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La comuna de Madrid

LA CONVERSACIÓN

La comuna de Madrid

El Ayuntamiento cambiará el modelo de seguridad en los barrios, instaurando “jurados vecinales”, un comisario político denominado “gestor del barrio”, y nuevos aparatos de poder como los “círculos de custodia ciudadana” o el “consejo ciudadano”. Renace el tiempo de las cerezas que el [mediocre] poeta Jean-Baptiste Clement vio en las barricadas de la Comuna de 1871. Madrid es París. Lavapiés es Leningrado.

Candela Sande detecta, en esta columna para Actuall, viejos resabios de aroma comunista en la idea de crear una policía y una justicia paralelas. El diseño, en efecto, interpone una burocracia colectivista entre el vecino y las instituciones del estado de Derecho, como la policía y los jueces.

La mentalidad comunal de la reforma tiene detrás una larga tradición de control y opresión del individuo por sus propios pares, desde los soviets en Rusia a los círculos bolivarianos en Venezuela o los Comités de Defensa de la Revolución en Cuba, por mucho que el Gobierno municipal de Manuela Carmena invoque casos de supuesto éxito de una policía y una justicia vecinales en ciudades de Estados Unidos, Gran Bretaña y Holanda. Nota mental: mostrar los datos de esos ejemplos inspiradores puede ser un buen servicio periodístico.

En todo caso, la tendencia colectivista no es patrimonio exclusivo de Podemos. Aunque este partido vaya más deprisa y con menos disimulo que otros en pos de una sociedad en que la masa hace al Estado el trabajo sucio de vigilar al individuo, la verdad es que la cultura colectivista, en diferentes grados, preside el discurso de todos los partidos políticos en el Parlamento. Quizá los precursores de la Escuela Austriaca de economía tenían razón y la comuna sea la estación termini inevitable de la socialdemocracia. Madrid sería, simplemente, un aviso a tiempo. (Con información de El País y Actuall).

www.actuall.com/…/cruda-realidad-…