NUNCA REHUYAS AL DON DE LA MATERNIDAD MARAVILLOSO CONSEJO DE UN SANTO SACERDOTE A UNA MUJER DE EDAD AVANZADA Y CON NUMEROSA DESCEDENCIA A las personas unidas en matrimonio les hacía ver la grandeza de …Más
NUNCA REHUYAS AL DON DE LA MATERNIDAD
MARAVILLOSO CONSEJO DE UN SANTO SACERDOTE A UNA MUJER DE EDAD AVANZADA Y CON NUMEROSA DESCEDENCIA

A las personas unidas en matrimonio les hacía ver la grandeza de su vocación y las exhortaba a cumplir santamente con las obligaciones de su estado.

La señora Ruet, de Uroux (Ródano), que ya tenía numerosa descendencia, iba a ser madre otra vez. Fuese al Cura de Ars en busca de consuelo. No hubo de aguardar mucho, pues el Santo la hizo salir de la multitud.

-"Está usted muy triste hija mía", le dijo cuando estaba arrodillada en el confesionario.

-¡Ah, si ya soy de edad avanzada, padre mío!.

-Tenga usted buen ánimo, hija... ¡Si usted supiera cuántas mujeres están en el infierno por no haber dado al mundo los hijos que tenían obligación de darle!"

- "¡Ánimo!", decía con paternal afecto a una señora que le confiaba sus cuitas a causa de su numerosa prole, "no le espante a usted la carga: cuando Dios concede a una madre muchos hijos, es señal de que la juzga digna de educarlos. Es, por parte de Dios, una prueba de confianza".

Párrafo del libro de Trochou, El Cura de Ars