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Irapuato
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9 de diciembre SAN JUAN DIEGO Cuauhtlatoatzin (1474-1548) VIDENTE DE LA VIRGEN DE GUADALUPE. Fiesta: 9 de diciembre Canonizado el 31 de Julio del 2002 por S.S. Juan Pablo II, durante su 5ta visita a …Más
9 de diciembre SAN JUAN DIEGO Cuauhtlatoatzin (1474-1548) VIDENTE DE LA VIRGEN DE GUADALUPE.

Fiesta: 9 de diciembre
Canonizado el 31 de Julio del 2002 por S.S. Juan Pablo II, durante su 5ta visita a México.

Oración a San Juan Diego
Historicidad

En otras Páginas de Corazones:
Juan Diego -Carta pastoral por la canonización Cardenal Norberto Rivera
Homilía en la canonización de Juan Diego
Camino hacia la canonización de Juan Diego
Virgen de Guadalupe

Oración a San Juan Diego
Gracias por el mensaje evangelizador que con humildad nos has entregado.
Tus nos recuerdas que la V. Santísima de Guadalupe es la Madre del Verdadero Dios por quien se vive y es la portadora de Jesucristo que nos da el Espíritu Santo, que vivifica a la Iglesia.
Tu nos recuerdas que Santa María de Guadalupe es también nuestra Madre amorosa y compasiva.
Gracias al obediente cumplimiento de tu misión, sabemos que Santa María de Guadalupe nos ha colocado en su corazón.
Gracias Juan Diego por este mensaje que nos fortifica en la Paz, en la Unidad y en el Amor de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Oración a Juan Diego
San Juan Diego, estrella maravillosa de Dios.
Santidad comprobada desde tu nacimiento, modelo insigne de humildad y pureza, rectitud y sencillez marcaron tu vida.

La inocencia fuè tu estandarte, y tanta y tan bella es tu alma que la más blanca y celestial doncella, nuestra Madre siempre Santa te escogió para dar al mundo Su hermosísima imagen.

Hoy te suplico me concedas por su intercesión de Jesucristo Nuestro Señor la gracia de la santidad para mí y para toda mi familia la raza humana.

Ruega por nosotros San Juan Diego Para que seamos sanados, salvados y liberados del maligno y de todas sus amenazas y persecuciones, para que seamos programados por el Espíritu Santo, y alcancemos salud del alma, de la mente y del cuerpo, progreso material y espiritual; y que al final de esta vida seamos dignos por tu intercesión de la Patria Celestial.
Amén.

San Juan Diego intercede por nosotros.
Santa María de Guadalupe ruega al Señor Jesús por nosotros.

3 credos a Nuestra Señora de Guadalupe en honor y por todas las intenciones de San Juan Diego.
Historicidad

Ante la voces que pretenden negar la historicidad de Juan Diego, y en el marco del proceso de canonización del beato indio, la Congregación vaticana para las Causas de los Santos, decidió crear en 1998 una Comisión histórica para analizar su fundamento. Nombró como presidente de la Comisión histórica al profesor de Historia eclesiástica en las Universidades Pontificias Urbaniana y Gregoriana, Fidel González Fernández, reconocido como uno de los máximos expertos en la materia. La Comisión solicitó la cooperación de unos 30 investigadores de diversas nacionalidades que ofrecieron una contribución decisiva no sólo para justificar la historicidad de Juan Diego, sino incluso para aportar nueva luz a la historia de México. El padre González expuso los resultados de este trabajo en un Congreso extraordinario celebrado en la Congregación Vaticana para las Causas de los Santos el 28 de octubre de 1998, obteniendo un éxito positivo en la resolución de las dudas presentadas sobre la problemática histórica.
Quizá uno de los trabajos más originales del padre González, quien ha sido asistido en esta labor por otros miembros de la comisión, Eduardo Chávez Sánchez y José Luis Guerrero Rosado (cf. «El encuentro de la Virgen de Guadalupe y Juan Diego», Editorial Porrúa, México 1999, 564 pp.) es la presentación de 27 documentos o testimonios indígenas guadalupanos y 8 de procedencia mixta indo_española. Entre todos ellos, destaca el «El Nican Mopohua» y el llamado Códice «Escalada».
«El Nican Mopohua», del escritor indio Antonio Valeriano, constituye un testimonio privilegiado del proceso de transculturación del cristianismo de la Nueva España. Sin embargo, la cuestión acerca de la historicidad de su contenido y de cuanto en él es revestimiento literario o parte de un entorno cultural sigue siendo discutido con vehemencia. Cada palabra de los 218 versos del «Nican Mopohua» tiene sus significados dentro de la filosofía y mitología nahuas así como cristianas respectivamente. Al ser untexto literario, no tiene un valor histórico, sin embargo, ofrece el testimonio de la cosmovisión india del momento, algo mucho más importante para esa cultura que lo que podría haber sido una crónica fechada. Por otra parte, su autor un indígena de raza tecpaneca pura, fue un testigo, pues vivió entre 1520 y 1606. Los historiadores afirman que era sobrino del emperador Moctezuma. A los trece años __en 1533, testimonio de la impresionante labor que realizaron los misioneros__ ya entró a estudiar en el colegio de San Cruz de Tlatelolco, fundado por el obispo Juan de Zumárraga. Fue, por tanto, uno de los primeros indios en hablar latín y gobernador de Azcapotzalco durante 35 años. Tenía 11 años en 1531, año de las apariciones, y 28 en 1548, cuando murió Juan Diego.
Por otra parte, el Códice «Escalada», firmado por el indio Antonio Valeriano y el español fray Bernardino de Sahagún, recién descubierto, constituye un testimonio directo de la historicidad de Juan Diego, pues contiene una especie de «acta de defunción» del indígena.
Dado que todavía no se han encontrado documentos históricos relativos a los veinte años que siguieron a las apariciones de Guadalupe, quienes se oponen a ellas aseguran que este «silencio» documental es prueba de que no existieran. Se olvida, sin embargo, que muchas fuentes indígenas fueron destruidas, como dos autoridades indiscutibles de la primera hora, fray Bernardino de Sahagún y Gerónimo de Mendieta declaran. Además, no hay que olvidar otros elementos históricos como los incendios (el del Archivo del Cabildo de México de 1692) o la llamada «crisis del papel» que invistió a la Nueva España durante mucho tiempo y que obligó como algo normal a la reutilización del papel ya usado, incluso de documentos de archivo, para nuevos usos sea en el comercio como en la escritura.
Preguntas sin responder
Los antiaparicionistas, sin embargo, no pueden explicar con elementos históricos algunos aspectos decisivos de la historia de México sin tener en cuenta el milagro de Guadalupe. Como, por ejemplo, el que, después una conquista dramática y tras dolorosas divisiones y contraposiciones en el seno del mundo político nahuatl, en un lugar significativo para el mundo indígena, en el cerro del Tepeyac, se levantara en seguida una ermita dedicada a la Virgen María bajo el nombre de Guadalupe, que con la Guadalupe de España coincide sólo en el nombre.
No explican tampoco cómo Guadalupe se convirtió en señal de una nueva historia religiosa y de encuentro entre dos mundos hasta ese momento en dramática contraposición.
La historicidad del beato ha quedado tan fundamentada que el presidente dela Comisión creada por la Congregación romana para las Causas de los Santos, Fidel González, está estudiando los orígenes sociales de Juan Diego. No se sabe si era un noble indio o un «pobre» indio. Se trata de una confusión provocada por las traducciones del «Nican Mopohua» al castellano. Existen otras muchas pruebas históricas sobre la existencia de Juan Diego, como, por ejemplo, la tradición oral, fuente decisiva al estudiar a los pueblos mexicanos, cuya cultura era principalmente oral. Esta tradición, en esos casos suele obedecer a cánones bien precisos y, en el caso de Guadalupe, siempre confirma la figura histórica y espiritual de Juan Diego. Quien quiera profundizar en el aspecto histórico del vidente de Guadalupe, puede leer a continuación el artículo inédito escrito por una de las personalidades más competentes en la materia, Fidel González, presidente de la Comisión histórica sobre Juan Diego constituida por la Santa Sede. ZS99121909
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LA DOCUMENTACION HISTORICA SOBRE LA VIRGEN DE GUADALUPE Y JUAN DIEGO
Estudio inédito de uno de los máximos expertos en la materia (1) Por Fidel González, mccj
Presidente de la Comisión Histórica sobre Juan Diego nombrada por la Congregación romana para las Causas de los Santos y profesor de Historia eclesiástica en las Universidades Pontificias Urbaniana y Gregoriana) ROMA, 19 (ZENIT)._ En los comienzos de la presencia misionera cristiana en México y en otros lugares del Nuevo Mundo, se constata un choque entre el mundo religioso y cultural precortesiano y el cristiano llegado de Europa. Sin embargo vemos que se va a dar un encuentro no exento de dolor. Ahora bien, Guadalupe es la expresión más lograda de este encuentro y el indio neo_cristiano Juan Diego Cuauhtlatoatzin un eslabón que lo representa, o como es llamado por el "Nican Mopohua", el más importante documento de indígena sobre el hecho guadalupano, su "mensajero"(2). Así lo han percibido tanto la "traditio" india como la española, la criolla y la mestiza. En este sentido el hecho guadalupano y la misión del indio Juan Diego Cuauhtlatoatzin tienen un marcado sentido eclesial y misionero. En el Acontecimiento guadalupano se muestra los comienzos dramáticos de la historia del continente americano. La reciente publicación en México por la prestigiosa editorial Porrúa del libro en colaboración de F. González Fernández, E. Chávez Sánchez, J. L. Guerrero Rosado señala esta problemática al investigar documentalmente el tema guadalupano. Elargumento guadalupano ha sido objeto de apasionados debates históricos desde que a finales del s. XVIII un académico español, Juan Bautista Muñoz (3), seguido luego por dos mexicanos, el extravagante fraile dominico fray Servando Teresa de Mier y a finales del siglo XIX el erudito Joaquín García Icazbalceta pusieron en duda desde posiciones y por motivos muy diversos la historicidad del hecho guadalupano. Desde entonces la polémica va a predominar en la historiografía guadalupana sobre la investigación documental. 1. TESIS CONTRAPUESTAS
En la historia de la controversia guadalupana se encuentran tesis contrapuestas. Algunas quieren vaciar el Acontecimiento guadalupano de su historicidad reduciéndolo a un mero símbolo de valor variable. Sintetizamos …