EVANGELIZAR ES LA ÚNICA MISIÓN DE LA IGLESIA DE CRISTO, LA IGLESIA CATÓLICA. Cinco Panes y Dos Peces En la Iglesia podemos encontrar personas con muchas ganas de ser parte de la obra del Señor que es …Más
EVANGELIZAR ES LA ÚNICA MISIÓN DE LA IGLESIA DE CRISTO, LA IGLESIA CATÓLICA.

Cinco Panes y Dos Peces
En la Iglesia podemos encontrar personas con muchas ganas de ser parte de la obra del Señor que es evangelizar. El entusiasmo puede ser motor para grandes cosas, pero para evangelizar, hace falta tener primero una experiencia de CRISTO en el corazón. JESÚS nos recibe con nuestros cinco panes y dos peces, en sus manos los multiplica y nos los da para que nosotros los repartamos. Esto significa que lo poco que podamos tener para entregar al Señor en la obra de la Iglesia, para Él es importante si estamos dispuestos a darlo desde el corazón. Multiplicarlo significa que en el Nombre del Señor y hecho para su Gloria, las obras que podamos hacer, crecen y se expanden.
La Humildad antes que los libros
Los estudios o investigaciones que podamos tener son importantes, pero mas importante es la humildad de corazón. La humildad, contraria a la soberbia, es la que me va a permitir ver a Cristo en cada hermano, también la que me ayuda a ver mis defectos y pecados, a presentarlos al Señor para que los perdone y no sean un obstáculo que me condicione en la misión que Dios me dio. La soberbia es el principal pecado a vencer porque no me deja ver los demás pecados que pueda tener. En la parábola del fariseo y el publicano, el primero no sale justificado por su soberbia(Lc 18, 9-14). Hay personas que están o creen estar en la Iglesia y lo único que hacen es criticar. Critican a los demás hermanos, a los sacerdotes, a los obispos y, como no podía ser de otra manera, sus críticas culminan en el papa. Estas personas están enceguecidas por la soberbia porque, si bien hay personas o hechos de la Iglesia que merecen ser criticados, la principal misión de la Iglesia es EVANGELIZAR y al ocuparse solamente de ver eventuales errores, NO están cumpliendo con la misión que el mismo CRISTO nos dio: "Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estoy con ustedes hasta el fin del mundo"(Mt 28, 19-20).