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Irapuato
110226
Novena a San José Sánchez del Río (completa) Primer Día de la Novena a San José Sánchez del Río Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del …Más
Novena a San José Sánchez del Río (completa)

Primer Día de la Novena a San José Sánchez del Río
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador y Redentor mío, por ser Tú quien eres y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido y propongo firmemente nunca más pecar, y apartarme de todas las ocasiones de ofenderte.

Oración Inicial
¡Oh bendito José Sánchez del Río! Como uno de tus devotos me dirijo a ti en este día. A ti elevo mis débiles oraciones. Tu protección imploro y bajo ella espero merecer del Altísimo el ser socorrido en mis necesidades.

Primer Día
La Iglesia Considera mártires a los cristianos que han confirmado un hecho o una verdad con sufrimiento y muerte. Según esto, el martirio es la afirmación de la verdad de Cristo, que ha sido sellada con la muerte corporal. La Iglesia, desde el principio, sabe que el martirio es un bautismo de sangre, que produce la total purificación del pecado y la perfecta santidad.
El Santo mártir José Sánchez del Río, desde pequeño tuvo la convicción de la existencia de Dios. Ya que sus padres se preocuparon por cultivarle la fe, llevándolo a la Parroquia de Santiago Apóstol, donde recibió el Bautismo, a celebrar la santa Eucaristía, a rezar el rosario a María Santísima y al catecismo. Ahí mismo recibió el sacramento de la Confirmación e hizo su primera comunión. ¿Cómo no defender esa hermosa Verdad que lleva al hombre a la santidad? Cuando empezó la “guerra cristera” – 1926 al 29 – estaba en plena adolescencia. En su vida de adolescente buscó un ideal y lo encontró en Cristo. Oyó en su interior la invitación de Jesús: “Sígueme” ¿el Camino? ¿El Martirio?. Lo empezó a concretizar en la frase repetida incansantemente: “Ahora es tan fácil ganarse el cielo.

Acto de fe esperanza y caridad para rezarlo todos los días después de la reflexión.

Acto de fe
Dios mío, creo en ti, porque eres la verdad misma; también creo firmemente todo lo que cree y enseña la Iglesia Católica, porque Tú lo has revelado y no puedes engañarte ni engañarnos. Permíteme ser fuerte como José Sánchez del Río, y ser capaz de entregar mi vida como él la entregó por ti.

Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Santo José Sánchez del Río – Ruega por nosotros. (3 veces)

Acto de esperanza
Dios mío, espero que, por los méritos de Nuestro Señor Jesucristo, me concederás tu gracia en este mundo; y si observo los mandamientos, la vida eterna en el otro, porque eres infinitamente bueno, infinita mente poderoso y fiel a tus promesas. Permíteme tener como primordial el cielo que me tienes prometido, para que como José Sánchez del Río, vea la muerte corporal como un paso para estar contigo eternamente.

Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Santo José Sánchez del Río – Ruega por nosotros. (3 veces)

Acto de caridad
Dios mío, te amo con todo mi corazón y sobre todas las cosas, porque eres infinitamente bueno y amable; amo también a mi prójimo como a mí mismo, por tu amor. Permíteme amarte cada día más y por amor, dar la vida por ti, como la dio José Sánchez del Río, para que ardiendo en tu amor, pueda dar testimonio con mi propia vida de que tú existes.

Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Santo José Sánchez del Río – Ruega por nosotros. (3 veces)

Oración final para todos los días.
Señor Dios, que otorgaste la palma del martirio, al Santo José Sánchez del Río al profesar y defender con su sangre la fe en Cristo Rey del Universo. Concédenos por su intercesión alcanzar la gracia de ser como él: fuertes en la fe, seguros en la esperanza y constantes en la caridad.

Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
Segundo Día de la Novena a San José Sánchez del Río
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador y Redentor mío, por ser Tú quien eres y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido y propongo firmemente nunca más pecar, y apartarme de todas las ocasiones de ofenderte.

Oración Inicial
¡Oh bendito José Sánchez del Río! Como uno de tus devotos me dirijo a ti en este día. A ti elevo mis débiles oraciones. Tu protección imploro y bajo ella espero merecer del Altísimo el ser socorrido en mis necesidades.

Segundo Día
Desde el principio, el martirio es entendido y vivido siempre por la Iglesia como una nueva victoria de Cristo glorioso, que esta vez, en sus mártires, vuelve a vencer al pecado, al demonio y al mundo. Por obra del Espíritu Santo, la victoria de los mártires es la prolongación de la victoria de Cristo en la Cruz.
El Santo Mártir José Sánchez del Río, al gritar ¡Viva Cristo Rey! Está anunciando que Cristo sigue triunfando en el mundo. Cristo sigue viviendo en la entrega generosa que hacemos en nuestra vida diaria

Acto de fe esperanza y caridad para rezarlo todos los días después de la reflexión.

Acto de fe
Dios mío, creo en ti, porque eres la verdad misma; también creo firmemente todo lo que cree y enseña la Iglesia Católica, porque Tú lo has revelado y no puedes engañarte ni engañarnos. Permíteme ser fuerte como José Sánchez del Río, y ser capaz de entregar mi vida como él la entregó por ti.

Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Santo José Sánchez del Río – Ruega por nosotros. (3 veces)

Acto de esperanza
Dios mío, espero que, por los méritos de Nuestro Señor Jesucristo, me concederás tu gracia en este mundo; y si observo los mandamientos, la vida eterna en el otro, porque eres infinitamente bueno, infinita mente poderoso y fiel a tus promesas. Permíteme tener como primordial el cielo que me tienes prometido, para que como José Sánchez del Río, vea la muerte corporal como un paso para estar contigo eternamente.

Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Santo José Sánchez del Río – Ruega por nosotros. (3 veces)

Acto de caridad
Dios mío, te amo con todo mi corazón y sobre todas las cosas, porque eres infinitamente bueno y amable; amo también a mi prójimo como a mí mismo, por tu amor. Permíteme amarte cada día más y por amor, dar la vida por ti, como la dio José Sánchez del Río, para que ardiendo en tu amor, pueda dar testimonio con mi propia vida de que tú existes.

Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Santo José Sánchez del Río – Ruega por nosotros. (3 veces)

Oración final para todos los días.
Señor Dios, que otorgaste la palma del martirio, al Santo José Sánchez del Río al profesar y defender con su sangre la fe en Cristo Rey del Universo. Concédenos por su intercesión alcanzar la gracia de ser como él: fuertes en la fe, seguros en la esperanza y constantes en la caridad.

Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
Tercer Día de la Novena a San José Sánchez del Río
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador y Redentor mío, por ser Tú quien eres y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido y propongo firmemente nunca más pecar, y apartarme de todas las ocasiones de ofenderte.

Oración Inicial
¡Oh bendito José Sánchez del Río! Como uno de tus devotos me dirijo a ti en este día. A ti elevo mis débiles oraciones. Tu protección imploro y bajo ella espero merecer del Altísimo el ser socorrido en mis necesidades.

Tercer Día
En las Actas martiriales se entiende claramente que el combate del cristiano no es «contra la carne y la sangre, sino contra los espíritus malignos» (Ef 6,12). Y queda igualmente patente que es el mismo Cristo quien, fortaleciendo a su mártir, combate contra el Diablo y lo vence.
El diablo, sigue trabajando en las personas, para ganárselas, tentándolas y haciéndolas que vean atractivas las contaminaciones morales y ambientales de la vida, pues sabe que eso aparta de la comunión con Dios. El Santo José Sánchez del Río, vio como nada lo que el mundo le ofrecía, perseveró en la oración y venció las tentaciones del mal, haciendo así que la bandera de la resurrección se ondeara en la Iglesia, valorando más los bienes celestiales.

Acto de fe esperanza y caridad para rezarlo todos los días después de la reflexión.

Acto de fe
Dios mío, creo en ti, porque eres la verdad misma; también creo firmemente todo lo que cree y enseña la Iglesia Católica, porque Tú lo has revelado y no puedes engañarte ni engañarnos. Permíteme ser fuerte como José Sánchez del Río, y ser capaz de entregar mi vida como él la entregó por ti.

Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Santo José Sánchez del Río – Ruega por nosotros. (3 veces)

Acto de esperanza
Dios mío, espero que, por los méritos de Nuestro Señor Jesucristo, me concederás tu gracia en este mundo; y si observo los mandamientos, la vida eterna en el otro, porque eres infinitamente bueno, infinita mente poderoso y fiel a tus promesas. Permíteme tener como primordial el cielo que me tienes prometido, para que como José Sánchez del Río, vea la muerte corporal como un paso para estar contigo eternamente.

Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Santo José Sánchez del Río – Ruega por nosotros. (3 veces)

Acto de caridad
Dios mío, te amo con todo mi corazón y sobre todas las cosas, porque eres infinitamente bueno y amable; amo también a mi prójimo como a mí mismo, por tu amor. Permíteme amarte cada día más y por amor, dar la vida por ti, como la dio José Sánchez del Río, para que ardiendo en tu amor, pueda dar testimonio con mi propia vida de que tú existes.

Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Santo José Sánchez del Río – Ruega por nosotros. (3 veces)

Oración final para todos los días.
Señor Dios, que otorgaste la palma del martirio, al Santo José Sánchez del Río al profesar y defender con su sangre la fe en Cristo Rey del Universo. Concédenos por su intercesión alcanzar la gracia de ser como él: fuertes en la fe, seguros en la esperanza y constantes en la caridad.

Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
Cuarto Día de la Novena a San José Sánchez del Río
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador y Redentor mío, por ser Tú quien eres y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido y propongo firmemente nunca más pecar, y apartarme de todas las ocasiones de ofenderte.

Oración Inicial
¡Oh bendito José Sánchez del Río! Como uno de tus devotos me dirijo a ti en este día. A ti elevo mis débiles oraciones. Tu protección imploro y bajo ella espero merecer del Altísimo el ser socorrido en mis necesidades.

Cuarto Día
Es Cristo, sin duda, quien vence en el combate del martirio; pero sus siervos se preparan al combate con la oración, el ayuno, la comunión eucarística, y con las mutuas exhortaciones, para colaborar así en esa victoria, es decir, para mejor recibir de Cristo la gracia de su confortación.
Si los padres del Santo José Sánchez del Río, no le hubieran enseñado a orar, no hubiera tenido esa fuerza tan extraordinaria para defender su fe. La oración es un gran sostén para estar firmes hasta el final y no caer en el momento de la tempestad. La poca edad de José y su fervor religioso le ganaron las simpatías de la tropa que le llamaban con cariño Tarsicio. Por las noches dirigía el rosario y animaba a la tropa a defender su fe diciéndoles: “Hoy es fácil alcanzar el cielo”, y entonaba el canto: al cielo, al cielo, al cielo quiero ir…

Acto de fe esperanza y caridad para rezarlo todos los días después de la reflexión.

Acto de fe
Dios mío, creo en ti, porque eres la verdad misma; también creo firmemente todo lo que cree y enseña la Iglesia Católica, porque Tú lo has revelado y no puedes engañarte ni engañarnos. Permíteme ser fuerte como José Sánchez del Río, y ser capaz de entregar mi vida como él la entregó por ti.

Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Santo José Sánchez del Río – Ruega por nosotros. (3 veces)

Acto de esperanza
Dios mío, espero que, por los méritos de Nuestro Señor Jesucristo, me concederás tu gracia en este mundo; y si observo los mandamientos, la vida eterna en el otro, porque eres infinitamente bueno, infinita mente poderoso y fiel a tus promesas. Permíteme tener como primordial el cielo que me tienes prometido, para que como José Sánchez del Río, vea la muerte corporal como un paso para estar contigo eternamente.

Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Santo José Sánchez del Río – Ruega por nosotros. (3 veces)

Acto de caridad
Dios mío, te amo con todo mi corazón y sobre todas las cosas, porque eres infinitamente bueno y amable; amo también a mi prójimo como a mí mismo, por tu amor. Permíteme amarte cada día más y por amor, dar la vida por ti, como la dio José Sánchez del Río, para que ardiendo en tu amor, pueda dar testimonio con mi propia vida de que tú existes.

Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Santo José Sánchez del Río – Ruega por nosotros. (3 veces)

Oración final para todos los días.
Señor Dios, que otorgaste la palma del martirio, al Santo José Sánchez del Río al profesar y defender con su sangre la fe en Cristo Rey del Universo. Concédenos por su intercesión alcanzar la gracia de ser como él: fuertes en la fe, seguros en la esperanza y constantes en la caridad.

Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
Quinto Día de la Novena a San José Sánchez del Río
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador y Redentor mío, por ser Tú quien eres y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido y propongo firmemente nunca más pecar, y apartarme de todas las ocasiones de ofenderte.

Oración Inicial
¡Oh bendito José Sánchez del Río! Como uno de tus devotos me dirijo a ti en este día. A ti elevo mis débiles oraciones. Tu protección imploro y bajo ella espero merecer del Altísimo el ser socorrido en mis necesidades.

Quinto Día
Ya el primero de los mártires, Esteban, llegada la hora de ser lapidado, tiene una visión en la que contempla «los cielos abiertos y al Hijo del hombre en pie a la derecha de Dios» (Hch 7,56). En los años posteriores, también los mártires son frecuentemente fortalecidos por visiones celestiales, en las que contemplan al Señor y a aquellos bienes eternos que esperan a los que permanecen fieles. Como dice San Cipriano, «en la persecución se cierra el mundo, pero se abre el cielo».
Posiblemente, el Santo José Sánchez del Río, tuvo la visión del cielo, tanto así que pudo exclamar constantemente, “¡Nunca había sido tan fácil, como hoy, ganarse el cielo!”. Y al querer negociar su libertad él pide: que no se pagara por él ni un solo centavo. No quiso que negociaran su martirio.

Acto de fe esperanza y caridad para rezarlo todos los días después de la reflexión.

Acto de fe
Dios mío, creo en ti, porque eres la verdad misma; también creo firmemente todo lo que cree y enseña la Iglesia Católica, porque Tú lo has revelado y no puedes engañarte ni engañarnos. Permíteme ser fuerte como José Sánchez del Río, y ser capaz de entregar mi vida como él la entregó por ti.

Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Santo José Sánchez del Río – Ruega por nosotros. (3 veces)

Acto de esperanza
Dios mío, espero que, por los méritos de Nuestro Señor Jesucristo, me concederás tu gracia en este mundo; y si observo los mandamientos, la vida eterna en el otro, porque eres infinitamente bueno, infinita mente poderoso y fiel a tus promesas. Permíteme tener como primordial el cielo que me tienes prometido, para que como José Sánchez del Río, vea la muerte corporal como un paso para estar contigo eternamente.

Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Santo José Sánchez del Río – Ruega por nosotros. (3 veces)

Acto de caridad
Dios mío, te amo con todo mi corazón y sobre todas las cosas, porque eres infinitamente bueno y amable; amo también a mi prójimo como a mí mismo, por tu amor. Permíteme amarte cada día más y por amor, dar la vida por ti, como la dio José Sánchez del Río, para que ardiendo en tu amor, pueda dar testimonio con mi propia vida de que tú existes.

Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Santo José Sánchez del Río – Ruega por nosotros. (3 veces)

Oración final para todos los días.
Señor Dios, que otorgaste la palma del martirio, al Santo José Sánchez del Río al profesar y defender con su sangre la fe en Cristo Rey del Universo. Concédenos por su intercesión alcanzar la gracia de ser como él: fuertes en la fe, seguros en la esperanza y constantes en la caridad.

Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
Sexto Día de la Novena a San José Sánchez del Río
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador y Redentor mío, por ser Tú quien eres y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido y propongo firmemente nunca más pecar, y apartarme de todas las ocasiones de ofenderte.

Oración Inicial
¡Oh bendito José Sánchez del Río! Como uno de tus devotos me dirijo a ti en este día. A ti elevo mis débiles oraciones. Tu protección imploro y bajo ella espero merecer del Altísimo el ser socorrido en mis necesidades.

Sexto Día
La fe en la resurrección futura tiene su afirmación más extrema en el testimonio de los mártires. Ellos pierden su vida libremente en este mundo, porque están ciertos de ganarla en la vida eterna. Esa fe en la resurrección, que parece tan absurda, los mártires la proclaman con absoluta seguridad, sellando su certeza con su propia sangre.

José Sánchez del Río ante sus jueces, igual que aquellos siete hijos del libro de los Macabeos, confiesa no tener nada que temer: asegura con alegría que Dios les resucitará para siempre, llama a sus verdugos a la fe y a la conversión.

Acto de fe esperanza y caridad para rezarlo todos los días después de la reflexión.

Acto de fe
Dios mío, creo en ti, porque eres la verdad misma; también creo firmemente todo lo que cree y enseña la Iglesia Católica, porque Tú lo has revelado y no puedes engañarte ni engañarnos. Permíteme ser fuerte como José Sánchez del Río, y ser capaz de entregar mi vida como él la entregó por ti.

Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Santo José Sánchez del Río – Ruega por nosotros. (3 veces)

Acto de esperanza
Dios mío, espero que, por los méritos de Nuestro Señor Jesucristo, me concederás tu gracia en este mundo; y si observo los mandamientos, la vida eterna en el otro, porque eres infinitamente bueno, infinita mente poderoso y fiel a tus promesas. Permíteme tener como primordial el cielo que me tienes prometido, para que como José Sánchez del Río, vea la muerte corporal como un paso para estar contigo eternamente.

Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Santo José Sánchez del Río – Ruega por nosotros. (3 veces)

Acto de caridad
Dios mío, te amo con todo mi corazón y sobre todas las cosas, porque eres infinitamente bueno y amable; amo también a mi prójimo como a mí mismo, por tu amor. Permíteme amarte cada día más y por amor, dar la vida por ti, como la dio José Sánchez del Río, para que ardiendo en tu amor, pueda dar testimonio con mi propia vida de que tú existes.

Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Santo José Sánchez del Río – Ruega por nosotros. (3 veces)

Oración final para todos los días.
Señor Dios, que otorgaste la palma del martirio, al Santo José Sánchez del Río al profesar y defender con su sangre la fe en Cristo Rey del Universo. Concédenos por su intercesión alcanzar la gracia de ser como él: fuertes en la fe, seguros en la esperanza y constantes en la caridad.

Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
Séptimo Día de la Novena a San José Sánchez del Río
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador y Redentor mío, por ser Tú quien eres y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido y propongo firmemente nunca más pecar, y apartarme de todas las ocasiones de ofenderte.

Oración Inicial
¡Oh bendito José Sánchez del Río! Como uno de tus devotos me dirijo a ti en este día. A ti elevo mis débiles oraciones. Tu protección imploro y bajo ella espero merecer del Altísimo el ser socorrido en mis necesidades.

Séptimo Día
El que muere por Cristo en ese bautismo segundo del martirio, a veces llamado «bautismo de sangre», por esa entrega suya de amor supremo, queda libre de todos sus pecados. Dios se los perdona, aunque no haya recibido el bautismo sacramental. Muchos mártires, cuando escuchan al tribunal que dicta su sentencia de muerte, responden gozosos: ¡Gracias a Dios!, pues entienden su martirio como un privilegio, como una participación gloriosa en la Cruz de Cristo, como la más alta de las gracias posibles.
Poco antes que iniciara el martirio, le desollaron las plantas de los pies. Uno de los verdugos de José Sánchez del Río, cegado de rabia, al ver que no se acobardaba, ordenó a los soldados que lo apuñalaran para evitar que en el pueblo se escucharan los balazos. A cada puñalada gritaba ¡Viva Cristo Rey!

Acto de fe esperanza y caridad para rezarlo todos los días después de la reflexión.

Acto de fe
Dios mío, creo en ti, porque eres la verdad misma; también creo firmemente todo lo que cree y enseña la Iglesia Católica, porque Tú lo has revelado y no puedes engañarte ni engañarnos. Permíteme ser fuerte como José Sánchez del Río, y ser capaz de entregar mi vida como él la entregó por ti.

Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Santo José Sánchez del Río – Ruega por nosotros. (3 veces)

Acto de esperanza
Dios mío, espero que, por los méritos de Nuestro Señor Jesucristo, me concederás tu gracia en este mundo; y si observo los mandamientos, la vida eterna en el otro, porque eres infinitamente bueno, infinita mente poderoso y fiel a tus promesas. Permíteme tener como primordial el cielo que me tienes prometido, para que como José Sánchez del Río, vea la muerte corporal como un paso para estar contigo eternamente.

Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Santo José Sánchez del Río – Ruega por nosotros. (3 veces)

Acto de caridad
Dios mío, te amo con todo mi corazón y sobre todas las cosas, porque eres infinitamente bueno y amable; amo también a mi prójimo como a mí mismo, por tu amor. Permíteme amarte cada día más y por amor, dar la vida por ti, como la dio José Sánchez del Río, para que ardiendo en tu amor, pueda dar testimonio con mi propia vida de que tú existes.

Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Santo José Sánchez del Río – Ruega por nosotros. (3 veces)

Oración final para todos los días.
Señor Dios, que otorgaste la palma del martirio, al Santo José Sánchez del Río al profesar y defender con su sangre la fe en Cristo Rey del Universo. Concédenos por su intercesión alcanzar la gracia de ser como él: fuertes en la fe, seguros en la esperanza y constantes en la caridad.

Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
Octavo Día de la Novena a San José Sánchez del Río
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador y Redentor mío, por ser Tú quien eres y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido y propongo firmemente nunca más pecar, y apartarme de todas las ocasiones de ofenderte.

Oración Inicial
¡Oh bendito José Sánchez del Río! Como uno de tus devotos me dirijo a ti en este día. A ti elevo mis débiles oraciones. Tu protección imploro y bajo ella espero merecer del Altísimo el ser socorrido en mis necesidades.

Octavo Día
«Oren por los que les persiguen, para que sean hijos de su Padre celestial» (Mt 5,44; +Lc 6,27-28). Esta norma de Jesús, la cumple Él mismo al morir en la cruz: «Padre, perdónales, que no saben lo que hacen» (Lc 23,34). Y también Esteban: «Señor, no les imputes este pecado» (Hch 7,60). Y de igual modo los mártires, fieles a la recomendación del Salvador, mueren siempre rogando por los jueces que les han condenado y por sus verdugos. De hecho hay testimonios que algunos de los verdugos de José Sánchez del Río, después que lo mataron, se convirtieron y los veían constantemente en el templo.

Acto de fe esperanza y caridad para rezarlo todos los días después de la reflexión.

Acto de fe
Dios mío, creo en ti, porque eres la verdad misma; también creo firmemente todo lo que cree y enseña la Iglesia Católica, porque Tú lo has revelado y no puedes engañarte ni engañarnos. Permíteme ser fuerte como José Sánchez del Río, y ser capaz de entregar mi vida como él la entregó por ti.

Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Santo José Sánchez del Río – Ruega por nosotros. (3 veces)

Acto de esperanza
Dios mío, espero que, por los méritos de Nuestro Señor Jesucristo, me concederás tu gracia en este mundo; y si observo los mandamientos, la vida eterna en el otro, porque eres infinitamente bueno, infinita mente poderoso y fiel a tus promesas. Permíteme tener como primordial el cielo que me tienes prometido, para que como José Sánchez del Río, vea la muerte corporal como un paso para estar contigo eternamente.

Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Santo José Sánchez del Río – Ruega por nosotros. (3 veces)

Acto de caridad
Dios mío, te amo con todo mi corazón y sobre todas las cosas, porque eres infinitamente bueno y amable; amo también a mi prójimo como a mí mismo, por tu amor. Permíteme amarte cada día más y por amor, dar la vida por ti, como la dio José Sánchez del Río, para que ardiendo en tu amor, pueda dar testimonio con mi propia vida de que tú existes.

Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Santo José Sánchez del Río – Ruega por nosotros. (3 veces)

Oración final para todos los días.
Señor Dios, que otorgaste la palma del martirio, al Santo José Sánchez del Río al profesar y defender con su sangre la fe en Cristo Rey del Universo. Concédenos por su intercesión alcanzar la gracia de ser como él: fuertes en la fe, seguros en la esperanza y constantes en la caridad.

Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
Noveno Día de la Novena a San José Sánchez del Río
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador y Redentor mío, por ser Tú quien eres y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido y propongo firmemente nunca más pecar, y apartarme de todas las ocasiones de ofenderte.

Oración Inicial
¡Oh bendito José Sánchez del Río! Como uno de tus devotos me dirijo a ti en este día. A ti elevo mis débiles oraciones. Tu protección imploro y bajo ella espero merecer del Altísimo el ser socorrido en mis necesidades.

Noveno Día
En las crónicas de los mártires se ve con frecuencia cómo éstos son confortados en la cárcel por diáconos o fieles cristianos que le llevan a Cristo, el pan de vida eterna. Es en el memorial eucarístico de la pasión del Señor donde los mártires hallan el ejemplo y la fuerza que necesitan para sufrir santamente su propia pasión y muerte. La ofrenda crucificada del mártir queda, pues, perfectamente integrada en la ofrenda sacrificial que Cristo hace de sí mismo en la Cruz.
Esta manera de entender el martirio está perfectamente expresada por San Ignacio de Antioquía, que habiendo recibido el Pan eucarístico, quiere venir a ser él mismo pan triturado, completamente unido al Crucificado, como perfecto discípulo. El sacrificio del mártir es el mismo sacrificio de Cristo prolongado en su cuerpo.

El Santo Mártir José Sánchez del Río, era fortalecido por la santa Eucaristía que le llevaba su tía Magdalena. ¿Qué sería de nosotros sin este Augusto Sacramento?

Acto de fe esperanza y caridad para rezarlo todos los días después de la reflexión.

Acto de fe
Dios mío, creo en ti, porque eres la verdad misma; también creo firmemente todo lo que cree y enseña la Iglesia Católica, porque Tú lo has revelado y no puedes engañarte ni engañarnos. Permíteme ser fuerte como José Sánchez del Río, y ser capaz de entregar mi vida como él la entregó por ti.

Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Santo José Sánchez del Río – Ruega por nosotros. (3 veces)

Acto de esperanza
Dios mío, espero que, por los méritos de Nuestro Señor Jesucristo, me concederás tu gracia en este mundo; y si observo los mandamientos, la vida eterna en el otro, porque eres infinitamente bueno, infinita mente poderoso y fiel a tus promesas. Permíteme tener como primordial el cielo que me tienes prometido, para que como José Sánchez del Río, vea la muerte corporal como un paso para estar contigo eternamente.

Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Santo José Sánchez del Río – Ruega por nosotros. (3 veces)

Acto de caridad
Dios mío, te amo con todo mi corazón y sobre todas las cosas, porque eres infinitamente bueno y amable; amo también a mi prójimo como a mí mismo, por tu amor. Permíteme amarte cada día más y por amor, dar la vida por ti, como la dio José Sánchez del Río, para que ardiendo en tu amor, pueda dar testimonio con mi propia vida de que tú existes.

Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Santo José Sánchez del Río – Ruega por nosotros. (3 veces)

Oración final para todos los días.
Señor Dios, que otorgaste la palma del martirio, al Santo José Sánchez del Río al profesar y defender con su sangre la fe en Cristo Rey del Universo. Concédenos por su intercesión alcanzar la gracia de ser como él: fuertes en la fe, seguros en la esperanza y constantes en la caridad.

Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
Irapuato
Noveno Día
En las crónicas de los mártires se ve con frecuencia cómo éstos son confortados en la cárcel por diáconos o fieles cristianos que le llevan a Cristo, el pan de vida eterna. Es en el memorial eucarístico de la pasión del Señor donde los mártires hallan el ejemplo y la fuerza que necesitan para sufrir santamente su propia pasión y muerte. La ofrenda crucificada del mártir queda, pues …Más
Noveno Día
En las crónicas de los mártires se ve con frecuencia cómo éstos son confortados en la cárcel por diáconos o fieles cristianos que le llevan a Cristo, el pan de vida eterna. Es en el memorial eucarístico de la pasión del Señor donde los mártires hallan el ejemplo y la fuerza que necesitan para sufrir santamente su propia pasión y muerte. La ofrenda crucificada del mártir queda, pues, perfectamente integrada en la ofrenda sacrificial que Cristo hace de sí mismo en la Cruz.
Esta manera de entender el martirio está perfectamente expresada por San Ignacio de Antioquía, que habiendo recibido el Pan eucarístico, quiere venir a ser él mismo pan triturado, completamente unido al Crucificado, como perfecto discípulo. El sacrificio del mártir es el mismo sacrificio de Cristo prolongado en su cuerpo.

El Santo Mártir José Sánchez del Río, era fortalecido por la santa Eucaristía que le llevaba su tía Magdalena. ¿Qué sería de nosotros sin este Augusto Sacramento?

Acto de fe esperanza y caridad para rezarlo todos los días después de la reflexión.

Acto de fe
Dios mío, creo en ti, porque eres la verdad misma; también creo firmemente todo lo que cree y enseña la Iglesia Católica, porque Tú lo has revelado y no puedes engañarte ni engañarnos. Permíteme ser fuerte como José Sánchez del Río, y ser capaz de entregar mi vida como él la entregó por ti.

Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Santo José Sánchez del Río – Ruega por nosotros. (3 veces)

Acto de esperanza
Dios mío, espero que, por los méritos de Nuestro Señor Jesucristo, me concederás tu gracia en este mundo; y si observo los mandamientos, la vida eterna en el otro, porque eres infinitamente bueno, infinita mente poderoso y fiel a tus promesas. Permíteme tener como primordial el cielo que me tienes prometido, para que como José Sánchez del Río, vea la muerte corporal como un paso para estar contigo eternamente.

Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Santo José Sánchez del Río – Ruega por nosotros. (3 veces)

Acto de caridad
Dios mío, te amo con todo mi corazón y sobre todas las cosas, porque eres infinitamente bueno y amable; amo también a mi prójimo como a mí mismo, por tu amor. Permíteme amarte cada día más y por amor, dar la vida por ti, como la dio José Sánchez del Río, para que ardiendo en tu amor, pueda dar testimonio con mi propia vida de que tú existes.

Rezar: Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Santo José Sánchez del Río – Ruega por nosotros. (3 veces)

Oración final para todos los días.
Señor Dios, que otorgaste la palma del martirio, al Santo José Sánchez del Río al profesar y defender con su sangre la fe en Cristo Rey del Universo. Concédenos por su intercesión alcanzar la gracia de ser como él: fuertes en la fe, seguros en la esperanza y constantes en la caridad.

Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
Irapuato
Octavo Día
«Oren por los que les persiguen, para que sean hijos de su Padre celestial» (Mt 5,44; +Lc 6,27-28). Esta norma de Jesús, la cumple Él mismo al morir en la cruz: «Padre, perdónales, que no saben lo que hacen» (Lc 23,34). Y también Esteban: «Señor, no les imputes este pecado» (Hch 7,60). Y de igual modo los mártires, fieles a la recomendación del Salvador, mueren siempre rogando por los …Más
Octavo Día
«Oren por los que les persiguen, para que sean hijos de su Padre celestial» (Mt 5,44; +Lc 6,27-28). Esta norma de Jesús, la cumple Él mismo al morir en la cruz: «Padre, perdónales, que no saben lo que hacen» (Lc 23,34). Y también Esteban: «Señor, no les imputes este pecado» (Hch 7,60). Y de igual modo los mártires, fieles a la recomendación del Salvador, mueren siempre rogando por los jueces que les han condenado y por sus verdugos. De hecho hay testimonios que algunos de los verdugos de José Sánchez del Río, después que lo mataron, se convirtieron y los veían constantemente en el templo.

Acto de fe esperanza y caridad para rezarlo todos los días después de la reflexión.
5 más comentarios de Irapuato
Irapuato
Séptimo Día
El que muere por Cristo en ese bautismo segundo del martirio, a veces llamado «bautismo de sangre», por esa entrega suya de amor supremo, queda libre de todos sus pecados. Dios se los perdona, aunque no haya recibido el bautismo sacramental. Muchos mártires, cuando escuchan al tribunal que dicta su sentencia de muerte, responden gozosos: ¡Gracias a Dios!, pues entienden su martirio …Más
Séptimo Día
El que muere por Cristo en ese bautismo segundo del martirio, a veces llamado «bautismo de sangre», por esa entrega suya de amor supremo, queda libre de todos sus pecados. Dios se los perdona, aunque no haya recibido el bautismo sacramental. Muchos mártires, cuando escuchan al tribunal que dicta su sentencia de muerte, responden gozosos: ¡Gracias a Dios!, pues entienden su martirio como un privilegio, como una participación gloriosa en la Cruz de Cristo, como la más alta de las gracias posibles.
Poco antes que iniciara el martirio, le desollaron las plantas de los pies. Uno de los verdugos de José Sánchez del Río, cegado de rabia, al ver que no se acobardaba, ordenó a los soldados que lo apuñalaran para evitar que en el pueblo se escucharan los balazos. A cada puñalada gritaba ¡Viva Cristo Rey!

Acto de fe esperanza y caridad para rezarlo todos los días después de la reflexión.
Irapuato
Sexto Día
La fe en la resurrección futura tiene su afirmación más extrema en el testimonio de los mártires. Ellos pierden su vida libremente en este mundo, porque están ciertos de ganarla en la vida eterna. Esa fe en la resurrección, que parece tan absurda, los mártires la proclaman con absoluta seguridad, sellando su certeza con su propia sangre.
José Sánchez del Río ante sus jueces, igual …Más
Sexto Día
La fe en la resurrección futura tiene su afirmación más extrema en el testimonio de los mártires. Ellos pierden su vida libremente en este mundo, porque están ciertos de ganarla en la vida eterna. Esa fe en la resurrección, que parece tan absurda, los mártires la proclaman con absoluta seguridad, sellando su certeza con su propia sangre.

José Sánchez del Río ante sus jueces, igual que aquellos siete hijos del libro de los Macabeos, confiesa no tener nada que temer: asegura con alegría que Dios les resucitará para siempre, llama a sus verdugos a la fe y a la conversión.

Acto de fe esperanza y caridad para rezarlo todos los días después de la reflexión.
Irapuato
Quinto Día
Ya el primero de los mártires, Esteban, llegada la hora de ser lapidado, tiene una visión en la que contempla «los cielos abiertos y al Hijo del hombre en pie a la derecha de Dios» (Hch 7,56). En los años posteriores, también los mártires son frecuentemente fortalecidos por visiones celestiales, en las que contemplan al Señor y a aquellos bienes eternos que esperan a los que permanecen …Más
Quinto Día
Ya el primero de los mártires, Esteban, llegada la hora de ser lapidado, tiene una visión en la que contempla «los cielos abiertos y al Hijo del hombre en pie a la derecha de Dios» (Hch 7,56). En los años posteriores, también los mártires son frecuentemente fortalecidos por visiones celestiales, en las que contemplan al Señor y a aquellos bienes eternos que esperan a los que permanecen fieles. Como dice San Cipriano, «en la persecución se cierra el mundo, pero se abre el cielo».
Posiblemente, el Santo José Sánchez del Río, tuvo la visión del cielo, tanto así que pudo exclamar constantemente, “¡Nunca había sido tan fácil, como hoy, ganarse el cielo!”. Y al querer negociar su libertad él pide: que no se pagara por él ni un solo centavo. No quiso que negociaran su martirio.

Acto de fe esperanza y caridad para rezarlo todos los días después de la reflexión.
Irapuato
Cuarto Día
Es Cristo, sin duda, quien vence en el combate del martirio; pero sus siervos se preparan al combate con la oración, el ayuno, la comunión eucarística, y con las mutuas exhortaciones, para colaborar así en esa victoria, es decir, para mejor recibir de Cristo la gracia de su confortación.
Si los padres del Santo José Sánchez del Río, no le hubieran enseñado a orar, no hubiera tenido …Más
Cuarto Día
Es Cristo, sin duda, quien vence en el combate del martirio; pero sus siervos se preparan al combate con la oración, el ayuno, la comunión eucarística, y con las mutuas exhortaciones, para colaborar así en esa victoria, es decir, para mejor recibir de Cristo la gracia de su confortación.
Si los padres del Santo José Sánchez del Río, no le hubieran enseñado a orar, no hubiera tenido esa fuerza tan extraordinaria para defender su fe. La oración es un gran sostén para estar firmes hasta el final y no caer en el momento de la tempestad. La poca edad de José y su fervor religioso le ganaron las simpatías de la tropa que le llamaban con cariño Tarsicio. Por las noches dirigía el rosario y animaba a la tropa a defender su fe diciéndoles: “Hoy es fácil alcanzar el cielo”, y entonaba el canto: al cielo, al cielo, al cielo quiero ir…

Acto de fe esperanza y caridad para rezarlo todos los días después de la reflexión.
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Novena a San José Sánchez del Río (completa)
Irapuato
Tercer Día
En las Actas martiriales se entiende claramente que el combate del cristiano no es «contra la carne y la sangre, sino contra los espíritus malignos» (Ef 6,12). Y queda igualmente patente que es el mismo Cristo quien, fortaleciendo a su mártir, combate contra el Diablo y lo vence.
El diablo, sigue trabajando en las personas, para ganárselas, tentándolas y haciéndolas que vean atractivas …Más
Tercer Día
En las Actas martiriales se entiende claramente que el combate del cristiano no es «contra la carne y la sangre, sino contra los espíritus malignos» (Ef 6,12). Y queda igualmente patente que es el mismo Cristo quien, fortaleciendo a su mártir, combate contra el Diablo y lo vence.
El diablo, sigue trabajando en las personas, para ganárselas, tentándolas y haciéndolas que vean atractivas las contaminaciones morales y ambientales de la vida, pues sabe que eso aparta de la comunión con Dios. El Santo José Sánchez del Río, vio como nada lo que el mundo le ofrecía, perseveró en la oración y venció las tentaciones del mal, haciendo así que la bandera de la resurrección se ondeara en la Iglesia, valorando más los bienes celestiales.
Irapuato
Segundo Día
Desde el principio, el martirio es entendido y vivido siempre por la Iglesia como una nueva victoria de Cristo glorioso, que esta vez, en sus mártires, vuelve a vencer al pecado, al demonio y al mundo. Por obra del Espíritu Santo, la victoria de los mártires es la prolongación de la victoria de Cristo en la Cruz.
El Santo Mártir José Sánchez del Río, al gritar ¡Viva Cristo Rey! …Más
Segundo Día
Desde el principio, el martirio es entendido y vivido siempre por la Iglesia como una nueva victoria de Cristo glorioso, que esta vez, en sus mártires, vuelve a vencer al pecado, al demonio y al mundo. Por obra del Espíritu Santo, la victoria de los mártires es la prolongación de la victoria de Cristo en la Cruz.
El Santo Mártir José Sánchez del Río, al gritar ¡Viva Cristo Rey! Está anunciando que Cristo sigue triunfando en el mundo. Cristo sigue viviendo en la entrega generosa que hacemos en nuestra vida diaria

Acto de fe esperanza y caridad para rezarlo todos los días después de la reflexión.
Irapuato
Primer Día
La Iglesia Considera mártires a los cristianos que han confirmado un hecho o una verdad con sufrimiento y muerte. Según esto, el martirio es la afirmación de la verdad de Cristo, que ha sido sellada con la muerte corporal. La Iglesia, desde el principio, sabe que el martirio es un bautismo de sangre, que produce la total purificación del pecado y la perfecta santidad.
El Santo mártir …Más
Primer Día
La Iglesia Considera mártires a los cristianos que han confirmado un hecho o una verdad con sufrimiento y muerte. Según esto, el martirio es la afirmación de la verdad de Cristo, que ha sido sellada con la muerte corporal. La Iglesia, desde el principio, sabe que el martirio es un bautismo de sangre, que produce la total purificación del pecado y la perfecta santidad.
El Santo mártir José Sánchez del Río, desde pequeño tuvo la convicción de la existencia de Dios. Ya que sus padres se preocuparon por cultivarle la fe, llevándolo a la Parroquia de Santiago Apóstol, donde recibió el Bautismo, a celebrar la santa Eucaristía, a rezar el rosario a María Santísima y al catecismo. Ahí mismo recibió el sacramento de la Confirmación e hizo su primera comunión. ¿Cómo no defender esa hermosa Verdad que lleva al hombre a la santidad? Cuando empezó la “guerra cristera” – 1926 al 29 – estaba en plena adolescencia. En su vida de adolescente buscó un ideal y lo encontró en Cristo. Oyó en su interior la invitación de Jesús: “Sígueme” ¿el Camino? ¿El Martirio?. Lo empezó a concretizar en la frase repetida incansantemente: “Ahora es tan fácil ganarse el cielo.