Himno Rafael Guízar y Valencia.

Este himno se compuso y se grabó como iniciativa de jóvenes del movimiento Regnum Christi y la orden religiosa Legionarios de Cristo, en dedicatoria a Monseñor Rafael Guízar y Valencia.

Entre cerros muy verdes se esconde un pueblo
Pueblo sencillo y noble como su gente
Y el sol por las mañanas que lo ilumina
Pinta la estampa alegre de hijos que el cielo
Manda como regalos al mundo entero

Fue en una tarde fresca aquí en Cotija
Que Dios que cobijo recién nacido
Los brazos de tu madre fueron testigos
De ese tu primer grito que aun hoy vibra

Monseñor Rafael, aquí esta tu pueblo
Cotija entero se une a las vivas que hoy en el cielo
cantan tu fidelidad como obispò verdadero
hijo fiel de la Iglesia, pastor humilde y sincero

Monseñor Rafael aquí esta tu pueblo
humildemente te pide: intercedas por El en el cielo
tu corazón misionero ha de escuchar nuestro ruego
hijo fiel de María, madre nuestra, nuestra alegría

El acordeón en tus manos fue más que instrumento
Porque con tu alegría y tus desvelos
Fuiste pastor de almas sin ningún miedo
Entre tantos peligros tu corazón iba primero

La virgencita del barrio fue mensajera
De la misión que Dios te mando de cielo
Y hoy es el mismo cielo quien lo proclama
Rafael Guizar Santo, hoy hace causa

Oh Virgen Santa, Madre de Dios
Sois la esperanza del pecador
Sois la esperanza del pecador

El Grupo Emmanuel confeccionó la melodía junto con diversas agrupaciones ligadas al canto católico mexicano. La grabación comienza con sonidos que simulan una granja. Luego se oyen las notas de un acordeón tocando el tema tradicional Eucarístico "Altísimo Señor". El acordeón es un instrumento asociado con Guizar y Valencia. Continúa después el Himno a Monseñor Guízar con la lírica y la melodía del Grupo Emmanuel. Más adelante hacia los 4:36 de la pieza, hace su aparición con notas de acordeón el canto mariano tradicional "¡Oh Virgen Santa!"
Rafael Guízar y Valencia nació en Cotija, Michoacán, Diócesis de Zamora (Michoacán), el 26 de abril de 1878. Al poco tiempo de ser ordenado presbítero, acompañó al entonces obispo de Zamora, Monseñor José María Cázares en las visitas pastorales a las poblaciones de su diócesis. Durante las batallas de la Revolución Mexicana, disfrazado de vendedor, actuó, de manera oculta, como sacerdote ayudando a los soldados moribundos y dándoles los auxilios espirituales de la Iglesia. Luego de ser Director Espiritual y catedrático del Seminario de Zamora y canónigo de la Catedral, sufrió varios destierros por causa de la persecución religiosa que había en esos tiempos, y entre 1913 y 1919 viajó misionando a Cuba, Guatemala, Colombia y el Sur de los Estados Unidos. Estando desterrado de su diócesis, el 6 de junio de 1938 murió en la ciudad de México y su cuerpo trasladado a Xalapa, Veracruz, donde recibió sepultura. Fue beatificado en 1995 por el Papa Juan Pablo II y declarado santo el 15 de octubre de 2006. El himno fué entonado en la Plaza de San Pedro del Vaticano después de la ceremonia de canonización que encabezó el Papa Benedicto XVI.

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Fuente de foto:
fotos.eluniversal.com.mx/coleccion/muestra_fotogal…