Almas del purgatorio: las almas de los niños estaban como crucificadas, extendidos los bracitos

Beata Marina de Escobar/Maria Anna Lindmayr -

Niños en el purgatorio

Hay niños que empiezan a tener uso de razón antes de lo que se piensa. Y dándose cuenta de que obran mal, suelen decir mentiras, reñir con otros, desobedecer a sus padres, cometer pequeños robos, decir palabras malsonantes, insultar a otros,y ni qué decir los niveles de pecado que estas nuevas generaciones han alcanzado.

Por eso tiene explicación lo que escribió la Venerable Doña. Marina de Escobar, una mística española declarada venerable por la Iglesia Católica. Esto fue lo que escribió en su diario:

“Me mostró el Señor muchas almas de niños pequeños, como de siete años abajo, que me parecería a mí padecían grandes penas en el Purgatorio. Estaban como crucificadas, extendidos los bracitos y díjome Su Majestad: ‘Ppreocúpate por estas almas, ruega por ellas, como sueles hacerlo con las demás almas del Purgatorio y aplícales Comuniones’.

Pues, Señor mío, dije yo, estos niños, ¿cómo es que van al Purgatorio y padecen tanto? ‘Penas padecen -respondió el Señor-; pero no son tan grandes como a ti, lastimada de verlos, te parecen. Sabe que estas almas de niños de poca edad, murieron con culpas ligeras y veniales, que es necesario las paguen.

Más como vosotros, cuando mueren estos tales, los llamáis angelitos y pensáis que enseguida van al Cielo, sucede que no ofrecéis Misas, ni los socorréis con otras buenas obras, no siendo auxiliados sino con sólo los sufragios comunes de la Iglesia, motivo por el que permanecen largo tiempo en sus penas, hasta salir por sus cabales, hasta que cumplen todo el tiempo a que se los destinó sufrir, sin abreviársele este tiempo debido a ese error de creérselos ya en el Cielo y no socorrérselos como a los difuntos adultos con toda clase de sufragios. Ruégame, pues, tú por ellos, en tus oraciones’.

Hice lo que el Señor me mandaba, quedando harto enseñada de lo meticulosa que es la DIVINA JUSTICIA en purificar a toda alma (sea de quien sea) para que pueda luego ir a gozarle en la Gloria”. (Lib, II. Cap.17)

ANA MARíA LINDMAYR
La beata vio también niños en el Purgatorio. Su hermana Ana Catalina tenía dos hijos en Winkler: Félix e Ignacio. Félix murió el 23 de Marzo de 1702. Ignacio lloró mucho por su muerte. Félix era un buen niño, muy diferente de Ignacio, que por el contrario era violento, colérico y desobediente, pero muy inteligente.

La beata oró para que, si no iba a vivir según los mandatos de Dios, Él se lo llevara consigo aún inocente. En ese momento el niño se encontraba bien de salud. El 20 de Mayo Ignacio fue preso de una gran nostalgia de Félix, se puso muy triste y decía que quería irse con su hermanito. Ese mismo día convulsionó, sufrió hasta el 8 de Junio, después se calmó, y el 14 de Junio murió sin haber llegado aún a los cuatro años de edad.

Pocos días después se apareció Ignacio a Ana María, y a los lados lo acompañaban sus dos hermanitos (uno ya había muerto antes de Félix). Ignacio llevaba una bata gris y estaba muy triste. La tía rezó por él y le fue revelado que Ignacio ya había pecado y por eso debió ir al Purgatorio.

Dos días después volvió a ver a Ignacio, pero ahora en brazos de su Ángel Custodio que lo llevaba al Cielo. La beata escribe al respecto: “He visto muchos niños desde los cuatro años en adelante en el Purgatorio, y he aprendido que cuando estos están para morir, hay que hacerlos arrepentirse y confesarse; se les debe absolver y dar la extrema unción”.

OFREZCAMOS EL SANTO ROSARIO, COMUNIONES Y MISAS POR LAS ALMAS DE NIÑOS EN EL PURGATORIO Y POR TODAS LAS ALMAS DEL PURGATORIO, INCLUIDOS NUESTROS FAMILIARES.

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Del libro de Ana María Lindmayr. Crescentia von Kaufbeuren, cap. 10, pág. 237. ]

publicado por Torrededavid en el 2018
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MARIA SIMMA

- María, ¿hay niños en el Purgatorio?

- Sí, pero para ellos el Purgatorio no es muy largo ni muy penoso, porque a ellos les falta el pleno discernimiento.

- Pienso que algunos de ellos han venido a encontrarte. Tu nos contabas la historia de aquella niñita… el alma más pequeña que has visto; era una niñita de 4 años. Pero ¿por qué estaba en el Purgatorio?

- ¿Por qué?. Esta niñita había recibido de sus padres, como regalo de Navidad, una muñeca. Tenía una hermana melliza, que también había recibido una muñeca. Y he aquí que esa niñita de 4 años había roto su muñeca y entonces, a escondidas, sabiendo que nadie la veía, fue a poner esa muñeca rota en el lugar de la de su hermana, y a hacer así el cambio, sabiendo muy bien, en su corazoncito, que habría ocasionado muchísimo dolor a su hermana; se daba cuenta que eso era un engaño y una injusticia. Por esta causa pasó por el Purgatorio.

Sí, los niños con frecuencia tienen una conciencia más viva que la de los adultos, y es preciso sobre todo luchar contra la mentira; ellos son muy sensibles.

- María, ¿cómo pueden los padres ayudar en la formación de la conciencia de sus hijos?

- Sobre todo con el buen ejemplo: es lo más importante; y luego con la oración. Los padres deben bendecir a sus hijos e instruirlos bien en las cosas de Dios.