética conyugal en particular, las personas que defienden la aprobación de actos ilícitos carecen de esta sinceridad. Supongo que muchos de estos promotores de actos sexuales contra natura están cometiendo actos sexuales antinaturales en sus matrimonios. Es por eso que buscan una racionalización teológica para sus pecados, y se esfuerzan tanto por convencer a otros a cometer los mismos pecados (haciendo que el comportamiento parezca aceptable). Y es verdad, pero muy triste decir, que ningún argumento teológico tiene peso para ellos. No aceptan la corrección por sus pecados, ni de los Santos, ni del Magisterio, ni de la Sagrada Escritura.

Los maestros tendrán el juicio más severo. (Cf. Sant. 3,1).

Si un matrimonio infelizmente comete este tipo de actos gravemente inmorales, ellos son responsables ante Dios por sus pecados privados. Pero cuando los católicos desde internet promueven en voz alta el uso de actos sexuales gravemente inmorales dentro del matrimonio, influyendo así en muchos matrimonios (no sólo en el suyo propio), el daño se multiplica por mucho y también la culpabilidad. Es un pecado mucho más grave el influenciar a muchas personas a pecar mortalmente, que cometer un pecado mortal uno mismo. Si tú pecas, puedes arrepentirte y confesarte. Pero si haces que los demás cometan pecado graves, y después te arrepientes, ¿cómo vas a deshacer el daño causado a esas almas?

Esos falsos maestros que usan internet para convencer a muchos católicos de pecar gravemente contra el sacramento del matrimonio y contra sus propios cuerpos serán severamente castigados por Dios.

Hebreos 13,4. "Que todos honren el matrimonio y guarden inmaculado el lecho conyugal, porque Dios juzgará a fornicarios y adúlteros".

Ronald L. Conte Jr. (Bachelor's degree in philosophy and theology from Boston College.)

Fuente: www.catechism.cc/articles/saint-alphonsus…

Traducción por Corazón Católico.