La directora médica de Planned Parenthood, vende órganos de niños abortados

«Mucha gente quiere corazones, hígados, extremidades…»

InfoCatólica

Deborah Nucatola, directora senior de Servicios Médicos de Planned Parenthood [Paternidad Planificada], principal industria del aborto en Estados Unidos, se muestra en una grabación vendiendo con absoluta frialdad órganos de niños abortados y admitiendo que ella utiliza procedimientos ilegales de abortos por «nacimiento parcial», esto es, en las últimas semanas de gestación, para obtener partes del cuerpo vendibles.

(HO) El vídeo de dos horas del The Center for Medical Progress [Centro para el Progreso Médico] está dando la vuelta al mundo. El vídeo muestra toda la crudeza del negocio abortista. Entre tragos de copa y ensalada, relata el proceder, consciente de vulnerar la ley: «Mucha gente quiere corazones, hígados, extremidades...»; lo más difícil, el cráneo: «Si lo pones de nalgas, te permite sacar intacta la cabeza».
Consciente de su propia responsabilidad por ello, indica que toma medidas para encubrirlo. Incluso informa del precio, que oscila entre 30 y 100 dólares, según la pieza. El vídeo evidencia que no sólo venden el servicio de matar a un inocente, sino cómo sacan rédito hasta de sus restos mortales.
Entre bocado y bocado, describe sin atragantarse el coste de un hígado de bebé a quien cree un posible comprador. La naturalidad con la que describe su «negocio de venta de órganos», mientras come y bebe en un buen restaurante, no deja indiferente a nadie: la codicia proabortista no tiene fin: a las madres embarazadas las engañan con que no es un ser humano, pero a la hora de vender los tejidos, en su afán de hacer caja, no reparan en evidenciar que son los primeros conscientes de que sus restos son órganos humanos. Un nuevo aval que apoya la denuncia abortista: no cabe duda de que la razón de impulsar en EEUU lo que llaman «ley del aborto tardío» (matar al bebé de hasta 9 meses justo antes de darlo a luz) respondería a poder vender órganos más desarrollados y por eso más caros.

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